"Mundos propios" es mi blog personal, donde escribo artículos varios, leyendas, cuentos y cualquier paranoia que se me ocurra, creándome mis propios mundos y universos paralelos en el proceso...
martes, 30 de abril de 2013
ESTADO DE ÁNIMO: ¡DEJANDO QUE LAS COSAS FLUYAN A SU MODO!
Dedicado a todos aquellos que estuvieron ahí en un momento u otro.
Hace ya unos días, prácticamente una semana, el día de Sant Jordi, me escribió una amiga. De lo que se dijo en aquel mensaje, poco voy a contar, salvo el hecho de que es curioso que dos simples preguntas que me hizo -“¿Tú como estás? ¿Qué tal todo?”- me hayan hecho pensar tanto desde entonces y de un modo tan incesante en estos últimos días. “¿Tú como estás? ¿Qué tal todo?”- Ante tales preguntas, en aquel momento, no supe exactamente que contestar, que respuesta dar, aunque es un tema sobre el que puedo hablar perfectamente. Escribiendo, las ideas me salen más claras.
“¿Tú como estás? ¿Qué tal todo?”
Creía que ese par de preguntas venían a raíz de mi última ruptura sentimental, y de todo por lo que, a raíz de ésta, pasé en estos últimos meses. Más tarde supe que las preguntas iban por otros derroteros, pero de todos modos esas preguntas, en el sentido que yo les había dado, ya estaban ahí antes, dando vueltas en mi cabeza, dormidas, inquietas, pero esperando que alguien las despertase para que yo buscase una respuesta.
¿Cómo me van últimamente las cosas? ¿Bien o mal? La respuesta no es sencilla, pero tampoco complicada. Desde luego, sé que, después de lo que he pasado, no estoy mal, pero no sé hasta que punto decir que estoy bien. Me siento en paz conmigo mismo, bien en muchos aspectos, pero no feliz, ni exactamente indiferente. Siento cierto vacío, pero no es un vacío molesto, y en cierto modo, a momentos, me siento ilusionado por las nuevas oportunidades que se me ofrecen. Es casi como si tuviera la felicidad al alcance de la punta de mis dedos, pero aún me faltase dar un pequeño paso o un salto para alcanzarla. Pero ahí está, ¡al alcance de mis dedos!
Empezar de nuevo... es lo único que se me ocurre. Nacer, caer, doblegarse, tropezar, volver a levantarse... Todo ello forma parte de la vida, alegrías y tristezas, y si bien ahora no voy a presumir de sentirme feliz y pleno, tampoco me siento infeliz; estoy bien, voy tirando, y sé que las cosas están mejorando. En cierto modo no me siento completo, pero me siento realizado. Realizado no porque haya cumplido mis metas y objetivos, sino, simplemente, porque voy avanzando y mejorando.
Reconozco que en este proceso el deporte me ha ayudado mucho, así como el hecho de que algunas personas me hayan abierto sus puertas o corazones. En el camino he perdido la ilusión por algunas cosas que compartía y algunos sueños, pero por otro lado ha regresado la ilusión por otras cosas que tenía apartadas y relegadas al olvido. Y entre tanto caos, entre tanto gris, ahora existen notas de color y luces titilantes que me iluminan a momentos un camino que, hasta hace un par de meses, aún se me antojaba oscuro, triste y tenebroso...
No he olvidado, no olvido. Y reconozco que aún a día de hoy a veces pienso en ella o sus niñas, del mismo modo que aún, de vez en cuando, pienso en mis anteriores relaciones. Han formado parte de algunos de los momentos más felices de mi vida. Pero no es bueno vivir de los recuerdos. La vida es el ahora, y el pasado simplemente es aquello que nos ha ido conformando para llegar hasta este momento preciso. Si alguna vez han de volverse a cruzar nuestros caminos, simplemente sucederá.
De momento, las cosas van llegando solas, sin forzarlas. Me gusta que sea así. De todos modos, me digo, no es bueno hacerse ilusiones ante pequeñas esperanzas, no es bueno tener expectativas de nada. Intento limitarme a vivir el ahora, y dejar que las cosas simplemente sucedan solas, con naturalidad. Es la filosofía del fluir del agua. De momento no quiero embarcarme aún en ningún proyecto que no sea propio, ni quiero hacer promesas a ciegas. Y, sin embargo, creo que, después de todo, a veces las cosas suceden por algún motivo.
Siento paz y cierta calma a mí alrededor. Es como si no estuviese esperando nada, pero supiera que algo está a punto de llegar, algo está a punto de suceder. Sé que habrá baches y obstáculos en el camino, esto es la vida, pero sin ilusión, ¿qué nos queda? Sólo un vacío. ¡Felicidad! Sé que llegarás, llegarás algún día y por el camino más inesperado. Puede que ya estés aquí y no me haya dado cuenta aún, pero ahora sé que, como mínimo, vuelvo a sonreír.
Cruzo palabras, pensamientos, ideas y busco mi propio yo. No me siento ni bien ni mal, pero me siento vivo y con eso me ha de bastar.
Nota final (dedicatoria): Aprovecho este escrito, ya que estoy en ello, para dar gracias a todas las personas que me han servido de apoyo o consuelo durante estos meses, aunque algunos de ellos ni siquiera lo hayan sabido: a los que me han escuchado y me han visto llorar; a los que me han escrito o yo he escribí en momentos en que necesité desahogarme; a los que me han ofrecido un pequeño lugar dentro de su vida; a los que me habéis hecho regresar la ilusión al invitarme a participar en vuestras vidas o vuestros proyectos; a aquellos con los que he compartido buenos momentos; a los que me habéis hecho salir de casa para charlar; a las personas que me han abierto una puerta dentro de sus vidas; a esas nuevas personas que han mostrado cierto interés en conocerme, y a muchos más. Aquí dejo los nombres de algunos de vosotros: a Alberto y David Ruiz (por pasarse por casa para obligarme a ver películas de humor con ellos cuando estaba en mis horas más bajas y sacarme a la calle para charlar); a Ana Maria (por ser la que persona que indirectamente provocó este escrito); a Andreu y Pilar (por aceptarme como su “hijo pródigo” y permitirme desconectar); a Sebas Tornero (por esos kebabs con salsa picante que nos comemos y esas charlas desfasadas que me regalaba diciéndome que la vida continúa); a Narcís y Sònia (por recordarme que hay amigos que nunca se pierden a pesar del tiempo y la distancia); a Sònia Chatlani (por ser la amiga que pude recuperar); a Carolina Gandia (por ser la primera persona que creo que me arrancó una sonrisa, aunque fuese a través de internet); a Mireia Blasco y Josep Sucarrats (por ser los que me permitieron regresar al mundo real aunque fuese a través de un mundo de fantasía); a Lily Kamui (por sus mails de ánimos siempre escritos con muy buen humor); a Sergio Marcos (simplemente por ser mi amigo); a Esther Dalmau (por ser la persona que es y poder filosofar con ella sobre la vida aún después de tantos años); a Jordi Pujades (por ser alguien que a pesar de ser sólo un conocido, me supo escuchar y aconsejar); a Espe (por escuchar mis rollos en el trabajo); a Félix Goggles, Duncan Trisquel, Nimue Arianhrod y la peña con la que coincidí en la Fira Medieval d’Hostalric (por abrirme las puertas a su mundo repleto de sueños y fantasía); a Susanna Riera (por el tiempo que me dedicó); a Eva Ruiz (por esos Cacaolats); a Marga Muñoz, Desirée Addams, Marta Lcm y Sheila Arcos (por sus mails); a la Hermandad del Acero (simplemente por ofrecerme la oportunidad de volver a un mundo que me gusta); a Silvia Torras (por aparecer, como quién dice, de la nada y hacerme mantener la ilusión de que se puede conocer a gente nueva); a Iván García (por sacarme a hacer deporte y obligarme a mantener una constancia) y sobretodo a Manel Sánchez, Virginia Lourés y Begoña (por ser los que menos dijeron, más supieron comprender, más me vieron llorar y supieron decirme que me entendían con un simple gesto)... y por supuesto, a mi familia, que siempre ha estado ahí, y a muchos otros que posiblemente olvido en este preciso momento en que escribo esto. Sin vosotros, todo este camino hasta aquí hubiese sido mucho más difícil.
lunes, 29 de abril de 2013
HORIZONTE GRIS
Estos días ando inquieto. No intranquilo exactamente, pero inquieto. Se avecinan tiempos de cambios, aunque bueno, eso de los cambios también es relativo. ¿Qué puede suceder a partir de ahora? No lo sé, pero mi mente se ha abierto, y eso significa que estoy mucho más receptivo en muchos sentidos.
En estas últimas semanas he cogido cierta rutina, hago deporte y me muevo, vuelvo a disfrutar de las pequeñas cosas de la vida. Ya he perdido cerca de diez kilos de peso y eso se ha dejado notar a muchos niveles, tanto físico y mental, como también, en cierto modo, a nivel espiritual. Uno diría, pues, que también me he quitado un peso del alma. No es que yo haya cambiado, continúo siendo el mismo, pero estoy empezando a dar una nueva interpretación al mundo y en consecuencia empiezo a actuar de otro modo, que a la vez hace que el mundo mismo responda de otro modo a mis actos o mis propios pensamientos. Me siento bien.
El horizonte está gris y repleto de nubes, pero no es ya uno de aquellos cielos grises que presagian tormenta –la tormenta, de hecho, ya pasó-, sino que se trata de uno aquellos cielos donde las nubes simplemente se están deshaciendo para dejar pasar los primeros rayos de sol o, en todo caso, mostrarnos un cielo claro y sereno. Y aunque puede que después de que las nubes se hayan esfumando el sol no aparezca, si que sé que al menos, tras esa tormenta que ya pasó habrá un cielo más despejado.
La vida no deja de ser una pequeña combinación de momentos felices y disgustos, de tristezas y alegrías que se combinan para formar de cada uno de nosotros un propio yo. A veces es difícil controlar aquello que nos da forma y conforma, pero nosotros mismos también podemos ser artífices de parte de lo que somos. Podemos ser los artífices de nuestra alma.
Con todo ello, no digo que mi tristeza se haya retirado del todo –aún quedan algunas nubes-, pero, simplemente, mi tristeza ha quedado rendida y se deshilacha. Tengo un nuevo espacio para la alegría y la ilusión, se me abren nuevas puertas y oportunidades, y aunque puede que estás oportunidades no se adecuen a mis pensamientos o ideales, ¿no es cierto que siempre podemos escoger y probar nuevos caminos? Sólo podemos vivir una vida y yo siempre he escogido vivir la mía dentro de mis recursos limitados. Pero para el alma no hay más límites que aquellos que nosotros mismos nos ponemos.
Todo esto pensé ayer mientras contemplaba un horizonte gris en la playa, aunque no fuera con estas palabras...
viernes, 26 de abril de 2013
VOLVIENDO A UN SUEÑO: EL LLIBRE DELS ÉSSERS FANTÀSTICS DELS PAÏSOS CATALANS
El pasado día de Sant Jordi (23 de abril), me reuní con un amigo para tomar algo en una terraza mientras charlábamos y nos alegrábamos la vista con la vida que pululaba por las calles. Fue una reunión de ésas que tienes con un amigo al que ves cada vez menos, y hablamos un poco de nuestros sueños, nuestras frustraciones, los amores perdidos y los amores por venir, de sexo (o la falta de él), la dichosa crisis y, sobretodo, hacia donde deberíamos enfocar nuestro futuro, lo que de nuevo nos condujo a hablar de nuestros sueños.
Los sueños...
Hace mucho tiempo, casi por casualidad, descubrí la existencia de las dones d’aigua, unas figuras míticas provenientes del folclore catalán, y ello me condujo a pensar en cuantos seres fantásticos existían en Cataluña, cuantos seres soñados por los hombres de esta tierra ya desde antiguo. Yo ya conocía a buena parte de los más típicos: bruixes (brujas), fantasmes (fantasmas), dracs (dragones), l’ home del sac (el hombre del saco), gegants (gigantes), follets, cuques feres, etc. Conocía a los más típicos, pero nunca había oído hablar de les dones d’aigua… y si nunca había oído hablar de ellas, sin duda había más. Así, de buenas a primeras, pensando durante toda una tarde, saqué una lista de aproximadamente cuarenta criaturas míticas y ello me llevó a preguntarme cuantas más existirían.
Pero antes de todo eso, quizás debería remontarme a aquel día, durante la celebración de la Patum de Berga (donde, precisamente abundan las representaciones de algunos de estos seres fantásticos, como els dimonis, l’àguila, el drac, les guites, els gegants, els nans...), en que mi tío, el tiet Ton, me hizo un regalo que marcó, en cierto modo, mi vida: el libro “Hadas”, de Brian Froud, ilustrado por el mismo autor, Brian Froud, y Alan Lee.
Bueno, sea como fuese, a partir del momento en que empecé a hacer un listado de los seres fantásticos catalanes, empezó a anidar en mi cabeza la idea de hacer un libro semejante al de “Hadas”, ilustrado, pero con los seres míticos catalanes, idea que más adelante abarcaría no sólo Cataluña, sino todas aquellas tierras que se ha dado por llamar els Països Catalans.
¿A cuento de qué viene toda esta explicación? Bueno, como decía, ayer me reuní con un amigo para hablar y, al hablar de los sueños, me saco el tema de este libro que tengo pendiente desde hace tiempo; muy avanzado en su escritura, y en los bocetos de varios dibujos, pero actualmente parado.
Me dijo que está muy bien esto de tener un blog, pero que le dedico demasiado tiempo, cuando en realidad el mayor potencial de todo lo que escribo, estaría en ese proyecto, en ese libro... o en otros proyectos que tengo más pensados para el papel que no para internet, aunque ambos son compatibles.
Y lo cierto es que éste es un tema que sé que interesa a mucha gente con el que he hablado, y más cuando les digo que ya tengo recogidos más de 300 seres o criaturas fantásticos e imaginarios provenientes de los cuentos y leyendas populares de estas tierras (y más que me faltan aún).
Bueno, parte de nuestro diálogo tomó estos derroteros, y era curioso, puesto que la semana anterior, reunido en medio de un grupo de locos creativos dedicados al mundo del cine, los cortometrajes y otros medios audiovisuales, en el que yo daba la nota por ser, únicamente, un pequeño colaborador que, forma esporádica, había participado con alguno de ellos, no sé como salió el tema de este libro (desde luego sé que no lo saqué yo), y la gente no sólo se mostró interesada, sino que dijeron con insistencia que debía hacer y terminar ese proyecto.
Y así llegamos a la noche en que esto escribo, en que el un simple mensaje privado vuelve a animarme a hacerlo…
Y entonces me pregunto, ¿cuánta gente habrá oído hablar alguna vez de l’amoreta, l’ànguila de Roses, l’ànima d’en Rosegacebes, la baldemora, la barca empestada, les bugaderes, els cabrabocs, el camarçó, el cargol gegant, els cavalls de foc, la Centllums, la Dama Blanca, l’esgarrapadones, la fera de la Clamor, les garsineus, el gos del blat, els joanets, el mal esperit, la mare de la peresa, el mig home mig peix, els nyítols, el Peirot, els pertenidors, la por, el rei dels gats, les serpents, els simiots, la truja de les Salines, les velletes o la Xucladora, entre muchos otros?
Y cuando pienso en ello, sé que quiero que la gente no olvide todo este bagaje fantástico que existe y existió en nuestras tierras, y que, si para ello hace falta escribir un libro, lo haré, simplemente porque debe hacerse.
Simplemente, porque no deberíamos dejar que mueran los sueños.
martes, 23 de abril de 2013
SANT JORDI EN SOLITARIO
Hoy es Sant Jordi y no va a resultar un día fácil para mí. ¡Tampoco especialmente difícil, no nos vayamos a engañar! Pero bueno, fácil no va a ser... Sin embargo, ésta es una fiesta especial, llena de vida y alegría, donde el amor se simboliza a través de las rosas y las letras, e incluso, a través de un dragón.
Hoy es la “Diada de Catalunya”, el día del libro y la rosa, el día del amor... E, inevitablemente, eso me llevará a pensar en las tres mujeres que he amado y con las que he convivido, el amor que aún conservo cuando pienso en ellas, y en lo que fue bien y lo que fue mal en cada situación... Será inevitable pensar, con cierta melancolía, en el pasado. Porque ninguna de ellas sustituyó a las otras, cada una de ellas fue un mundo en sí misma.
También, inevitablemente, pensaré en esas personas a las que me hubiese gustado regalar una rosa por el significado que han tenido o tienen para mí, pero este año no habrá rosas, a no ser que sean virtuales. Pero no, las rosas virtuales no tienen el mismo valor ni significado...
Rosas para aquella gente que me apoyó en momentos en que me sentía derrotado (pero nunca rendido), rosas para aquellas personas que me dedicaron alguna palabra de consuelo, rosas para aquellos que aprecio y rosas para la nueva gente que ha aparecido para hacer anidar algún tipo de ilusión en este corazón deslustrado.
Sé que a principios de este año tenía pensado regalar una rosa a día de hoy, aún cuando las cosas iban mal, cuando las cosas ya se terminaban. Quería pensar en este día como un día de esperanza, el día en que habríamos reflexionado y hablado, el día en que quizás las cosas hubiesen empezado de nuevo. Pero las cosas siguen su curso, y este río tomó otros derroteros..
Hoy es el día de Sant Jordi, y mucha gente ocupará mis pensamientos, igual que lo hacen cada día, pero hoy va a ser de un modo especial. Amores perdidos y amores que se fueron... No importa, llegado el momento, el amor sabrá encontrar su lugar.
Pero hoy será un Sant Jordi solitario; sin tristeza, sin alegría, excepto la alegría que me dé la vida en la calle, con aceptación. Un Sant Jordi solitario, porque a veces la soledad también es una buena compañera.
lunes, 22 de abril de 2013
HABLANDO DE IVÁN
Hoy voy a hablar de uno de mis amigos: Iván.
No es una persona con la que tenga muchas en común, y sin embargo somos amigos. A día de hoy lo veo casi a diario porque vamos a hacer deporte juntos: caminar por la montaña, ir a correr (bueno, correr de aquella manera, a ratos a la carrera a ratos caminando) y bicicleta. Con él estos deportes son más llevaderos y menos aburridos, le gusta cambiar de rutas.
Siempre recordaré como lo conocí años atrás en Vilanova i la Geltrú, cuando yo aún vivía allí. Creo que todos los que lo conocimos aquel día lo recordaremos. Llegó desde Girona en un coche recubierto de moscas adhesivas de aproximadamente un palmo de largo con el nombre de “TERMINATOR” estampada en ella (se trataba del coche de una empresa de fumigación y extinción de insectos, para más datos). Diría incluso, que llevaba una mosca gigante el techo del vehículo, pero es probable que eso sea un añadido de mi imaginación. Ya no lo recuerdo seguro. Le preguntaré sobre eso... Bajó del coche y, cual “Terminator”, iba con el cabello cortado a cepillo y llevaba unas gafas de sol. Sólo le faltaba la escopeta recortada, que sospechó aún, a día de hoy, que la llevaba camuflada en algún lugar del maletero. “Terminator”... Por un tiempo ese fue el mote con el que lo conoció la gente de Vilanova que no recordaba su nombre. ¡Como digo, es difícil olvidar ese día y como lo conocimos!
Bien, Iván era amigo de un amigo, Narcís. A partir de aquí sé que lo vi esporádicamente alguna vez, pero bueno, no dejaba de ser sólo el amigo de un amigo. Eso cambió cuando empecé a vivir en Girona para estudiar y, por aquel tiempo, Narcís también fue a vivir allí en busca de trabajo. Esa coincidencia hizo que los tres coincidiéramos a la vez. Creo que al principio empezamos para ir a correr juntos a la Devesa, y de ahí, poco a poco fuimos conociéndonos más.
Siempre he dicho que Iván es una persona sibarita y de gustos refinados, quizás demasiado para pertenecer a la clase social a la que pertenece, pero también es cierto que se gasta el dinero en lo que le gusta y sabe sacrificarse él mismo o sacrificar algunas cosas de su vida para poder disfrutar de ello. Es trabajador, emprendedor y muy sociable. ¡Realmente no pegamos! ¡Jajajaja! Somos distintos, pero esas diferencias no nos separan...
Él, años atrás, siempre se movió por el mundo de la noche: discotecas, casinos, hoteles, restaurantes... Yo siempre fui más de bares baratos o de tapas. A veces lo acompañé en sus salidas, pero nunca acabé de situarme en su mundo internacional plagado de personas de distintos países, gente de la noche y de fiesta... Siempre he sido una criatura de la noche, sí, pero ése no es mi tipo de ambiente.
Pasaron los años, y durante ellos la pérdida y toma de contacto con él fue variando según la situación de cada uno. Por temas de trabajo, de relaciones sentimentales o simplemente distancia, a menudo perdíamos el contacto, pero de cuando en cuando quedábamos para ponernos al día. Y así ha sido hasta desde entonces...
Aún a día de hoy me pregunto que es lo que sostiene esa amistad, pero lo cierto es que la amistad no entiende de preguntas. Somos dos personas completamente distintas, pero eso nunca nos ha impedido ser amigos...
Hoy quería escribir sobre ello por todo el apoyo que me dio durante estos últimos meses. Podía haberme enfrentado a mis problemas yo sólo, pero contando con su ayuda y su apoyo, así como la de otros tantos amigos, todo ha sido mucho más llevadero. ¡Gracias, amigo!
No es una persona con la que tenga muchas en común, y sin embargo somos amigos. A día de hoy lo veo casi a diario porque vamos a hacer deporte juntos: caminar por la montaña, ir a correr (bueno, correr de aquella manera, a ratos a la carrera a ratos caminando) y bicicleta. Con él estos deportes son más llevaderos y menos aburridos, le gusta cambiar de rutas.
Siempre recordaré como lo conocí años atrás en Vilanova i la Geltrú, cuando yo aún vivía allí. Creo que todos los que lo conocimos aquel día lo recordaremos. Llegó desde Girona en un coche recubierto de moscas adhesivas de aproximadamente un palmo de largo con el nombre de “TERMINATOR” estampada en ella (se trataba del coche de una empresa de fumigación y extinción de insectos, para más datos). Diría incluso, que llevaba una mosca gigante el techo del vehículo, pero es probable que eso sea un añadido de mi imaginación. Ya no lo recuerdo seguro. Le preguntaré sobre eso... Bajó del coche y, cual “Terminator”, iba con el cabello cortado a cepillo y llevaba unas gafas de sol. Sólo le faltaba la escopeta recortada, que sospechó aún, a día de hoy, que la llevaba camuflada en algún lugar del maletero. “Terminator”... Por un tiempo ese fue el mote con el que lo conoció la gente de Vilanova que no recordaba su nombre. ¡Como digo, es difícil olvidar ese día y como lo conocimos!
Bien, Iván era amigo de un amigo, Narcís. A partir de aquí sé que lo vi esporádicamente alguna vez, pero bueno, no dejaba de ser sólo el amigo de un amigo. Eso cambió cuando empecé a vivir en Girona para estudiar y, por aquel tiempo, Narcís también fue a vivir allí en busca de trabajo. Esa coincidencia hizo que los tres coincidiéramos a la vez. Creo que al principio empezamos para ir a correr juntos a la Devesa, y de ahí, poco a poco fuimos conociéndonos más.
Siempre he dicho que Iván es una persona sibarita y de gustos refinados, quizás demasiado para pertenecer a la clase social a la que pertenece, pero también es cierto que se gasta el dinero en lo que le gusta y sabe sacrificarse él mismo o sacrificar algunas cosas de su vida para poder disfrutar de ello. Es trabajador, emprendedor y muy sociable. ¡Realmente no pegamos! ¡Jajajaja! Somos distintos, pero esas diferencias no nos separan...
Él, años atrás, siempre se movió por el mundo de la noche: discotecas, casinos, hoteles, restaurantes... Yo siempre fui más de bares baratos o de tapas. A veces lo acompañé en sus salidas, pero nunca acabé de situarme en su mundo internacional plagado de personas de distintos países, gente de la noche y de fiesta... Siempre he sido una criatura de la noche, sí, pero ése no es mi tipo de ambiente.
Pasaron los años, y durante ellos la pérdida y toma de contacto con él fue variando según la situación de cada uno. Por temas de trabajo, de relaciones sentimentales o simplemente distancia, a menudo perdíamos el contacto, pero de cuando en cuando quedábamos para ponernos al día. Y así ha sido hasta desde entonces...
Aún a día de hoy me pregunto que es lo que sostiene esa amistad, pero lo cierto es que la amistad no entiende de preguntas. Somos dos personas completamente distintas, pero eso nunca nos ha impedido ser amigos...
Hoy quería escribir sobre ello por todo el apoyo que me dio durante estos últimos meses. Podía haberme enfrentado a mis problemas yo sólo, pero contando con su ayuda y su apoyo, así como la de otros tantos amigos, todo ha sido mucho más llevadero. ¡Gracias, amigo!
EL SECRETO
¿Por qué las cosas pasan cuando pasan? Quiero pensar que las cosas suceden por algún motivo, que no todo es azar o simple caos. Quiero creer que no se pierde un amor sin haber aprendido nada; que no se pierde a alguien querido sin que el destino, de algún modo, llene ese hueco vacío que nos queda, que la vida nos da la capacidad de regenerar aquello que hemos perdido.
¿Corazón o razón? Es difícil decirlo… A veces callamos más de lo que decimos con las palabras. Sentir algo para sufrir tan sólo un desengaño, pero que ese dolor sufrido nos sirva para convertirnos en algo mejor, no para empeorar lo que somos. Siempre habrá un período de duelo tras el dolor.
Yo he amado, eso puedo decirlo. He amado, y a pesar de los desengaños, me siento aún capaz de amar. Continúo amando a aquellas personas que amé y me siento capaz de amar a gente nueva, a aquellos que vendrán. Si conservo esa capacidad, nada está perdido.
Ahora, tan sólo quisiera poder contemplar tus ojos y descubrir la verdad en ellos. Nada es imposible.
Ahora todo es confuso… pero no podrá permanecer mucho tiempo oculto mi secreto.
¿Corazón o razón? Es difícil decirlo… A veces callamos más de lo que decimos con las palabras. Sentir algo para sufrir tan sólo un desengaño, pero que ese dolor sufrido nos sirva para convertirnos en algo mejor, no para empeorar lo que somos. Siempre habrá un período de duelo tras el dolor.
Yo he amado, eso puedo decirlo. He amado, y a pesar de los desengaños, me siento aún capaz de amar. Continúo amando a aquellas personas que amé y me siento capaz de amar a gente nueva, a aquellos que vendrán. Si conservo esa capacidad, nada está perdido.
Ahora, tan sólo quisiera poder contemplar tus ojos y descubrir la verdad en ellos. Nada es imposible.
Ahora todo es confuso… pero no podrá permanecer mucho tiempo oculto mi secreto.
domingo, 21 de abril de 2013
SER IMPERFECTO
Soy lo que soy. Soy lo que he hallado, soy lo que he perdido. Soy una
amalgama de los sueños frustrados y triunfos conseguidos. Soy quién aún
piensa en ti y te echa de menos, pero soy, a la vez, quién te olvida y
borra tu recuerdo.
Soy lo que soy. Soy mis propias esperanzas y miedos. Soy mi propio sueño. Soy el joven y soy el viejo. Soy el náufrago que navega al azar arrastrado por los vientos. Soy el loco que contempla el firmamento. Soy el que no ve el suelo que pisa.
Soy lo que soy. Un grito entre el ruido y un grito en el silencio. La sonrisa que una vez te hizo sonreír, y las lágrimas que te hicieron llorar. Soy el guardián de tu recuerdo y el recuerdo que te guarda. Soy todo y no soy nada.
Soy, sólo sé que soy, y eso es cierto. Soy, pero me diluyo y ya no quedo.
Soy, y en esa misma existencia está mi premio.
Soy lo que soy. Soy mis propias esperanzas y miedos. Soy mi propio sueño. Soy el joven y soy el viejo. Soy el náufrago que navega al azar arrastrado por los vientos. Soy el loco que contempla el firmamento. Soy el que no ve el suelo que pisa.
Soy lo que soy. Un grito entre el ruido y un grito en el silencio. La sonrisa que una vez te hizo sonreír, y las lágrimas que te hicieron llorar. Soy el guardián de tu recuerdo y el recuerdo que te guarda. Soy todo y no soy nada.
Soy, sólo sé que soy, y eso es cierto. Soy, pero me diluyo y ya no quedo.
Soy, y en esa misma existencia está mi premio.
martes, 16 de abril de 2013
FEARSOME CRITTERS: Criaturas temibles en la mitología de los leñadores norteamericanos.
Fearsome critters (criaturas temibles) es el término con el que designaba a cualquiera de los animales, bestias y seres fantásticos que, según la tradición oral de los leñadores de los campos madereros del norte de Estados Unidos y parte de los bosques canadienses de finales del siglo XIX y principios del XX, habitaban aquellas espesuras salvajes. Empleados, principalmente, como un medio de entretenimiento, a modo de cuento o pasatiempo, o usados como bromas o ritos de iniciación entre los novatos recién llegados -como sucede en nuestro país con criaturas como los gamusinos, los tamarros y la patusca, entre muchos otros-, pronto se ganaron un lugar particular entre la mitología estadounidense, junto a la leyenda de Paul Bunyan y su mascota Babe, el buey azul, máximo ejemplo de esta particular mitología de los leñadores de aquellos tiempos.
Norteamérica posee una vasta mitología propia. Aunque buena parte de ésta, y la más antigua, procede de los viejos mitos y leyendas de los indios o nativos norteamericanos, otra parte de ella tiene su origen en las leyendas y relatos de tradición oral que llevaron consigo algunos de los antiguos inmigrantes europeos, y de la nueva adaptación que éstos dieron a diversos mitos indígenas, adaptándolos a su modo de ver la vida. Sin embargo, lejos de las tradiciones más clásicas, algunas nuevas criaturas nacieron de la fértil imaginación de los nuevos habitantes del país, adaptándolas a su entorno; tal es el caso de los fearsome critters (criaturas temibles), nacidos a la sombra de los grandes campos madereros del norte de Estados Unidos (y parte de Canadá), y de la imaginación de sus antiguos leñadores; unos leñadores anteriores a la aparición de la sierra mecánica y los vehículos de motor, cuyo término anglosajón exacto para definirlos es lumberjack, en contraposición al leñador moderno, conocido como woodcutter.
Estas criaturas o animales fantásticos se popularizaron rápidamente, ya que, debido a que los leñadores se veían obligados a viajar regularmente de un campo maderero a otro, iban difundiéndose estas historias entre unos y otros, y ellos, a su vez, al volver a sus respectivos hogares, difundían esas mismas historias por el resto del país. Muchas de estas criaturas temibles eran, simplemente, producto de imaginación exagerada más pura, pero cierto número de ellas se utilizaron, ya fuera en broma o en serio, para dar explicación a hechos o fenómenos inexplicables; tal es el caso del hidebehind, que servía para explicar la desaparición de aquellos leñadores que salían a trabajar y jamás regresaban a su campamento, mientras que el treesqueak ofrecería una justificación para los extraños ruidos inexplicables que a veces se escuchan en los bosques. Otro puñado de seres adaptaría criaturas del folklore más tradicional o se basaría en descripciones de seres reales ligeramente alteradas, como puede ser el caso del mangrove killfish (mangrove rivulus) o el wood stork (mycteria americana, el tántalo americano o cigüeña de cabeza pelada). En algunos pocos casos particulares, y siguiendo estratagemas más elaboradas, se crearon “criaturas temibles” utilizando las fotografías trucadas de seres creados mediante taxidermia.
No deja de ser curioso que, pese a su nombre, “criaturas temibles”, en su mayor parte, estos seres tienen un carácter más bien cómico o jocoso, que no terrible. A menudo, el mayor énfasis de su descripción se coloca en los rasgos de comportamiento, y poco o ningún detalle se menciona de su apariencia, como es el caso de la hidebehind, el teakettler, el squidgicum-squee o el hangdown. Otro caso es el del flitterick o el goofus bird, que parecen ser animales normales que únicamente se caracterizan por tener un comportamiento fuera de lo común. Las criaturas que más destacan físicamente, debido a su aspecto improbable, parecen distinguirse por aspectos cercanos a la biomecánica: tanto el tripodero como el snoligoster muestran facetas más en común con aparatos mecánicos que con animales, y el hugag y sidehill-gouger parecen ser más un juego de física aplicada a la inspiración fantástica. Mucha de la literatura que se ha escrito sobre el tema ha sido escrita desde una perspectiva naturalista, comúnmente especificando un rango de distribución, hábitos de conducta, y la apariencia física de estos seres, incluyendo, en algunos casos, nombres supuestamente científicos en latín. Debe tenerse en cuenta que, en la medida que muchos de estos mitos nunca llegaron a ser generalizados, es común encontrar una falta de consenso sobre una criatura temible específica, hallándose claras contradicciones entre una y otra descripción.
A continuación detallamos algunos de ellos, pero recordando aquella frase que dice que "ni son todos los que están, ni están todos los que son"...
ARGOPELTER
Una de las criaturas temibles provenientes de las viejas historias de los leñadores americanos. El argopelter, también llamado a veces agropelter, es una criatura de descripción desconocida que vive en los huecos de los árboles. Cuando un viajero se acerca al argopelter, éste se defiende disparando astillas contra intruso. Esto no matará al incauto, pero será lo suficiente disuasorio como para advertirle que no se acerque.
ARKANSAS SNIPE
El Arkansas snipe no tiene nada que ver con las esquivas y pequeñas agachadizas (“snipe”, literalmente, significa agachadiza, una especie de ave). El Arkansas snipe es una criatura más terrorífica, un mosquito, un gran y feo mosquito que devora caballos, vacas y campistas desventurados. Existen literalmente cientos de pequeños cuentos o bulos sobre los Arkansas snipes y sus parientes en otros estados. Un relato cuenta un cazador se perdió en Arkansas, por lo que ató la brida de su caballo al pie de árbol y subió a una colina para orientarse. Cuando regresó, dos Arkansas snipes se habían comido a su caballo, masticado la silla de montar, y escupieron las herraduras del caballo para ver cual de ellos cogería las bridas. En otra versión, los gigantescos mosquitos matan a una vaca y se limpian los dientes con sus cuernos. Un especialista en cuentos llamado Danial Stamps se acreditaba esta historia, según contaba “un amigo de Danial”: “Un comprador norteño de ganado llegó a la ciudad y buscó a Danial para encontrar algunas reses. Por lo tanto, a la mañana siguiente, ambos comenzaron a caminar a través del pantano. Muy pronto, oyeron el cencerro de vaca que estaba sonando y tomaron esa dirección. Cuando llegaron a un claro, vieron a un mosquito de pie sobre una vaca muerta que hacía sonar su cencerro sacudiéndolo infernalmente para que el resto de la manada se dirigiese hacia él. Al parecer, estos mosquitos se parecían más a mapaches que no propiamente a mosquitos, y las uñas de sus patas eran tan largas que podían patear una vaca en el vientre y llegar a perforar su corazón.” Y luego está la historia de Bill Jenkins: “¡Bill Jenkins, él es el hombre más grande de estos lugares! Bueno, se despertó una noche y dos mosquitos lo cogieron y se lo llevaron volando con ellos. El viejo Bill dejó escapar un grito, pero los mosquitos no repararon en él. Entonces, Bill escuchó a los mosquitos hablar entre ellos. Uno de ellos le dijo al otro: “Estoy hambriento. ¿Crees que es mejor que nos lo comamos ahora o lo escondemos en el pantano?” El otro mosquito se rascó la cabeza y dijo: “Creo que es mejor que no lo comamos aquí. Si lo llevamos al pantano, es posible que alguno de los mosquitos más grandes nos lo quiten”. En Arkansas se cuenta un verdadero bulo sobre un hombre que escondió unos mosquitos bajo un gran caldero. Los aguijones de los mosquitos atravesaron el caldero, y el hombre cogió sus aguijones para que no pudieran retirarse, y entonces los mosquitos salieron volando con el caldero y el hombre. Cuando un narrador de Arkansas dice esto, siempre jura que ha visto el bote y que, efectivamente, había varios agujeros perforados limpiamente a través de ella. ¡En serio!”
AUGERINO
El augerino es una de las criaturas temibles que, según cuentan, vivía en los desiertos de Colorado, y que también era conocida como augerine. Habitaba bajo tierra y necesitaba un lugar y ambiente seco para vivir en él. Como resultado de esto, atacaba todas las vías navegables y destruía las represas que la población local construía.
AXEHANDLE HOUND
El axehandle hound es un perro salvaje con el cuerpo delgado en forma de mango de hacha y una cabeza con la forma de una cabeza de hacha. A pesar de su peligrosa cabeza afilada, el axehandle hound no era conocido por ser mortal. Sin embargo, era una verdadera molestia para los leñadores porque robaba cualquier mango de hacha que estuviera desatendida, almacenándolas lejos para comérselas.
Babe, el buey azul, era una enorme bestia que se dice que medía noventa y tres palmos de altura y cuarenta y dos mangos de hacha de ancho. Se convirtió en el amistoso compañero del mítico leñador, y héroe, Paul Bunyan (ver más abajo: Paul Bunyan). Era tan grande que algunas de las huellas de las pezuñas de sus piernas izquierdas hollaron la tierra, formando enormes agujeros que, al llenarse de lluvia, se convirtieron en lagos. Una vez arrastró una selección de tierra a lo largo, formando el Gran Cañón. Babe, en realidad era blanco, pero se convirtió en azul durante el Invierno de Nieves Azules. Tenía tal obsesión por las tartas y pasteles que, finalmente, éstos fueron la causa su muerte; un día estaba tan hambriento por su inmenso antojo de tartas que se comió los pasteles, mientras todavía se horneaban, tragándose la cocina, junto las tortas, que se quemaron en el estómago del buey y lo mataron.
BALL-TAILED CAT
El ball-tailed cat (“gato cola de bola”) es una de las criaturas temibles proveniente del folklore de los leñadores norteamericanos de finales del siglo XIX e inicios del siglo XX. Comúnmente es descrito con unas características similares a las del león de montaña (o puma), excepto por una cola extremadamente larga en la que hay una masa sólida, bulbosa que utiliza para golpear a su presas. Las historias de ball-tailed cats eran comunes entre los leñadores y existen muchas variaciones del tema, dos de las cuales son el digmaul y el sliver cat (ver más abajo: dingmaul, sliver cat). Este último es distinguible no sólo por tener una bola de lados lisos para golpear a los inconscientes caminantes, sino que además tiene un lado con pinchos para perforar y atacar a sus víctimas.
En tiempos anteriores, este felino sin duda disfrutó de una distribución más amplia que en la actualidad, sin embargo encuestas recientes indican que ahora está confinado al condado de Harney, Oregon, y el condado de Sullivan, Pensylvania. Es un animal de la talla aproximada de un gato salvaje pero con una disposición mucho más agresiva.
Su característica física principal es una pesada bola ósea en el extremo de su cola. Tiene garras al igual que con todos los felinos, por lo que es un excelente escalador, y esta especie tiene el hábito echarse tumbado sigilosamente encima de las ramas de los árboles, y cuando un leñador desprevenido pasa por debajo, el gato cae sobre su víctima y le lo mata golpeándolo con la bola de su cola. En la época de celo el macho utiliza este instrumento para llamar a la hembra golpeando un tronco hueco a modo de tambor.
Esta especie ha ocasionado mucho debate y discusión. A menudo se ha confundido tanto con el sliver cat y el dingmaul. Un estudio cuidadoso de los las características y de los hábitos de las tres especies muestra claramente que éstas no son, de ninguna manera, la misma especie. Es muy posible que todos ellos estén emparentados distanciadamente, y el ball-tailed cat sería una variante menos desarrollada del mismo phylum.
BASSIGATOR
No se sabe nada de la genealogía o los hábitos de este predador de aspecto híbrido, el bassigator. Un encuentro con él en la naturaleza probablemente sería breve y desagradable. Mitad aligator, mitad pez, mide alrededor de 22 pies de longitud y los ojos del tamaño de una pelota de playa, en su hábitat natural tiene que ser un depredador implacable y voraz.
El único ejemplar conocido de bassigator está montado sobre un remolque del barco detrás del UCM Museum, en Abita Springs, Louisiana, protegido de la intemperie por un cobertizo abierto por los lados. Según el cuidador del museo, la criatura está en estado latente, pero todavía vive. A los curiosos visitantes se les recomienda no acercarse demasiado a su poderosa mandíbula dentada. La criatura ha sido bautizada como “Buford el bassigator”.
BILLDAD
El billdad o bildad es una de las criaturas temibles proveniente del folclore de los leñadores norteamericanos de finales del siglo XIX e inicios del siglo XX. El billdad era como una nutria con piernas largas como el canguro, que le permitían saltar hasta 60 pies en el aire, y un pico semejante al del halcón. Vivía en los juncos de los pantanos y se alimentaba de peces, que mataba golpeándolos con su cola.
Criatura temible del suroeste de los Estados Unidos. El cactus cat (o “gato cactus”, si traducimos literalmente su nombre al castellano) es un felino semejante a un lince de pelo espinoso, en el que destacan, en especial, unas largas espinas, gruesas y fuertes, que se extienden desde sus piernas a su cola acorazada y ramificada. Se dice que el cactus cat utiliza unas cuchillas óseas que puede sacar de sus antebrazos, para cortar los cactus durante la noche, permitiendo que el jugo de éstos salga de las plantas, para, unas noches más tarde, volver para beberse ese mismo jugo, que ha fermentado; entonces, ebrio, se dedica a aullar toda la noche, acompañando sus aullidos con el raspado óseo de sus patas delanteras.
Una de las criaturas temibles proveniente del folklore de los leñadores norteamericanos de finales del siglo XIX e inicios del siglo XX. El central american whintosser tiene un cuerpo triangular con un cuello giratorio y una cola corta. Es un animal pequeño que tiene la capacidad de girar alrededor de sí mismo cien veces por minuto. Tiene tres pares de piernas que le ayudan a estabilizarse durante los terremotos que son frecuentes en la región. Estas piernas están posicionadas alrededor de su cuerpo permitiéndole caminar al revés, de lado y en el suelo. Su pelaje es hirsuto y forma una forma triangular. Este animal causa muchos problemas a los humanos y es difícil de matar. La única forma conocida para destruir a la criatura es de atraparla en un tubo o pipa para humos. En este tubo, el whintosser andará en todas las direcciones, rasgándose al hacerlo.
El Columbia river sand squink es una criatura temible proveniente de las historias de cazadores y pastores de ovejas norteamericanos. Vive en las montañas de Washington, y sale sólo de noche. Tiene el cuerpo de un coyote con la forma de un lince. Tiene la cola curvada y tupida de una ardilla y las orejas largas como las de una liebre americana (conocida como jackrabbit). El sand squink baja por el río y come cualquier cosa que pueda encontrar nadando en las aguas. Sin embargo, al Columbia river sand squink le encanta comer anguilas eléctricas y consume muchas a lo largo de su vida. Cuando está hambriento, se siente muy débil y se esconde de otras criaturas. Cuando ha comido, y se siente en la plenitud de sus fuerzas, sale rumbo a tierra en busca de presas más grandes que el pescado que come habitualmente. Acechará a viajeros solitarios apareciendo delante de ellos tocando sus oídos con su cola. Después de haber comido una gran cantidad de anguilas eléctricas, el toque alterno de su cola de un oído a otro, lanza una serie de chispas eléctricas. Esto distrae al viajero que lo sigue y nunca más es vuelto a ver. El Columbia river sand squink construye nidos y pone huevos forrados de baquelita.
El come-at-a-body o jump-at-a-body (que podría traducirse como llega-en-un-cuerpo o salta-en-un-cuerpo) es un pequeñ ser mamífero proveniente de las historias del folklore de los leñadores norteamericanos de finales del siglo XIX e inicios del siglo XX. Semejante a un pequeño cachorro o león, se escondía entre la maleza y, cuando uno menos se lo esperaba, la bestia aparecía de la nada y salía corriendo cargando contra su sorprendida víctima. Sin embargo, entonces, sin darle tiempo a reaccionar, paraba de golpe a unas pocas yardas de su víctima, le lanzaba un terrible rugido y regresaba corriendo allí de donde había salido. No se tiene noticias de que el jump-at-a-body nunca haya, realmente, atacado o hecho daño a nadie.
CUBA
El cuba es una de las criaturas legendarias provenientes de los bosques de Nueva Inglaterra, cuya descripción aparece en “General History of Connecticut, from its first settlement under George Fenwick, to its latest period of amity with Great Britain prior to the Revolution; including a description of the country, and many curious and interesting anecdotes. With an appendix, pointing out the causes of the rebellion in America; together with the particular part taken by the people of Connecticut in its promotion. By a Gentleman of the Province” de Samuel Peters, en el año 1781. El cuba macho tiene el tamaño de un gato grande y posee cuatro colmillos largos y afilados como una navaja de afeitar. Se defiende ferozmente y, si tiene la oportunidad de asestar el primer golpe, puede matar a un perro antes que someterse. La hembra, por el contrario, es pacífica e inofensiva, y depende del macho para su protección; como él tiene más valor que prudencia, ésta siempre le asiste para moderar su temperamento. Ella es capaz de ver el peligro que él no teme; cuando se está preparando para pelear, la hembra le parlotea, y si cree que el peligro es grande, corre hacia él y se aferra sobre el cuello, gritando su extrema angustia, disminuyendo así la ira del macho, y por su consejo ambos huyen a su cueva. Del mismo modo, cuando está encadenado, y se irrita en la mayor rabia por un perro impertinente, la hembra, que nunca está encadenada, se lanza alrededor de su cuello y lo besa, y en medio minuto restaura su calma. El macho es muy tierno de su familia y nunca los abandona hasta que la muerte disuelve la unión. Lo que más señala la magnanimidad de este pequeño animal, es que nunca pone de manifiesto la rabia hacia su mujer, aunque muchas veces resulte demasiado locuaz, y, como consecuencia, algo impertinente hacia él. Se lo considera responsable de gran parte de los ruidos extraños que se escuchan en los bosques.
DEW MINK
El dew mink (que podría traducirse como “visón del rocío”) es una de las criaturas temibles de las historias de los leñadores norteamericanos. La criatura fue vista y descrita en “General History of Connecticut, from its first settlement under George Fenwick, to its latest period of amity with Great Britain prior to the Revolution; including a description of the country, and many curious and interesting anecdotes. With an appendix, pointing out the causes of the rebellion in America; together with the particular part taken by the people of Connecticut in its promotion. By a Gentleman of the Province” de Samuel Peters, en el año 1781. Parece ser una especie de visón que sólo se alimenta de las gotas del rocío.
DEWAYO
El dewayo o dwayyo es descrito como un mamífero bípedo con características similares a las de un lobo, pero la postura y la estatura de un ser humano. Los avistamientos de dewayo se presentan principalmente en West Middletown, Maryland, pero también se han reportado avistamientos en Wolfsville, región Maryland. Parece ser que esta criatura es enemiga del snallygaster (ver más abajo: snallygaster) y estos seres han tenido encuentros violentos que se remontan a los primeros asentamientos humanos en el valle de Middletown.
DING MAUL
El ding maul, también conocido como dingmaul, ding ball o plunkus, es una de las criaturas temibles proveniente del folklore de los leñadores norteamericanos de finales del siglo XIX e inicios del siglo XX. Este ser era un enorme gato que estaba sentado en una gran piedra plana en California; dicha roca ha sido llamada “Ding Maul Rock”. Los ding maul tienen una piel parecida a la del lobo y una expresión triste en su cara. Sus cuerpos son viscosos y se los ha visto sentados en una roca estudiando la tierra de abajo. Tienen una cola que mide el doble de la longitud de su cuerpo. Utilizan esta cola para ahuyentar las moscas y para producir astillas con los que llenar sus nidos o madrigueras. El macho golpea su cola en sus pechos para atraer a la hembra en celo.
El dingmaul es bien conocido en las White Mountains. De hecho, por encima de la línea maderera que se extiende en el collado que hay entre el monte Adams y el monte Jefferson de Presidential Range hay una roca muy visible, plana en su parte superior, que durante muchos años fue llamada Dingmaul Rock (“Roca del Dingmaul”).
Se habla de la existencia de dos variedades distintas de dingmaul: la del noreste y la californiana. Ambas variedades son como gatos, largos, delgados, lisos, con el aspecto de apesadumbrados caballeros con pieles de lobo. Como dijo Irving Conn: “Tiene el cuerpo pegado al suelo como una alfombra barredora”. Sus cuerpos son largos, con patas cortas y fuertes. Su cabeza es redonda, sésil, felina, con orejas peludas y ojos brillantes. Ninguna variedad es perjudicial, pero ambos poseen una naturaleza curiosa, inquisitiva. Son aficionados a tumbarse en lugares abiertos y soleados (la parte superior de la Dingmaul Rock, por ejemplo), y examinan cuidadosamente lo que sucede a su alrededor.
Su cola es muy larga, con frecuencia el doble de la longitud del cuerpo, pero la variedad californiana tiene una bola ósea de tamaño medio en el extremo de la misma, que utiliza para alejar a las moscas, para golpear los árboles muertos para producir suaves astillas para revestir sus nidos o madrigueras, y, en la época de apareamiento el macho la utiliza para golpearse el pecho para llamar a su compañera. La hembra también tiene una bola más oscura que la del macho. Pero ella sólo lo utiliza con él cuando se pone demasiado escandaloso.
El ranger Bill Gott una vez vio un dingmaul de la variedad californiana galopando a lo largo de la cresta de Siskiyous, azotando la bola de su cola de lado a lado, golpeando los árboles con una fuerza tremenda. “Eso”, comentó el ranger Bill, “es el tipo de gato más grande que he visto jamás”.
El grito de la variedad del este es un horrendo gemido espantoso, mientras que la llamada de la variedad del oeste o californiana se asemeja al sonar del rebuzno de un burro. Las hembras de ambas especies invariablemente paren en la cima de una gran roca expuesta.
DINGBAT
Una de las criaturas temibles de los leñadores norteamericanos de finales del siglo XIX y principios del siglo XX. El dingbat es una pequeña criatura voladora, posiblemente un ave, que tenía grandes alas y cuernos en su cabeza. Su pequeño cuerpo estaba cubierto de plumas. El dingbat tenía la capacidad única de comer balas en el aire, y todos aquellos disparos que fallaban su objetivo era a causa de los dingbats.
El dogigator
es un extraño monstruo mitad perro, mitad aligator, conocido como “Darrel el
dogigator”, que se encuentra en el UCM
Museum, en Abita Springs,
Louisiana.
DUNGANVEHOOTER
El dunganvehooter es mamífero proveniente del folklore de los antiguos leñadores norteamericanos. Vivía en Maine y en la península superior de Michigan. Tiene una forma similar a un aligator pero no tiene boca. Sus fosas nasales son muy grandes y tiene unas piernas rechonchas y una poderosa cola corta. No emite ningún ruido, excepto algún bufido. Se alimenta de los leñadores borrachos de ron, emboscándolos desde detrás de algún arbusto. Cuando una persona se tropieza con el dungavenhooter, éste salta y golpea a su presa en el suelo con su cola. Entonces el dungavenhooter salta encima suyo, arriba y abajo, hasta que se producen gases, que inhala a través de sus grandes fosas nasales.
ENGINEER RAT
La rata ingeniera o engineer rat, también conocida como rata de tonelaje o tonnage rat, es una de las criaturas de los viejos cuentos de los leñadores norteamericanos. Vive en las montañas y sale durante los desprendimientos de rocas. Después de un desprendimiento de rocas, reúne las rocas y las coloca de nuevo en su ubicación. La hembra pone unos grandes huevos cuadrados.
El filla-ma-loo, también conocido com filla-ma-loo bird, philamaloo (o philamaloo bird), o phillyloo (phillyloo bird), es una criatura de los mitos de los leñadores norteamericanos. Estas aves tienen una gran aversión al frío y la humedad , ya que fácilmente sufren de reumatismo Cuando enferman de esto, vuelan al revés para curarse.
FLITTERICK
El flitterick (flitter significa rareza) es un miembro de una raza muy rápida de ardillas voladoras capaces de llevar la muerte a cualquier transeúnte que se tropiece con ellas. Esto es, si uno tiene tan mala suerte de coger una entre los ojos a pleno vuelo.
FUNERAL MOUNTAIN TERRASHOT
El funeral mountain terrashot es una de las extrañas criaturas de las que hablaban los leñadores de América del Norte durante el siglo XIX y principios del XX. Fueron vistos por un curioso aldeano amish que los observó viviendo en los prados. Miden alrededor de 6-8 pies de largo y tienen un cuerpo en forma de ataúd. Cuando su número aumenta, se encuentran con que tienen que localizar un nuevo territorio. Entonces emprenden un desastroso viaje por el desierto caminando en una sola fila. Ninguno sobrevive al viaje, ya que no pueden soportar el calor del sol y con el tiempo caen y explotan por el calor intenso.
Este animal da la explicación del origen del nombre de Funeral Range (la cordillera Funeral), California. La criatura tiene un cuerpo semejante a un ataúd, de seis a ocho pies de largo, con una concha recorriendo la longitud de la espalda. Sus cuatro patas son largas y tambaleantes, haciendo que el terrashot se balancee con incertidumbre de lado a lado y hacia delante y hacia atrás a lo largo de su viaje.
La extraña bestia fue avistada por primera vez por algunos emigrantes mormones, que observaron una peculiar procesión peculiar entrando al desierto desde cierto punto de las montañas, que más tarde serían conocidas como las montañas Funeral. También fueron testigo del trágico destino de las criaturas. Uno de los mormones, hizo una investigación sobre el asunto que lo llevó a enterarse de todo lo que se sabe de la terrashot. Parece que el animal vive en los pequeños prados y parques en las partes altas de la cordillera, donde su número va aumentando gradualmente, hasta que por un extraño impulso los impulsa a emigrar. A continuación, se forman largas procesiones y marcha por el desierto, con la evidente intención de cruzar a otras cordilleras que se pueden ver en la distancia, pero ninguno de ellos consigue cruzar a través del desierto. Como se encuentran en las calientes arenas rápidamente se distienden con el calor, y uno tras otro van explotandode forma contundente, dejando profundos agujeros con forma de fosas.
FUR-BEARING TROUT
En realidad, el posible origen de esta historia podría ser el resultado de un simple malentendido. En el siglo XVII, la carta de un inmigrante escocés a sus parientes hacía referencia a que el Nuevo Mundo estaba lleno de “peludos animales y peces” (no nos olvidemos que en inglés el adjetivo antecede al nombre, pudiendo quedar englobados, de esta forma, en la frase, tanto los animales a los que hace referencia la carta, como los peces), seguida de una solicitud por parte del travieso escocés para obtener una muestra de estos “peces peludos”. De hecho, el hongo algodonoso saprolegnia a veces infecta a los peces, haciendo que aparezcan por el cuerpo de éstos penachos filamentosos semejantes a pelos. Una fuerte infección de este hongo tendría como resultado la muerte de los peces, y como el hongo continúa expandiéndose tras la muerte del pez, sus cuerpos pueden llegar a quedar totalmente recubiertos de esta “piel” blanca.
A lo largo de varios museos de curiosidades norteamericanos pueden encontrarse especímenes disecados y montados de estos peces, que han sido confeccionados artificialmente. La piel derivada de una infección del hongo saprolegnia no puede ser preservada por la taxidermia y, además, el pescado recubierto por este hongo generalmente sólo está así después de que ya han comenzado a decaer.
GEE-GEE BIRD
El gee-gee bird es un extraño pájaro reportado y descrito por los soldados americanos de la 2 ª Guerra Mundial que se posicionaron en Alaska. Aunque el pájaro nunca fue visto, se oyó al pájaro haciendo un ruido extraño al paso de su vuelo, emitiendo el siguiente sonido: “Gee-gee-geezus-its-cold” (“Gee-gee-geezus-hace-frío”).
El gillygaloo, también conocido como gillygallo bird, es una de las criaturas temibles proveniente del folklore de los leñadores norteamericanos de finales del siglo XIX de Wisconsin y Minnesota, Estados Unidos. Se decía que esta bestia era un pájaro que construía sus nidos en las laderas de la Pirámide Cuarenta (Pyramid Forty), un edificio construido por el legendario leñador Paul Bunyan. Para impedir que sus huevos rodasen fuera de la gran estructura, evolucionó para poner sus huevos en forma de cubo. Los leñadores aprecian mucho estos huevos, que cuecen para ponerlos duros y usarlos como dados de juego.
GLAWACKUS
GLYPTODONT
GOOFANG
El goofang, a veces nombrado goofgang, es una de las criaturas temibles proveniente del folklore de los leñadores norteamericanos de Wiscosin y Minnesota de finales del siglo XIX e inicios del siglo XX. El goofang era un pez que tenía los ojos extremadamente sensibles, de modo que nadaba hacia atrás para que el agua no dañase sus ojos.
GOOFUS BIRD
El goofus bird (goof significa bobo, por lo que su nombre podría traducirse como pájaro bobo) es una de las criaturas temibles proveniente del folklore de los leñadores norteamericanos de finales del siglo XIX e inicios del siglo XX. Este pájaro de Minnesota y Wisconsin, construye su nido en forma de iglú, con su salida mirando hacia abajo, aunque por alguna razón desconocida por el hombre, sin embargo, los huevos logran permanecer en el nido. El ave también tiene la habilidad de volar hacia atrás para poder ver el paisaje que ha sobrevolado, ya que no le importa tanto a donde va como de donde viene.
GUMBEROO
El gumberoo es una de las criaturas temibles proveniente del folklore de los leñadores norteamericanos de finales del siglo XIX e inicios del siglo XX. Se cuenta que el gumberoo tiene la apariencia de un oso pero carece de pelo, aunque tiene una piel formada por una gruesa capa de cuero. Esta piel es tan gruesa que, la bestia, prácticamente resulta invulnerable a las balas y las flechas. Todo lo que se dispara o lanza contra la criatura, simplemente rebota. Su debilidad es el fuego y esa es la única forma conocida para derrotar al gumberoo.
Existen dos variedades conocidas de este ser, el Cox’s gumberoo (gumberro de Cox) y el Tryon’s gumberoo (gumberoo de Tryon).
El gumberoo de Cox se dice que es un críptido parecido a un oso sin pelo, más alto que un humano medio, similar al bigfoot, que habita en los bosques de los Estados Unidos. Se asemeja un balón de fútbol, y se dice que tiene una piel de cuero gruesa y correosa que sólo puede ser destruida por el fuego. La bestia es mencionada en “Fearsome Creatures of the Lumberwoods, With a Few Desert and Mountain Beasts” de William Thomas Cox.
En la nebulosa región que corre a lo largo de la costa del Pacífico entre Grays Harbor a Humboldt Bay deambula un tipo de criatura que ha causado muchas molestias en los bosques madereros. Es el gumberoo, que, por suerte, es tan raro que sólo una vez cada mucho tiempo se le ve. Se cree que permanece escondido la mayor parte del tiempo en la base de enormes árboles de cedro quemado, de donde sale ocasionalmente para hacer espantosas expediciones de merodeo. Durante estos periodos de actividad, la bestia siempre tiene hambre y devora todo lo que encuentra que se parezca a comida. Puede devorar un caballo entero de una sola sentada, distendiendo el gumberoo de todas sus proporciones, pero sin apaciguar su hambre o causándole la más mínima molestia.
Según se informa, los ejemplares observados son como el carbón negro, pero ello puede ser debido a que los gumberoos están impregnados de las cenizas de la madera carbonizada. El tamaño de la bestia se corresponde estrechamente al de un oso negro, con el que podría ser confundido si no fuera por el hecho de que el gumberoo carece de pelo. Sin duda, tiene cejas prominentes y algunos pelos largos y erizados en su barbilla, pero el cuerpo es liso, duro y brillante y no tiene ni una sola una arruga. El animal es un viajero incansable cuando parte en busca de comida, pero no es rápido en sus movimientos o se molesta en lo más mínimo por la presencia de enemigos. Esto último se explica fácilmente por el hecho de que ningún otro animal dentro de su zona ha encontrado un método exitoso de atacar a un gumberoo o un punto vulnerable en la anatomía de uno. Lo que golpea a la bestia recibe un golpe con la misma fuerza. Su piel elástica lanza y devuelve de nuevo con la misma facilidad la carga de un alce como el ataque de una avispa. Una roca arrojada contra la criatura sale de vuelta hacia el que lo lanzó, y una bala disparada contra su piel es seguro que alcanzará al cazador entre los ojos.
Se cree que la escasez de gumberoos se debe a su carácter combustible y la abundancia de los incendios forestales. El animal se quema como el celuloide, con fuerza explosiva. Con frecuencia, durante y después de un incendio forestal en el duro cedro cerca de Coos Bay, los leñadores insistían en que habían escuchado fuertes sonidos muy diferentes al de la caída de árboles, y que se detectaba un olor a goma quemada en el aire.
Más extraño es el gumberoo de Tryon, un animal poco común, nunca lo suficientemente conocido y jamás autentificado. Paul Bunyan a menudo se encontró con ellos en el lugar conocido como Upside Down. Su descripción, dada personalmente al sr. Tyron, fue la siguiente: “Un cuerpo barrigón, casi exactamente igual que la estufa de barracón, hasta la compuerta umbilical, cubierto por una apretada piel dura, negra y brillante; un par de largos y potentes antebrazos parecidos al de un mono, y una cabeza algo redondeada y sin cuello. Su cabeza está establecida justo debajo de los hombros como la de un sapo saltador en un lugar fresco. Tiene tres patas traseras inclinadas, cada una con un pie con garras sujetando una bola de hierro, al igual que una estufa de hierro. Estas patas traseras son inútiles para correr, pero le sirven para vadear los vertederos o botaderos. Para los viajes reales tiene ocho pares de piernas elásticas y fuertes ubicadas alrededor de la cintura. Con éstas es bastante rápido. Irá a la cima de una colina moviéndose de rama en rama con sus patas delanteras, y luego tirar a sí mismo a una yarda o dos, cayendo de lado sobre las piernas medias y rodar una y otra vez rodando colina abajo, moviéndose más rápido de lo que el ojo es capaz ver . Es por eso que es observado tan raramente. Las pieles de las patas del medio son utilizadas para hacer finas botas de agua, pero ahora son muy escasas”.
El gumberoo de Tryon se encuentra generalmente en tierras quemadas. Prácticamente un animal indestructible. Las balas rebotaban siempre de su piel tensa, pero el calor hacía que se hinchasen y explotasen. S.W. Allen fotografió un gumberoo de este tipo, pero el negativo fotográfico explotó.
GUYASCUTUS
El guyascutus es una de las criaturas temibles más populares proveniente del folklore de los leñadores norteamericanos de finales del siglo XIX e inicios del siglo XX, por lo que es conocido por una gran cantidad de nombres distintos, aparte del ya mencionado: cutercurse, cuter-cuss, godphro, godaphro, gouger, guyanoosa, gwinter, hunkus, lunkus, mountain stem-winder, prock, prock gwinter, sidehill-dodger, sidehill-ganger, rickaboo racker, rockabore, sawger, sideswipe y sidewinder.
A veces se describe al guyascutus como un ciervo con orejas de conejo y colmillos, mientras que por otro lado también se lo ha descrito como una especie de lagarto gigante. Se caracteriza por tener unas piernas, las piernas derechas o izquierdas, unas más cortas que las otras, lo que le da la capacidad de caminar fácilmente en un terreno inclinado, montañoso y rocoso. Además se balanceaba desde los árboles con una poderosa cola. Una historia cuenta que una vez el guyascutus formaba parte de un espectáculo de animales salvajes en un circo. Mucha gente pagó para verlo, pero los artistas circenses advirtieron que el guyascutus había escapado y la gente huyó atemorizada, aunque los artistas fueron capaces de sacar muy buen provecho de todas sus recaudaciones. Otra historia cuenta que un granjero fue capaz de cruzar a la bestia con sus ovejas, produciendo un animal doméstico que andaba fácilmente por las fincas montañosas, pero que era lento en los caminos planos.
Existe otra criatura mítica conocida como guyascutus que es mucho más aterradora que la mencionada anteriormente. El otro guyascutus es una criatura de cola anillada que tienden a perseguir a los seres humanos.
HANGDOWN
El hangdown es un estúpido bicho que recibe su nombre a causa de su curiosa costumbre de ir colgado boca abajo (hang down significa, literalmente, colgar boca abajo) en las ramas de los árboles. Esta desafortunada característica convierte a esta criatura en un blanco fácil para los cazadores de pieles.
HIDEBEHIND
El hidebehind (o “escondeatrás”, si traducimos su nombre literalmente al castellano) es una de las criaturas temibles más terroríficas de las provenientes del folklore de los leñadores norteamericanos de finales del siglo XIX e inicios del siglo XX. No existe descripción alguna de esta criatura y nadie la ha visto nunca. Emite un extraño ruido, pero tan pronto como uno se da la vuelta para contemplar a su alrededor, el hidebehind se esconde detrás de un tronco o un árbol. Era una bestia depredadora que se escondía y acechaba alrededor de las hogueras y fogatas de campamento hasta que una persona estaba sola el tiempo suficiente como para que la bestia lo agarrase y lo devorase.
Una criatura de los cuentos de los leñadores norteamericanos. El hodag tenía unos cuernos muy largos y la cola con una fila de puntas espinosas que también sobresalían de su espalda. Vivía en pantanos donde acechaban a sus presas, incluyendo a los seres humanos. Sin embargo, el hodag tenía un defecto importante, ya que debido a sus espinas no podía dormir de lado, ya que si lo hacía así podía atascarse en la maleza del suelo. En vez de eso, para dormir se apoyaba en el tronco de algún árbol, aunque algunos leñadores habían observado que algunos árboles cercanos al pantano de una hodag estaban inclinados y cuando éste se apoyaba para dormir, tanto árbol como animal caían. Incapaz de levantarse con sus propias espinas clavadas en el suelo, el animal podía ser fácilmente asesinado.
El hodag es un animal ficticio de Wisconsin, Estados Unidos, englobado dentro del grupo de las criaturas temibles. Por lo menos hay tres tipos diferentes de esta criatura.
La primera variedad, el black hodag (“hodag negro”) fue la primera en ser descubierta, siendo hallada en los bosques del norte de Wisconsin en 1893, cerca de Rhinelander, por Eugene Simeón Shepard (o Sheppard, según algunas fuentes). Es el hodag más grande y feroz de los tres tipos conocidos, midiendo alrededor de 2,5 metros (7 pies) o más de largo y 1 metro (3 pies) de alto del suelo al hombro, con un peso aproximado de 80 kg (185 libras). Está cubierto de pelaje negro, y tiene espinas a lo largo de su espalda y dos cuernos en su cabeza. Poco después, en 1896, Shepard capturó esta feroz bestia, invitando a mucha gente a su casa de Rhinelander. Allí, Shepard llevaba un traje blanco liso para saludar a los huéspedes. Se oían ruidos que llegaban desde el sótano de su casa, y ante la curiosidad de los invitados, Eugene les dijo que iba a ver al hodag. Se oyeron gritos y chillidos, y poco después entró en el sótano. Cuando volvió de nuevo, su traje estaba desgarrado y ensangrentado, y parecía un desastre. Se descubrió que él mismo hizo una grabación de un ataque, y que tenía el traje blanco destruido en el sótano, en el que se cambió durante ese tiempo en el que presuntamente entró a ver al hodag.
Sin embargo, las leyendas e historias del black hodag ya se contaban de principios de siglo XIX entre los leñadores de la zona. Según ellos, el hodag había surgido de las cenizas de un buey; en algunas leyendas incluso se decía que era el buey de Paul Bunyan, Babe, que fue quemado durante siete años para limpiar su alma de la maldición lanzada contra él por su amo y los leñadores. El alma del buey surgió de las cenizas exudando un olor fétido. Según se dice, ha habido más de 50 avistamientos confirmados del hodag en y alrededor de Rhinelander, Wisconsin.
Las noticias de la época de su descubrimiento clamaban que el hodag tenía la cabeza de un toro, el rostro sonriente de un hombre gigante, cortas piernas gruesas cortas armadas de enormes garras, la espalda de un dinosaurio, y una larga cola acabada en forma de lanza en el final.
El hodag es una especie de símbolo no oficial de la región circundante de Rhinelander. El sitio web oficial de la ciudad dice que Rhinelander es “la Casa del Hodag”. El hodag es la mascota de la Escuela Secundaria de Rhinelander y presta su nombre e imagen para el Hodag Country Festival, un festival anual de música country, que es uno de los mayores eventos de la comunidad de Rhinelander.
La bestia también ha sido adoptada como mascota del equipo de la Universidad Wisconsin-Madison del equipo de Ultimate de hombres, que ganó su primer campeonato nacional en 2003, y su segundo campeonato nacional en 2007. Logo del hodag adorna los uniformes del equipo, así como gorras, viseras y bandas para la cabeza. También son frecuentes, entre los alumnos tatuarse el hodag. El equipo terminó en segundo lugar en la nación en 2006 y regularmente es considerado uno de los mejores equipos del país.
El sidehill dodge hodag, quizás también conocido como el cyascutus, habita en las colinas y acantilados del suroeste de Wisconsin. Ha evolucionado para tener las piernas más largas en un lado que el otro, de modo que pueda caminar más fácilmente a través de las colinas, con las piernas más cortas en el lado ascendente y las más largas en el lado descendente. Aunque, por supuesto, esto sólo le ayuda a ir en una dirección a través de la colina. Tiene el tamaño aproximado de un ciervo de cola blanca. Vive de una dieta de rocas de ladera, y tiene una cola con púas similar a la del black hodag.
El sidehill dodge hodag puede ser un pariente del sidehill gouger, o posiblemente los haggis salvajes y dahu europeos.
El cave hodag es el hodag más pequeño de todos, y parece tener una ligera modificación evolutiva del sidehill dodge hodag, con al menos tres ojos que brillan intensamente para que pueda ver en las cuevas del suroeste de Wisconsin. Ha visto a través gran parte del territorio de los Estados Unidos, con avistamientos en Virginia, el este de West Virginia, Tennessee, Kentucky, Indiana, y las montañas de Ozark en Missouri y Arkansas. En estos estados, se limita a las zonas con cuevas presentes, por lo general las que tienen formaciones de piedra caliza. También hay rumores de posibles avistamientos de cave hodags en las montañas del Pirineo, en Europa. Se ha sugerido que el sidehill dodge hodag se haya retirado a las cuevas para escapar de la civilización invasora o la intensiva tala de bosques, lo que quizás también explique su migración a otras áreas.
El shovel-nose hodag o Cox’s hodag (“hodag nariz de pala” o “hodag de Cox”), probablemente es el más grande de todos los hodags. Este hodag se describe en “Fearsome Creatures of the Lumberwoods, With a Few Desert and Mountain Beasts (1910)” de William T. Cox. Dice que tiene el tamaño aproximado de un rinoceronte, siendo muy inteligente. Su cuerpo pelado dio origen a los patrones de la ropa de Mackinaw, utilizada en los bosques de madera. En la nariz del hodag, en lugar de un cuerno hay un gran crecimiento del hueso en forma de pala, con unas falanges peculiares, que se extienden hacia arriba en la parte frontal del ojo, por lo que sólo puede ver hacia arriba. Este crecimiento en forma de pala es usado de palanca para tumbar los árboles que contienen su comida favorita, puerco espín, del que este tipo de hodag devora primero la cabeza. También es de destacar su peculiar costumbre de cubrirse durante el otoño con un espeso manto de hojas de colores que utiliza para mantenerse caliente durante el duro invierno. Su área de distribución cubre únicamente los estados de Wisconsin y Minnesota.
HOOP SNAKE
El hoopajuba es una de las criaturas temibles proveniente del folklore de los leñadores norteamericanos de finales del siglo XIX e inicios del siglo XX. Se trata de un extraño pez que vive en el fondo de los lagos y al que le encanta comer gusanos del lodo. Usualmente se atrapa hoopajubas porque los pescadores lo consideran un manjar delicioso, pero sólo hay una manera conocida para atraparlos. En primer lugar, hay que remar hacia el centro de un lago, que es el lugar donde viven estos peces, y allí se perfora un agujero en el fondo de las aguas donde vive el pez. A continuación, uno tiene que remar hacia la orilla y esconderse, y desde allí se emite el sonido de los gusanos de lodo en voz alta y con claridad. El hoopajuba escuchará el sonido e irá nadando hacia él. Una vez en tierra, el pez mantiene su cola atrapada firmemente en su boca y girará como una rueda hacia el sonido. Cuando el hoopajuba está cerca, el pescador debe meter el brazo a través del agujero formado por el aro, y ya podrá introducir al hoopajuba en la canasta de pesca. Así se pesca un hoopajuba.
HOOT PECKER
HUGAG
El hugag es un animal enorme de los Estados de los Grandes Lagos. Su distribución incluye oeste de Wisconsin, el norte de Minnesota y un territorio que se extiende indefinidamente hacia el norte, entre las selvas canadienses, hasta la Bahía de Hudson. El tamaño del hugag puede ser comparado al de un alce, y su forma se asemeja en algo a ese animal. Sin embargo, el hugag tiene unas piernas carentes de articulaciones, lo que obliga al animal a permanecer siempre de pie, y su labio superior es muy largo, lo que le impide el pastoreo. Si pretende alimentarse debe dejar su labio superior recorriendo la suciedad. La cabeza y el cuello de este animal son coriáceos y sin pelo, las orejas extrañamente onduladas descansan hacia atrás, sus pies poseen cuatro dedos, tiene una cola larga y tupida, y un pelaje lanudo que le dan un aspecto inconfundiblemente prehistórico. El hugag tiene una manía perfecta para viajar, y algunos cazadores que han seguido su camino nunca han encontrado a la bestia ni regresado al campamento. Se ha informado de que el hogag camina hacia adelante durante todo el día, entre las ramas y hojedas, dejándose su labio alrededor de los árboles, pelando sus cortezas como golosinas cuando tiene la ocasión, y por la noche, ya que no puede acostarse, se apoya contra un árbol, apoyándose sobre sus patas traseras y marcando el paso con las delanteras. Los cazadores de hugag más exitosos han adoptado la práctica de hacer muescas en los árboles hasta que estén a punto de caer, y cuando el hugag se apoya contra uno con todo su peso para descansar, tanto el árbol como el animal caen. En esa situación de indefensión es despachado con facilidad. El último hugag muerto, por lo que se sabe, fue en el río Turtle, en el norte de Minnesota, donde un ejemplar joven, que pesaba 1.800 libras (800 kilos), fue encontrado atascado en el barro. Fue golpeado en la cabeza por Mike Flynn, de Cass Lake.
HUMILITY
HYAMPON HOG BEAR
En el territorio que va desde la desembocadura del río Columbia hacia el sur hasta el Klamath, los leñadores informaban de la existencia de un oso conocido como el hyampom hog bear o, simplemente hog bear (“oso cerdo”). Este animal es pequeño, de nariz afilada, una variedad de pelo rizado del oso negro y el oso marrón de la Cordillera de la Costa (Coast Ranges), pero no debe confundirse con la peaked-heel cinnamon.
Para apreciar la importancia de este animal se debe recordar que los ranchos de cerdos son comunes en el noroeste de California. Esta región está particularmente adaptada para cría de cerdos, y la industria porcina resultaría atractiva y muy rentable si no fuera por la existencia del hog bear. Las laderas de las montañas están cubiertas de robles achaparrados y rastreros que producen cultivos prodigiosos de unas bellotas dulces y muy nutritivas. Estos robles, naturalmente, maduran antes en las laderas más bajas, donde los cerdos jóvenes comienzan a alimentarse. Cuando las bellotas comienzan a madurar más arriba, en las laderas, los cerdos ascienden a la montaña, cada semana los cerdos van ascendiendo unos cientos de metros más arriba y muchos kilos más gordos. Hacia Navidad, las últimas bellotas maduran en las laderas más altas, y los cerdos se han vuelto tan gordos que sus piernas apenas llegan al suelo, y la menor de las sacudidas es todo lo que el hog bear necesita para hacer su destructiva labor, ya que entonces los cerdos caen rodando impotentes. El hog bear, entonces, rueda a lo largo de la montaña, y antes de que el ganadero tenga tiempo para llevarse a los cerdos, el hog bear encuentra a los cerdos tan rellenos y tan impotentemente gordos que hace un solo mordisco a la parte posterior de cada uno, dejando a los cerdos chillando en agonía y al ganadero jurando rabioso.
Al examinar la madera de un afluente del río Klamath, California, el señor Eugene S. Bruce, de los Servicios Forestales, capturó un cachorro de hog bear, que presentó al Zoológico Nacional en Washington. Su desarrollo y disposición fue observado con interés por los miembros de la Biological Survey (Estudios Biológicos).
JACKALOPE
El jackalope, una de las criaturas temibles más populares, es también conocido como antelabbit, horn bunny, stag-bunny o, en castellano, como conejílope, es un conejo con cuernos de ciervo o antílope de las viejas historias contadas por los leñadores de finales del siglo XIX e inicios del siglo XX. Los conejílopes tienen la habilidad de imitar diferentes sonidos que utiliza para evadirse de sus perseguidores. Es extremadamente tímido y nunca ha sido capturado. Parece ser una invención de Douglas Wyoming que creó la idea de este animal con fines de entretenimiento para su familia. Una explicación científica explica que la leyenda de los conejílopes puede haber nacido del avistamiento de conejos infectados por un extraño virus que causa el crecimiento córneo en su cuerpo (especialmente de la cabeza), formando extrañas malformaciones semejantes a cuernos o protuberancias óseas.
El diablo de Jersey o demonio de Jersey, conocido como Jersey devil, es una criatura perteneciente a la cultura popular
estadounidense. A menudo se la describe a menudo como un bípedo volador con
pezuñas, pero hay muchas variaciones sobre el resto de su descripción. La más
común es la de una criatura similar a un canguro con la cara de un caballo, la
cabeza de un perro, cuernos sobre la cabeza, alas correosas de murciélago, unos
pequeños brazos terminados en manos con garras, pezuñas hendidas y una cola
bifurcada. Se ha informado que puede moverse rápidamente para evitar el
contacto humano, y a menudo se le describe como capaz de emitir un espeluznante
grito.
Hay muchos posibles orígenes sobre la leyenda del diablo de Jersey. Las leyendas más antiguas ya se remontan al folklore nativo norteamericano. Las tribus Lenni Lenape llamaron el área alrededor de Pine Barrens (lugar en que se sitúa popularmente al diablo de Jersey) “Popuessing”, que significa “lugar del dragón”. Los exploradores suecos que más tarde llegaron a estas tierras, lo llamaron “Drake Kill”, siendo “Drake” la palabra sueca para dragón, y “Kill”, canal o brazo de mar (río, arroyo, etc.).
El origen más aceptado de la historia, en lo que se refiere a los residentes de Nueva Jersey, se inicia así: “Se dice que la madre Leeds tuvo 13 hijos. Después de dar a luz a su hijo número 12, declaró que si tuviera otro, sería el mismo Diablo. En 1735, Madre Leeds entró en trabajo de parto de su treceava criatura en una noche tormentosa. Reunidos en torno a ella estaban sus amigos. Madre Leeds era supuestamente una bruja y el padre del niño era el mismo Diablo. El niño nació normal, pero luego cambió de forma, pasando a tener el aspecto de un bebé normal al de una criatura con pezuñas, cabeza de caballo, alas de murciélago y una cola bifurcada. Gruñó y gritó, y luego mató a la partera antes de volar a través del hueco de la chimenea. Recorrió las aldeas y después se dirigió hacia los pinos. En 1740 un clero exorcizó al demonio por 100 años y no fue visto de nuevo hasta 1890.”
Madre Leeds ha sido identificado por algunos como Deborah Leeds. Esta identificación puede haber ganado credibilidad por el hecho de que el marido de Deborah Leeds, Leeds Japhet, nombró a doce hijos en el testamento que escribió en 1736, hecho que es compatible con la leyenda de que el diablo de Jersey es el decimotercer hijo nacido de Madre Leeds. Deborah y Japhet Leeds vivieron en la sección de Point Leeds, lo que es ahora Atlantic County, New Jersey, que es el área donde comúnmente se desarrolla la historia del Diablo de Jersey.
Presuntamente ha habido muchos avistamientos y sucesos relacionados con el diablo de Jersey. Según la leyenda, durante una visita a la fábrica Hanover Mill Works para inspeccionar las balas de cañón que estaban siendo forjadas, el comodoro Stephen Decatur avisto una criatura voladora que batía sus alas y disparó una bala de cañón directamente sobre ella que no le causo ningún efecto. Se afirma que José Bonaparte, el hermano mayor de Napoleón, avistó al diablo de Jersey mientras cazaba en Bordentown, Nueva Jersey, en el año de 1820. En 1840, el diablo fue culpado de los asesinatos de varios animales. Ataques similares se registraron en 1841, acompañado de rastros y gritos atribuidos al diablo. Durante la semana del 16 al 23 de enero de 1909, los periódicos de la época publicaron centenares de encuentros atribuidos al diablo de Jersey en todo el estado de Jersey. Entre los supuestos encuentros publicados esa semana estaba la afirmación de que la criatura había atacado un tranvía en Haddon Heights y un club social en Camden. La policía de Camden y Bristol, Pennsylvania, supuestamente dispararon contra la criatura sin causarle ningún efecto. Otros informes se referían inicialmente a huellas sin identificar en la nieve, pero pronto avistamientos de criaturas parecidas al diablo de Jersey se reportaron al sur de Jersey y en sitios tan lejanos como Delaware. La cobertura periodística produjo pánico en todo el Valle de Delaware, lo que provocó que varias escuelas cerraran y que los trabajadores decidieran quedarse en casa. Durante este período, surgió el rumor que el Zoológico de Filadelfia había ofrecido una recompensa de 10.000 dólares por la captura de la criatura. La supuesta oferta provocó una serie de bromas y fraudes, incluyendo un canguro con alas falsas. Los restos de un cadáver que coincidían con la descripción del diablo de Jersey aparecieron en Greenwich en diciembre de 1925. Un granjero local le disparó a un animal no identificado mientras intentaba robar sus pollos. Después, él afirmó que ninguna de las 100 personas que lo vieron logró identificar de qué especie de animal se trataba. El 27 de julio de 1937, un animal desconocido, con ojos rojos, fue visto por los residentes de Downingtown, Pennsylvania, y fue comparado con el diablo de Jersey por un reportero del Pennsylvania Bulletin. En 1951, un grupo de niños de Gibbstown, Nueva Jersey, afirmaron haber visto un monstruo que coincidía con la apariencia del diablo. Los restos de un cadáver que coincidía con la descripción del diablo de Jersey aparecieron en 1957. En 1960, se encontraron rastros y se escucharon ruidos cerca de Mays Landing, Nueva Jersey, que fueron relacionados con el diablo de Jersey. Durante el mismo año, los comerciantes de todo Camden ofrecieron una recompensa de 10.000 dólares por la captura del diablo de Jersey, incluso prometieron construir un zoológico privado para albergar a la criatura si esta era capturada con vida.
Los escépticos creen que el diablo de Jersey no es más que una manifestación creativa de los colonos ingleses, una de las muchas historias de misterio que circulan a modo de leyenda, creadas y contadas a los por los aburridos residentes de Barren Pine como una forma de entretenimiento para los niños, y los rumores que surgen de la percepción negativa de la población local de pueblerinos. De acuerdo con Brian Dunning de Skeptoid, los cuentos populares del diablo de Jersey anteriores a 1909 lo llamaban el Diablo Leeds.
Los criptozoólogos creen que el diablo de Jersey podría ser una especie no clasificada de animal, ya que sus presuntos avistamientos han sido realmente abundantes, y esta criatura instintivamente parece temer y tratar de evitar a los humanos. En apoyo a sus hipótesis, dicen que existen similitudes generales en la apariencia de la criatura (cabeza de caballo, cuello y cola largos, alas de piel, pezuñas hendidas, grito que hiela la sangre), en todas las descripciones, y que las únicas variables son la altura y el color, considerando que es más probable que una especie pueda subsistir durante un lapso de varios cientos de años, en vez de la existencia de un criatura que vive sola desde hace más de 500 años.
La
joint snake o “serpiente de ensambladura”, es uno de los seres más peculiares
dentro del conjunto de las criaturas temibles y, definitivamente, uno de las
más extraños. A pesar de ser una
serpiente completa, si es
amenazada por algún peligro se desmiembra de diversas de piezas pequeñas,
y cada pieza culebrea hacia un escondite hasta
que la amenaza ha pasado. Entonces,
las piezas de la serpiente vuelven a reunirse culebreando y con
unos pequeños ganchitos vuelven a unirse para formar de nuevo la joint snake.
Si se coloca una navaja de bolsillo en lugar de una de las piezas de la serpiente, la joint snake ensambla
el cuchillo como una parte más de su cuerpo. Lo más probable es que la leyenda de la joint snake derive de una
especie de lagarto sin patas que
puede regenerar partes perdidas de su cuerpo, comúnmente conocida como glass snake.Hay muchos posibles orígenes sobre la leyenda del diablo de Jersey. Las leyendas más antiguas ya se remontan al folklore nativo norteamericano. Las tribus Lenni Lenape llamaron el área alrededor de Pine Barrens (lugar en que se sitúa popularmente al diablo de Jersey) “Popuessing”, que significa “lugar del dragón”. Los exploradores suecos que más tarde llegaron a estas tierras, lo llamaron “Drake Kill”, siendo “Drake” la palabra sueca para dragón, y “Kill”, canal o brazo de mar (río, arroyo, etc.).
El origen más aceptado de la historia, en lo que se refiere a los residentes de Nueva Jersey, se inicia así: “Se dice que la madre Leeds tuvo 13 hijos. Después de dar a luz a su hijo número 12, declaró que si tuviera otro, sería el mismo Diablo. En 1735, Madre Leeds entró en trabajo de parto de su treceava criatura en una noche tormentosa. Reunidos en torno a ella estaban sus amigos. Madre Leeds era supuestamente una bruja y el padre del niño era el mismo Diablo. El niño nació normal, pero luego cambió de forma, pasando a tener el aspecto de un bebé normal al de una criatura con pezuñas, cabeza de caballo, alas de murciélago y una cola bifurcada. Gruñó y gritó, y luego mató a la partera antes de volar a través del hueco de la chimenea. Recorrió las aldeas y después se dirigió hacia los pinos. En 1740 un clero exorcizó al demonio por 100 años y no fue visto de nuevo hasta 1890.”
Madre Leeds ha sido identificado por algunos como Deborah Leeds. Esta identificación puede haber ganado credibilidad por el hecho de que el marido de Deborah Leeds, Leeds Japhet, nombró a doce hijos en el testamento que escribió en 1736, hecho que es compatible con la leyenda de que el diablo de Jersey es el decimotercer hijo nacido de Madre Leeds. Deborah y Japhet Leeds vivieron en la sección de Point Leeds, lo que es ahora Atlantic County, New Jersey, que es el área donde comúnmente se desarrolla la historia del Diablo de Jersey.
Presuntamente ha habido muchos avistamientos y sucesos relacionados con el diablo de Jersey. Según la leyenda, durante una visita a la fábrica Hanover Mill Works para inspeccionar las balas de cañón que estaban siendo forjadas, el comodoro Stephen Decatur avisto una criatura voladora que batía sus alas y disparó una bala de cañón directamente sobre ella que no le causo ningún efecto. Se afirma que José Bonaparte, el hermano mayor de Napoleón, avistó al diablo de Jersey mientras cazaba en Bordentown, Nueva Jersey, en el año de 1820. En 1840, el diablo fue culpado de los asesinatos de varios animales. Ataques similares se registraron en 1841, acompañado de rastros y gritos atribuidos al diablo. Durante la semana del 16 al 23 de enero de 1909, los periódicos de la época publicaron centenares de encuentros atribuidos al diablo de Jersey en todo el estado de Jersey. Entre los supuestos encuentros publicados esa semana estaba la afirmación de que la criatura había atacado un tranvía en Haddon Heights y un club social en Camden. La policía de Camden y Bristol, Pennsylvania, supuestamente dispararon contra la criatura sin causarle ningún efecto. Otros informes se referían inicialmente a huellas sin identificar en la nieve, pero pronto avistamientos de criaturas parecidas al diablo de Jersey se reportaron al sur de Jersey y en sitios tan lejanos como Delaware. La cobertura periodística produjo pánico en todo el Valle de Delaware, lo que provocó que varias escuelas cerraran y que los trabajadores decidieran quedarse en casa. Durante este período, surgió el rumor que el Zoológico de Filadelfia había ofrecido una recompensa de 10.000 dólares por la captura de la criatura. La supuesta oferta provocó una serie de bromas y fraudes, incluyendo un canguro con alas falsas. Los restos de un cadáver que coincidían con la descripción del diablo de Jersey aparecieron en Greenwich en diciembre de 1925. Un granjero local le disparó a un animal no identificado mientras intentaba robar sus pollos. Después, él afirmó que ninguna de las 100 personas que lo vieron logró identificar de qué especie de animal se trataba. El 27 de julio de 1937, un animal desconocido, con ojos rojos, fue visto por los residentes de Downingtown, Pennsylvania, y fue comparado con el diablo de Jersey por un reportero del Pennsylvania Bulletin. En 1951, un grupo de niños de Gibbstown, Nueva Jersey, afirmaron haber visto un monstruo que coincidía con la apariencia del diablo. Los restos de un cadáver que coincidía con la descripción del diablo de Jersey aparecieron en 1957. En 1960, se encontraron rastros y se escucharon ruidos cerca de Mays Landing, Nueva Jersey, que fueron relacionados con el diablo de Jersey. Durante el mismo año, los comerciantes de todo Camden ofrecieron una recompensa de 10.000 dólares por la captura del diablo de Jersey, incluso prometieron construir un zoológico privado para albergar a la criatura si esta era capturada con vida.
Los escépticos creen que el diablo de Jersey no es más que una manifestación creativa de los colonos ingleses, una de las muchas historias de misterio que circulan a modo de leyenda, creadas y contadas a los por los aburridos residentes de Barren Pine como una forma de entretenimiento para los niños, y los rumores que surgen de la percepción negativa de la población local de pueblerinos. De acuerdo con Brian Dunning de Skeptoid, los cuentos populares del diablo de Jersey anteriores a 1909 lo llamaban el Diablo Leeds.
Los criptozoólogos creen que el diablo de Jersey podría ser una especie no clasificada de animal, ya que sus presuntos avistamientos han sido realmente abundantes, y esta criatura instintivamente parece temer y tratar de evitar a los humanos. En apoyo a sus hipótesis, dicen que existen similitudes generales en la apariencia de la criatura (cabeza de caballo, cuello y cola largos, alas de piel, pezuñas hendidas, grito que hiela la sangre), en todas las descripciones, y que las únicas variables son la altura y el color, considerando que es más probable que una especie pueda subsistir durante un lapso de varios cientos de años, en vez de la existencia de un criatura que vive sola desde hace más de 500 años.
JOINT SNAKE
KICKLE SNIFTER
LEPROCAUN
Durante los primeros tiempos del Alto Canadá, antes de que éste se convirtiese en la provincia de Ontario, se llevaron varios jóvenes leprocauns del norte de Irlanda a un campamento maderero del río Madawaska. Este animal ya era raro de por sí, pero se decía que durante la última hambruna en Irlanda, los hambrientos irlandeses mataron y se comieron los pocos ejemplares que quedaban de esta extraña bestia, por lo que se había extinguido en su tierra natal.
En los pantanos, marismas y cenagales de Irlanda, el leprocaun era una criatura inofensiva, célebre por su alegría, bromas y travesuras. Brincaba a través de los pantanos y marismas, daba volteretas, y saltaba por encima de los montículos con agilidad asombrosa. Una de sus bromas favoritas consistía en perforar un montón de turba seca y entonces, con una súbita sacudida, enviar los terrones de turba al aire haciendo que la conmoción subsiguiente pareciera un pequeño ciclón. Este tipo de inocentes fechorías eran lo normal en Irlanda, pero cuando el animal fue llevado a Canadá su disposición, a su vez, cambió. Las mascotas de Madawaska escaparon a los cercanos cenagales y pantanos de alerces, aumentando en número y extendiéndose hasta el punto en que podían ser vistos ocasionalmente desde la parte superior de Ottawa hasta el norte de Michigan. Furtivamente, a través de los alerces o cedros, saltando a través de los musgos en busca de alimento, el leprocaun se convirtió en una criatura a la que temer y evitar. Los carreteros que llevaban suministros y provisiones por esos caminos pantanosos eran atacados por este animal, que se abalanzaba sobre el cargamento, cerrando sus dientes sobre el conductor, atacándolo con sus malvadas garras. La única opción de supervivencia del conductor era abandonar todo el cargamento y equipo a su suerte, y huir precipitadamente a través de la espesura de enredados alerces, agradeciendo su buena estrella por haber podido escapar, ya que ni el leprocaun es rival para un hombre asustado.
LUCIVE
LUEBKER EAGLE
LUFFERLANG
El moskitto, también conocido como miskitto, es una de las criaturas temibles proveniente del folklore de los leñadores norteamericanos de Wiscosin y Minnesota de finales del siglo XIX e inicios del siglo XX. Era una enorme criatura de los pantanos, especialmente activa en los veranos. Parece ser que los miskittos a los que se enfrentó el héroe local Paul Bunyan (ver: Paul Bunyan), eran un híbrido terrorífico producido por el cruce de los Arkansas snipes (ver: Arkansas snipe) y una especie de abejorros proveniente de Texas (o Australia, según quién lo cuente), por lo que poseían un aguijón en cada lado. Los miskittos son confundidos frecuentemente con aves, y son tan grandes que pueden estar a horcajadas sobre el río Chippewa, donde capturan a los leñadores que conducen los montones de troncos que flotan río abajo.
MUGWUMP
Old Spider Legs (viejas piernas de araña), también conocido como Eight-legged Horse (caballo de ocho piernas), era una extraña criatura que fue avistada en América durante el siglo XIX por un leñador. A medida que viajaba por el bosque, oyó un ruido de galopes rápidos y numerosos. A continuación, tuvo una visión clara de un caballo que tenía ocho patas colocadas como las piernas de una araña. El hombre montó su caballo y persiguió a la bestia, pero no pudo mantener el ritmo y perdió de vista. Muchos la han oído desde entonces, pero ninguno la ha visto de nuevo.
Paul Bunyan es el famoso leñador gigante de América del Norte, el Rey de los Madereros de los Estados Unidos de América, que logró muchas hazañas en su vida. Aunque no se puede considerar a Paul Bunyan como una “fearsome critter”, su inclusión en esta lista se debe a tres hechos: es el personaje más representativo de las leyendas locales de leñadores norteamericanos, tiene unos atributos únicos y legendarios y, por último, en sus aventuras llegó a encontrarse algunas criaturas temibles. Paul Bunyan tenía una mascota, Babe, el buey azul (ver: Babe, the blue ox), y tuvo muchos compañeros de aventuras, como Brimstone Bill, Johnny Inkslinger y Sourdough Sam. Su dulce amor era Lucettee. En conjunto, Paul Bunyan talló y creó muchas de las características topográficas de los Estados Unidos, como el Gran Cañón, el estrecho de Puget (conocido como Puget Sound) y los lagos de Oregon, en Michigan. Junto a su equipo, éstas fueron tareas que no le resultó muy difícil cumplir. Cuando nació, hicieron falta cinco cigüeñas para llevarlo y dejarlo caer por la chimenea (normalmente una cigüeña podía llevar a varios bebés en un solo vuelo). Cuando tuvo la edad suficiente para batir las palmas, éstas eran tan fuertes, que las vibraciones causadas rompieron todas las ventanas de la casa. Cuando se convirtió en un adulto, conoció a Babe, el buey azul, y juntos cavaron el Gran Cañón. Cuando dormía, dormía profundamente, y si rodaba durante su sueño, aplastaba y derribaba muchos árboles. A la Armada Inglesa le hicieron falta siete disparos de balas de cañón para despertarlo. Un día, Paul Bunyan apiló un montón de rocas para apagar una hoguera de campamento. La hoguera y las rocas eran tan grandes que se dice que formaron en las montañas de Mount Hood (Oregon). También creó los lagos de Oregon, Michigan y el estrecho de Pudget (Pudget Sound). Cortó todos los árboles en Dakota del Norte y transformando la región en zona de tierras de cultivo. En 1920 la extracción de petróleo llegó a ser popular y surgieron multitud de historias de Paul Bunyan llevando a cabo grandes tareas de excavación, perforación y construcción de oleoductos para el petróleo. Al principio las historias de Paul Bunyan sólo se transmitían por vía oral y por esa razón no son bien conocidas. Las historias de Paul Bunyan se popularizaron mucho después de que fueran publicadas el año 1906 por el periodista James MacGillivray. Desde entonces se han hecho muchas pequeñas publicaciones donde se recogen varias de las historias de Paul Bunyan. Las comunidades madereras han celebrado diversas competiciones de leñadores para encontrar el hombre más fuerte, todo en nombre de Paul Bunyan. La estatua más grande que existe de este héroe local mide veinte pies de altura, y se halla en Akeley, Minnesota. Sin embargo, la estatua está de rodillas, si llegara a ponerse de pie mediría treinta pies de altura. Los verdaderos orígenes de Paul Bunyan no se conocen. Algunos dicen que fue un gran leñador, pero otros afirman que fue un gigantesco luchador en la rebelión de Papineau en 1837, en el Bajo Canadá (ahora Quebec), entre los habitantes de la región y el Imperio Británico. También se dice que Bunyan es una versión distorsionada de “bonyenn”, que significa “bondad en mí”, o Bon Jean, “Buen Juan”. También hubo un tal Paul Bonhomme en el registro de la comunidad maderera francesa de Canadá. También hay que señalar que Bunyan es un viejo apellido inglés que se remonta a la época normanda.
PINNACLE GOOSE
ROPERITE
El rubberado es una de las criaturas temibles proveniente del folklore de los leñadores norteamericanos de finales del siglo XIX e inicios del siglo XX de Wisconsin y Minnesota. El rubberado es una especie de puercoespín cuya carne y espinas son extremadamente elásticas, haciendo un hábil uso de estas características corporales, de modo que podía rebotar por la tierra, desplazándose por ella. Si un rubberado era cocinado, su carne se convertía incomestible.
RUMPTIFUSEL
SANTER
SHAGAMAW
Desde los lagos Rangeley a Allegash y a través de New Brunswick, los leñadores hablan de un animal que ha desconcertado a muchos hombres, incluso aquellos para los que el bosque no es un desconocido, el shagamaw. Con frecuencia se ha informado de las huellas de oso cerca de los campamentos madereros, pero un poco más tarde, cuando se siguen éstas, unos niegan que sean de oso y dicen que son de alce. Entonces se inician acaloradas discusiones entre los hombres sobre el origen de las pisadas, ya que unos dicen que son de oso y otros de alce, y estas discusiones probablemente acaban en peleas a puñetazos. Y es que entre los leñadores se considera un insulto que a uno lo acusen de no ser capaz de distinguir entre la huella de uno u otro de estos animales. Sólo en unos pocos de los viejos conductores de madera y ribereños está la explicación de estas conocidas huellas cambiantes. Gus Demo, de Oldtown, Maine, que cazó, trampeó y cortó leña en los bosques de Maine durante 40 años, una vez se encontró con lo que reconoció como las huellas de un alce. Después de seguirlas durante unas 80 varas (medida equivalente a tres pies o 0,9144 metros) éstas cambiaron abruptamente en inconfundibles huellas de oso, durante 80 varas más, para transformarse en huellas de alce de nuevo. El señor Demo pronto observó que estos cambios se sucedían con precisión cada cuarto de milla, y, además, que lo que estaba haciendo las huellas siempre seguía un camino de acarreo o una línea de fuego del bosque. Al tener el animal a la vista, Gus vio que tenía las patas delanteras semejantes a las de un oso y las patas traseras semejantes a las de un alce, paseándose con cuidado, haciendo exactamente una yarda a cada paso. De repente se detuvo, miró a su alrededor, y giró como un pivote; entonces se invertió a sí mismo y caminó sólo con sus patas delanteras, reanudando su ritmo. El señor Demo sólo tardó un instante en reconocer los árboles del lugar en el que cambió el animal era la esquina de una sección maderera. A partir de este hecho, razonó que el shagamaw debió de haber sido originalmente un animal muy imitativo, que, al ver transportistad de madera y tramperos siguiendo pacientemente las líneas a través de los bosques, adaptó el hábito de éstos par sí mismo. Calculó que el shagamaw puede contar sólo hasta 440, por lo que debe invertir sus pasos cada cuarto de una milla.
SKEETER
SIDEHILL GOUGER
Según la leyenda, poco se sabe de la naturaleza del sidehill gouger debido a que son una especie extraña y solitaria, pero tienen un rasgo distintivo que hacen que todos los observadores se pongan de acuerdo; las piernas en un lado de su cuerpo son considerablemente más cortas que las piernas del otro lado.
Todas las fuentes concuerdan en que el sidehill gouger es herbívoro y bastante tímido. Por otra parte, el tamaño alcanzado por el sidehill gouger adulto es ampliamente debatido; algunas fuentes indican que no son más grandes que cabras montaraces, mientras que otros atribuyen los desprendimientos montañosos a los sidehill gougers, que los provocan al girar su posición habitual y cavar en la tierra con sus patas para lograr estabilidad. Ésta es, posiblemente, la creencia que da nombre a su especie.
Los sidehill gougers son criaturas provenientes del folclore norteamericano adaptadas a vivir en las laderas de las colinas que tienen las piernas de un lado de su cuerpo más cortas y del otro, más largas. Esta particularidad única les permite caminar por las laderas empinadas, aunque sólo en una dirección, y cuando son atraídas o perseguidas en un llano o planicie, se encuentran atrapados en una trayectoria circular sin fin. La criatura es diversamente conocida como sidehill ousel, sidehill badger, side-hill winder, side-hill wowser, gyascutus, sidewinder, wowser, godaphro, hunkus, rickaboo racker, prock, gwinter, o cutter cuss.
Los sidehill gougers son mamíferos herbívoros que habitan en madrigueras en las laderas, y en ocasiones se los ha representado poniendo huevos, teniendo, por lo general, entre seis y ocho cachorros por camada. Aunque un gouger está preparado para caminar por las colinas, es incapaz de aguantarse a nivel del suelo. Si por casualidad un gouger cae de una colina, puede ser fácilmente capturado fácilmente u de otro modo morirá de hambre. Cuando un gouger que gira en dirección de las agujas del reloj (es decir, sus patas derechas son más cortas que las izquierdas) se encuentra con un gouger que gira contra las agujas del reloj (es decir, sus patas izquierdas son más cortas que las derechas), tienen que luchar hasta la muerte, ya que sólo pueden ir en una dirección.
Se dice que los gougers han emigrado al oeste desde Nueva Inglaterra, una hazaña que lograron un par de gougers aferrándose el uno al otro de una manera comparable a “un par de borrachos que yendo de casa a la ciudad”, cada uno de ellos con las piernas más largas en la lados exteriores. De este modo llegaron a atravesar las amplias llanuras del centro de estados Unidos hasta alcanzar las montañas del oeste. Una variación de este ser de Vermont es conocida como wampahoofus. También se ha dicho que algunos agricultores los cruzaron con sus vacas para que éstas pudieran pastar más fácilmente en las laderas de las montañas.
El sidehill gouger siempre es un morador de lugares montañosos. Tiene que serlo, ya que un par de piernas de un lado son más cortas que las otras. Tiene de seis a ocho crías en una camada, y hay bastantes posibilidades que algunos de ellos, los menos, tengan las piernas revertidas. Después de ser destetados, estas crías raramente son vistas con sus hermanos y hermanas más ortodoxos. Los gougers normales deben, obviamente, viajar por un lado de la ladera, mientras que los otros, deben hacerlo en dirección contraria. Las rondas diarias de estos animales en busca de alimentos dejan marcados unos senderos o caminos bien marcados que resultan familiares a los leñadores. Estos caminos fueron una vez cosa muy común en Nueva Inglaterra, pero hoy se cree que se ven con mayor frecuencia en las regiones boscosas del oeste.
El bien conocido ecologista chino, Dr. He Hop Hi, acumuló un conjunto de datos muy interesantes sobre las colonias de los ahora extintos gougers del noroeste de Nebraska. Existe una amplia evidencia de que durante muchos años los acantilados de tiza en esta área estuvieron pobladas por numerosas colonias de tales criaturas. Cuidadosas excavaciones revelaron varias culturas gouger superpuestas cuya disposición se asemeja a las descubiertas en las antiguas ciudades griegas por los doctores Tsountas y Manatt. Después de siglos de existencia, estos animales se adaptaron a viajar únicamente por las laderas del sur, donde la comida era abundante. Sin embargo, un gran cambio climático, con los elementos del norte empujando desde Virginia limitaron la oferta de alimentos que acostumbraban a comer los gougers a la vertiente norte. Los gougers emigraron allí, pero, aunque la comida era abundante, para ellos desplazarse era imposible. Los restos fósiles prueban claramente que todos rodaron a la parte inferior de las laderas y murieron desnutridos.
Una subespecie se encuentra sólo en las extremadamente empinadas colinas de Virginia Occidental y en cierta medida hacia el sur, al sur de los Apalaches. Es similar en muchos aspectos a sidehill gouger normal salvo por el hecho de que el cepillado constante de su piel por un lado, contra las fuertes pendientes, ha hecho desaparecer completamente el pelo de ese lado, dejando su piel tan bonita bronceado y pulida que se puede obtener un precio increíblemente por ella.
Otra variante, el yamhill lunkus, no es infrecuente en Oregón. Este es un animal mucho más grande y más poderoso que cualquiera de las especies anteriores. El señor G.C.L. Snyder cuenta una interesante historia sobre un par de estos animales domesticados para arremeter trabajos agrícolas. Al visitar la granja de Ab Eades en Peavine Ridge vio una pareja de estos animales que estaban realizando un trabajo. “Los lunki”, dice Snyder, “eran del tamaño de un becerro de nueve meses, con los cuellos sobre un largo trozo de cuerda. Las patas robustas estaban alineadas normalmente, pero los animales estaban uncidos de modo que los animales daban la vuelta en dirección contraria.” El señor Eades estaba limpiando un pedazo de tierra. Tenía cuatro grandes búhos (bubo eruditus) entrenados para llevar la cuerda alrededor de la parte superior de un árbol para ser eliminado. Los lunki fueron uncidos a esta cuerda, y con un simple tirón hacia fuera el árbol se vino abajo, con raíces y todo.
También existe una criatura mítica similar en Francia conocida como dahu.
SLIDE ROCK BOLTER
SLIVER CAT
El snallygaster es una bestia mítica parecida a un dragón que habita las montañas Blue Ridge cerca de Braddock Heights, Maryland. Esta área fue colonizada por inmigrantes alemanes hacia 1730. Los primeros relatos describen a esa comunidad siendo aterrorizada por un monstruo llamado Schneller Geist, que en alemán significa “espíritu rápido”. Las primeras encarnaciones de esta criatura mezclaban las características de ave de una sirena con las características de pesadilla de un demonio, ghouls o vampiro. El snallygaster fue descrito como mitad reptil, mitad ave, con un pico metálico forrado con dientes afilados, y de vez en cuando se le atribuían tentáculos semejantes a los de un pulpo. Se abalanza en silencio desde el cielo para atrapar y llevarse a sus víctimas. Los primeros relatos afirman que este monstruo chupaba la sangre de sus víctimas. Las estrellas de siete puntas, que supuestamente mantenían a raya al snallygaster, aún pueden verse pintadas en los establos locales. Se ha sugerido la leyenda fue resucitada en el siglo XIX para asustar a los esclavos liberados.
Relatos de los periódicos en todo febrero y marzo 1909 describen encuentros entre los residentes locales y una bestia con “alas enormes, una buena factura puntiaguda, garras como garfios de acero, y un ojo en el centro de la frente.” Se decía que emitía chillidos “como el de un silbato de locomotora”. Una gran cantidad de publicidad rodeo esta serie de apariciones, con la oferta de una recompensa Smithsonian Institution por su captura. El presidente Theodore Roosevelt consideró, supuestamente, posponer un safari en África para cazar personalmente a la bestia.
Su enemigo ancestral es una criatura conocida como dewayo (ver más arriba: dewayo), una especie de mamífero semejante a un lobo bípedo.
SNAWFUS
El snipe es una de las criaturas temibles proveniente del folklore de los leñadores norteamericanos de finales del siglo XIX e inicios del siglo XX. Esta peculiar ave fue vista por muchos cazadores, ingenieros, barqueros y aprendices de cantero o minero, y muchos de ellos intentaron capturar al snipe sin éxito. El snipe era descrito como un ave azul, verde y rosa con motas doradas. Tenía plumas en el exterior de su cuerpo pero pelo en su interior, como en los mudjekeewis (una especie de espíritus) de las leyendas ojibwes. Este manto dual de plumas y pelos suponía una capa de protección doble contra las inclemencias de las ciénagas y pantanos donde vivía. Cuando nadaba, sus plumas rígidas se doblaban formando una superficie perfectamente lisa que suponía poca fricción con el agua. El snipe tenía un pico curvo en una base móvil que le permitía girar su pico para capturar insectos sin volver su cabeza. Se encontraba a unos diecisiete centímetros de altura y tenía una pequeña tercera pierna que utilizaba para mantener el equilibrio. Uno de sus ojos tiene una pupila vertical como la de los reptiles y el otro tiene una hendidura horizontal. Sus ojos parpadean alternativamente, haciendo que el snipe tenga una aguda conciencia de sí mismo.
SNOLIGOSTER
SNOW SNAKE
El snow wasset es una de las criaturas temibles proveniente del folklore de los leñadores norteamericanos de finales del siglo XIX e inicios del siglo XX, que presuntamente fue avistada en ocasiones. El snow wasset era cuatro veces más grande que un glotón y cuarenta veces más activo. Hiberna durante el verano y los inviernos más suaves, cuando su pelaje se vuelve verde y busca un arbusto de arándanos para dormir bajo él. Durante los inviernos más fríos y duros, el snow wasset pierde sus piernas y se esconde bajo el suelo en busca de presas. Es muy carnívoro y pasa la mayor parte de su tiempo bajo tierra. El snow wasset nota los temblores de las criaturas excavadoras o de madriguera o en movimiento encima suyo y las embosca a través de la nieve, arrastrándolas a su interior para devorarlas. Generalmente come conejos y roedores, pero cuando está hambriento puede comer lobos y criaturas igual de grandes. Una vez se encontró la piel de un snow wasset en una canoa india; se demostró que esta piel pertenecía a un gran mamífero que carente de piernas.
SPLINTER CAT
SQUIDGICUM SQUEE
En
la región de Pennsylvania, y más concretamente en los bosques Hemlock, al norte
de la región, en los EE.UU., habita un pequeño ser de existencia desdichada, el
squonk. Tiene la apariencia de un
sapo u otro pequeño animal, pero con las patas aún más cortas, con las que
recorre lentamente los caminos y veredas. No es un ser grato a la vista, pues
su piel es escamosa, arrugada, poco ajustada, y está llena de manchas y verrugas, por lo que el squonk se
oculta a la vista, avergonzado, y
pasa la mayor parte de su tiempo llorando, consciente de su fealdad. Es tímido y solitario,
pero en realidad le encantaría encontrar a alguien sin prejuicios que lo
aceptara tal y como es. Entre los árboles de Pennsylvania se escucha su desconsolado
llanto, sobre todo de noche, cuando se atreve a salir de su guarida. Algunos
cazadores encuentran divertido perseguir a un squonk. Sus pasitos son cortos y
sus huellas son fáciles de localizar. Su llanto le delata y las lágrimas caen a
sus pies formando un charquito. Sin embargo, los cazadores que han
intentado atrapar squonks se
han encontrado que la criatura es capaz de evadir su captura disolviéndose
por completo en un charco de lágrimas
y burbujas cuando es acorralado. Hacer ante él una mueca de desagrado, perseguirlo o asustarle ya pueden
ser motivos para causar su desaparición.
El “nombre científico” del squonk, lacrimacorpus dissolvens, proviene de las palabras latinas que significan “lágrima”, “cuerpo”, y “disolver”.
Explica la leyenda un caso que ocurrió en el estado norteamericano de Minnesota.
El protagonista se llamaba J.P. Wentling y su víctima fue un squonk. Desde hacía varios meses el señor Wentling vivía empeñado en atrapar uno de estos animales y, mientras lo conseguía, había aprendido a imitar el llanto del squonk hembra. Esperó con paciencia una fría noche de luna llena, cuando sabía que estos seres salen a la superficie, confiados en que el frío y la oscuridad de la noche mantendrán en su casa a los humanos. No le fue difícil escuchar su llanto y, a poco que se fijo, encontró un reguero de lágrimas que llevaba hacia un árbol del bosque. Fue entonces cuando comenzó su genial imitación. Se escucharon unos pasitos. Las hojas del suelo se movieron. Allí, bajo sus pies, un pequeño squonk asomaba su cabeza. Sin perder un instante, lo encerró en un saco y se lo llevó hacia su casa, aunque de repente su bolsa se aligeró. Cuando abrió la bolsa y la inspeccionó, descubrió que del squonk solo quedaba un puñado de lágrimas y unas cuantas burbujas.
La leyenda de los squonks probablemente se originó en el siglo XIX, en el momento más álgido de la industria maderera de Pennsylvania. La primera referencia escrita sobre los squonks aparece en el libro “Fearsome Creatures of the Lumberwoods, With a Few Desert and Mountain Beasts” (1910) escrito por William T. Cox. El texto que hace referencia a esta criatura, a su vez, fue reimpreso en “El libro de los seres imaginarios” (1969) de Jorge Luis Borges.
Su nombre podría traducirse literalmente como “barrena de pantano”. El swamp auger
es una criatura acuática desconocida que habita en los lagos y que tiene
un hocico muy largo, como el de un elefante. Nada debajo de las barcas y utiliza su
hocico para perforar pequeños
agujeros de 3 pulgadas
en la parte inferior de la embarcación, y seguirá haciéndolo hasta que
el bote se hunda. Para evitar que el
swamp auger haga esto, se le puede hacer cosquillas en
la nariz o espolvorear la pimienta de cayena en su por la perforación
del agujero de su nariz. El animal
entonces estornuda que da gusto y su
nariz queda atrapada en la embarcación, lo permite remar
el bote hasta la orilla antes de que esta bestia
continúe haciendo agujeros a lo largo del casco. Algunas descripciones
describen al swamp auger como una pequeña ave acuática semejante a un pato, con
un pico semejante a un sacacorchos o barrena, con el que agujerea el suelo de
los pantanos o las orillas de los lagos en busca de gusanos.El “nombre científico” del squonk, lacrimacorpus dissolvens, proviene de las palabras latinas que significan “lágrima”, “cuerpo”, y “disolver”.
Explica la leyenda un caso que ocurrió en el estado norteamericano de Minnesota.
El protagonista se llamaba J.P. Wentling y su víctima fue un squonk. Desde hacía varios meses el señor Wentling vivía empeñado en atrapar uno de estos animales y, mientras lo conseguía, había aprendido a imitar el llanto del squonk hembra. Esperó con paciencia una fría noche de luna llena, cuando sabía que estos seres salen a la superficie, confiados en que el frío y la oscuridad de la noche mantendrán en su casa a los humanos. No le fue difícil escuchar su llanto y, a poco que se fijo, encontró un reguero de lágrimas que llevaba hacia un árbol del bosque. Fue entonces cuando comenzó su genial imitación. Se escucharon unos pasitos. Las hojas del suelo se movieron. Allí, bajo sus pies, un pequeño squonk asomaba su cabeza. Sin perder un instante, lo encerró en un saco y se lo llevó hacia su casa, aunque de repente su bolsa se aligeró. Cuando abrió la bolsa y la inspeccionó, descubrió que del squonk solo quedaba un puñado de lágrimas y unas cuantas burbujas.
La leyenda de los squonks probablemente se originó en el siglo XIX, en el momento más álgido de la industria maderera de Pennsylvania. La primera referencia escrita sobre los squonks aparece en el libro “Fearsome Creatures of the Lumberwoods, With a Few Desert and Mountain Beasts” (1910) escrito por William T. Cox. El texto que hace referencia a esta criatura, a su vez, fue reimpreso en “El libro de los seres imaginarios” (1969) de Jorge Luis Borges.
SWAMP AUGER
El teakettler (urocyon iugulebesonia) es una criatura legendaria del folclore americano que tiene sus orígenes en la cultura leñadora de Minnesota y Wisconsin de finales del siglo XIX e inicios del siglo XX. Por lo general, se asemeja a un pequeño perro de patas rechonchas con las orejas de un gato y recibe su nombre a causa del característico sonido que emite, similar al de una vieja tetera silbando cuando empieza a hervir (tea kettle significa, literalmente, tetera). Este animal rechoncho de patas cortas sólo camina hacia atrás (por propia elección) y cuando tiene problemas lanza vapor por su boca, que sale emitiendo el silbido de una tetera hirviendo. Sólo unos pocos leñadores lo han visto, ya que son muy tímidos, pero si se escucha una caldera hirviendo y ésta no se encuentra por ninguna parte, puede asegurarse que es porque un teakettler está cerca.
THREE-TAILED BANALOROUS
TIMMERDOODLE
TREE SQUEAK
Estas pequeñas criaturas semejantes a ardillas, cuyo nombre podría traducirse como “chirridos de árboles” o “chirridos arbóreos”, habitan en los árboles de Nueva Inglaterra, viviendo a base de bayas y frutas. Como su piel es del mismo color que la corteza de los árboles donde habitan, son casi indetectables a simple vista. Además, debido a su costumbre de envolverse con fuerza alrededor de troncos de árboles, se ocultan mejor aún. A pesar de todo, los tree squeaks son muy fáciles de escuchar. Es casi imposible pasear por el bosque y no oír sus agudos gritos. Cuando el viento sopla fuerte se siente especialmente excitados y se chillan unos a otros aún con más fuerza. Cuando eso sucede, a los lugareños les gusta decir que “Los tree squeaks hoy están haciendo un gran alboroto” (“The tree squeaks are making quite a racket today”). Los tree squeaks suelen ser bastante plácidos y no representan amenaza alguna para los seres humanos, aunque después de prolongados períodos de sequía pueden ser resultar agresivos.
Los tree squeaks son pequeños animales del tamaño de una ardilla que frecuentan tanto los bosques caducifolios como los de coníferas. Su piel sin pelo es áspera y de color marrón, pareciéndose mucho a la corteza de las especies de árboles que habitan. Esta coloración protectora evita que sea visto sino es por el más diligente de los observadores. Se acostumbra abrazar con los miembros, a los troncos y ramas en un esfuerzo para mezclarse con él. Lo que el excursionista ocasional si puede observar, sin embargo, son sus llamadas de altos, chirriantes y agudos gritos (de lo que proviene su nombre) durante los paseos por los bosques más remotos. Estas llamadas se hacen más pronunciadas durante los vientos fuertes, cuando la tropa de tree squeak se llaman unos a otros para asegurarse que todavía están allí. La interacción entre humanos y squeaks es limitada, salvo por el hecho de que los squeaks parecen deleitarse desconcertando a los excursionistas y merodeadores alrededor de sus campamentos y chillando hasta por los codos. Los tree squeaks eran, originalmente, unos animales comunes en toda América del Norte y Europa, en la medida en que hasta un plato anglosajón se denomina "Bubble y Squeak". Sin embargo, la contaminación y la urbanización ha tenido un impacto devastador en su número y los británicos han tenido que recurrir a la utilización de restos de carne asada para hacer esta tradicional comida. Esto es algo similar al uso de ingredientes falsos en el haggis (el plato nacional de Escocia) en lugar de carne de ciervo utiliza carne de cordero u ovejas.
El tree squeak ha contribuido al inglés idiomático con frases como “That was tight squeak” (“Eso fue squeak [chirrido] apretado”) que viene a significar que uno a bebió demasiado, o “I barely squeaked through” (“Apenas chirrié a través”), que significa algo así como que uno no desea ser encontrado.
También existe el narrow squeak (que podría traducirse como “chirrido estrecho”) que es una especie de tree squeak que sólo puede ser alcanzado por hábiles arqueros.
TRIPODEROO
UPLAND TROUT
La upland trout (“trucha de montaña” o “trucha de las tierras altas”) es una especie de pez volador que tiene miedo del agua y vive en tierra, prefiriendo construir sus nidos en lo alto de los árboles. Cuando este pescado es cocido, tiene un sabor delicioso, por lo que es apreciado como un manjar por los campistas experimentados. A menudo, estos campistas enviarán a sus compañeros menos experimentados al bosque para que encuentre nidos de esta singular trucha.
WAMPUS CAT
El wampus cat es una criatura del folklore americano, descrito como algún tipo de temible variación del puma. El wampus cat a menudo es comparado con la ewah de la mitología Cherokee, en la que se cuenta la historia de una mujer que se disfraza en la piel de un puma para espiar a los hombres de la tribu mientras estaban sentados alrededor de la fogata y se contaban historias sagradas de una cacería viaje. Cuando la mujer fue descubierta, el hombre medicina de la tribu la castigó transformándola en mitad mujer, mitad puma, y supuestamente todavía frecuenta los bosques del este de Tennessee. En el folklore, el wampus cat puede ser visto como una de las criaturas temibles provenientes de los cuentos de leñadores norteamericanos. En algunas secciones de las zonas rurales del este de Tennessee, la leyenda del wampus cat adquiere un tono más siniestro; se dice que es un espíritu de muerte y de la tierra, y cuando su grito se escucha, significa que alguien va a morir y ser enterrado en los próximos tres días. Una variedad de wampus cat, mantenido vivo por expertos, en folklore del Norte de Carolina, ha sido descrito como “un gran gato negro, rojo por detrás”. Otra leyenda del wampus cat cuenta que este enorme y perezoso gato que se irrita rápidamente, acechando a sus víctimas en los establos y campos de Pinetown, Carolina del Norte.
WAPALOOSIE
WHANGDOODLE
Un whangdoodle es una criatura fantástica de naturaleza indefinida e indeterminada, que aparecía en ciertas frases o canciones populares, cuya figura sería popularizada aún más a través de la literatura infantil. Parece ser que el origen de estos seres es norteamericano, situándoselo alrededor del año 1856, siendo popularizado por aparecer en una sermón paródico atribuido a William P. Brannan que decía “Where the lion roareth and the whangdoodle mourneth for her first-born” (“Donde el león ruge y el whangdoodle llora por su primogénito”), publicado en “The Harp of a Thousand Strings: Or, Laughter for a Lifetime” (1858). Whangdoodle era un término anterior usado para designar una algo fantástico o imaginario o para designar una cosa cuyo nombre correcto es desconocido.
WHAPPERKNOCKER
El whiffenpoof, también conocido como giddy fish (pez giddy), gilli-galoo fish (pez gilli-galoo) o gillygaloo fish (pez gillygaloo) es una de las criaturas temibles proveniente del folklore de los leñadores norteamericanos de finales del siglo XIX e inicios del siglo XX. Se trata de un sabroso pescado que sólo se encuentra en los lagos perfectamente redondos, por lo que resulta bastante raro. Para atraparlo, se enfila exactamente al centro del lago, determinando su posición con el hogyoke (el hogyoke o “yugo de cerdo” puede referirse tanto a una chumacera u horquilla donde se apoya el remo de una embarcación, como a una especie de cuadrante de madera usado en navegación que recibía este nombre por su parecido con los yugos de madera que utilizaba con los cerdos con el fin de evitar que éstos escaparan a través de vallas) y se abre un agujero cuadrado en el agua, dejando al borde de éste un poco de queso, preferiblemente Brie, Stilton, Liederkranz o, mejor aún, Limburger. El whiffenpoof olerá rápidamente este cebo e irá a por él. Entonces, cuando emerge, se le escupe jugo de tabaco a los ojos. Eso hará que se hinche rabioso de modo que se ve incapaz de retirarse del agujero, pudiendo ser capturado entonces fácilmente con una red.
WHING-WHANG
WHINGDING
WHIRLING WHIMPUS
Desde los frondosos bosques de las montañas Cumberland, Tennessee, llega el rumor de un animal llamado whirling whimpus, la existencia del cual puede arrojar algo de luz sobre el destino de aquellos que no logran volver a su campamento. Según leñadores que buscan madera en el este de Tennessee, el whimpus es una criatura sedienta de sangre sin proporciones medias. Tiene cabeza, cuerpo y unas enormes patas delanteras semejantes a la de un gorila. Su único método de obtener alimentos consiste en estacionarse en una pista forestal, por lo general en un recodo del camino, donde se levanta sobre sus diminutas patas traseras diminutas y empieza a girar rápidamente a modo de torbellino o remolino. El animal incrementa la velocidad hasta que es invisible, y el movimiento produce un sonido de zumbido extraño, que parece venir desde arriba los árboles. Cualquier criatura que vaya a lo largo del camino y no reconozca el sonido es casi seguro que entrará en la zona de peligro y será depositado instantáneamente en forma de jarabe o barniz sobre las enormes zarpas del whimpus.
WINDYO
WUNK
BIBLIOGRAFÍA:
- BORGES, Jorge Luis. El libro de los seres imaginarios (1969).
- COX, William Thomas. Fearsome Creatures of the Lumberwoods, With a Few Desert and Mountain Beasts (1910).
- PETERS, Samuel. General History of Connecticut, from its first settlement under George Fenwick, to its latest period of amity with Great Britain prior to the Revolution; including a description of the country, and many curious and interesting anecdotes. With an appendix, pointing out the causes of the rebellion in America; together with the particular part taken by the people of Connecticut in its promotion. By a Gentleman of the Province (1781).
- TRYON, Henry H. Fearsome Critters (1939).
WEBOGRAFÍA:
- Mythical Creatures List (Web). Link: http://www.mythicalcreatureslist.com/index.php
- Wikipedia (Versión inglesa). Link: http://en.wikipedia.org
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