Dicen que hoy, día 23 de abril, aquí, en Cataluña, es un día especial.
Hoy es la Diada de Sant Jordi.
El día del libro y la rosa.
Y el día del dragón, añadiría yo...
No es mal regalo, una rosa. Es bonita, hermosa y, con sus espinas, si hablamos de una verdadera rosa, ésta nos muestra que pese a las púas, defensas o defectos que pueda tener, la belleza está ahí mismo. "No hay rosa sin espina, ni amor si dolor", rezaba un antiguo dicho. Actualmente, con tanta selección artificial y manipulación transgénica, las rosas ya no son las mismas. Ya existen pocas rosas que conserven aquella esencia que tenían las rosas de la naturaleza, las rosas del dragón.
El dragón...
Aire, agua, tierra y fuego. Los elementos toman forma y conforman esta criatura de terrible poder.
Hay quién, el día de hoy, regala una rosa. Pero yo voy a regalar un dragón... un dragón para cada princesa-guerrera. Un dragón para toda aquella noble mujer que no conozca la rendición.
Porque hay chicas, y después hay chicas especiales, dispuestas a enfundarse una armadura, coger una arma y luchar y enfrentrse a todo lo que les depare la vida. Mujeres que no esperan que las cosas simplemente sucedan y pasen, sino que están preparadas para enfrentarse a ellas directamente, cara a cara. Dispuestas a derrotar al dragón o a cabalgar a lomos de él, prestas a conquistar nuevas tierras.
Soñadoras capaces de pisar el suelo firmemente y vivir en la realidad, pero sin renunciar jamás a la ilusión y la fantasía de sus sueños.
Y sé que sabrán apreciarlo.
Para ellas, el dragón...
No hay comentarios:
Publicar un comentario