Unos breves comentarios sobre la III Convención Steampunk BCN, acompañados por algunas fotos del evento realizadas por Salva García, Sandra de Montserrat y alguna que otra persona más de la que desconozco el nombre.
Los pasados días 12 y 13 de noviembre de este año 2011 se celebró en Barcelona la III Convención Steampunk BCN, a la que tuve la ocasión de asistir, sino ya a todas sus actividades, sí al menos a una pequeña parte de ellas; las suficientes como para calmar por un tiempo mis ansías de vapor, aunque las justas como para desear volver a tener la ocasión de asistir a una nueva convención de estas características. Fue corto pero intenso: tuve, así, la ocasión de hacer una pequeña visita al fantástico y misterioso Passatge Insòlit, mezcla de circo, teatro de vodevil y feria de monstruos; pude asistir a la proyección del cortometraje “La sombra del Sylffe”, que servía como introducción a la presentación del juego de rol de Zhenoghaia; pude contemplar la pequeña exposición de ilustraciones y obras de artesanía que se hallaba en el Salón del Té (cuyas consumiciones tenían precios muy, pero que muy, populares); pude formar parte del público que contempló la batalla de duelistas de rayguns, a los que no pude unirme, precisamente, por despistarme más de la cuenta en el ya mencionado Salón del Té.
Más tarde, y ya fuera del Espai Jove La Fontana seguimos la noche en una divertida y amena cena entre distinguidos tertulianos, pizpiretas señoritas y gallardos caballeros que previamente habíamos tenido la ocasión de conocer en la convención, cuando no era el caso de que ya nos conociéramos de anteriores encuentros, para acabar la noche de manera redonda en la II Nit Retrofuturista, en la Taberna del Espit, donde continuamos confraternizando y dialogando entre bellas y exóticas danzarinas.
En definitiva, no pude asistir a ninguno de los muchos otros eventos que ofrecía la convención, pero me lo pasé genial con todo aquello que pude llegar a disfrutar, y con la mejor de las compañías.
Todo ello quizás quedaría en nada si no fuera por la gracia, buen hacer, hospitalidad y simpatía de los asistentes y los organizadores del evento. Creo que quién no ha asistido a este tipo de encuentros difícilmente se puede hacer una idea del buen rollo que se respira entre la gente, tanto de un lado como de otro.
En todo caso, ahí quedan unas cuantas fotos de lo que aconteció. Pocas, en realidad, puesto que hubo mucho más de lo que se muestra en las imágenes: tertulias, partidas de rol, baile y danza, proyecciones, etc. Aquí sólo queda constancia de algo de ello.
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