Raqueles, va por vosotras...
Raquel: Nombre hebreo (Rahel) que significa
"oveja". Para un pueblo nómada y pastor como los israelitas, éste era
un gran nombre. El sobrenombre de "oveja" era una expresión de ternura, algo así como decir "ovejita" en un sentido cariñoso. La
bellísima historia de amor que envuelve este nombre ha hecho que desde la primera
Raquel hace ya cerca de tres mil años, hasta el presente, nunca haya dejado de
llevarse.
Raquel es la esposa amada de Jacob. Viajó
éste a Mesopotamia, a ver a su tío Labán. Raquel, la hija menor de éste, salió
a su encuentro. Jacob se enamoró de ella en cuanto la vio. Fue un flechazo.
Propuso a Labán quedarse a trabajar siete años para él a cambio de que se la
concediese como esposa. Aceptó Labán, y se quedó con él Jacob, haciendo
prosperar sus rebaños. Al cabo de los siete años, en la ceremonia de la boda el
padre le entregó la mujer cubierta con el velo nupcial (que no era transparente
como ahora). Y tras la ceremonia, ya anochecido, la introdujo en su tienda. Al
día siguiente, con la luz del sol, supo Jacob que con quien se había casado no
era con Raquel, sino con su hermana Lía. Protestó Jacob ante su tío, pero éste
le dijo que su obligación de padre era casar antes a la hija mayor. Tuvo que
aguantarse Jacob. No podía ya repudiar a Lía. Le ofreció a su tío por tanto,
trabajar otros siete años por conseguir a Raquel. Y así lo hizo. Al cabo de ese
tiempo, Raquel pasó a ser la segunda mujer de Jacob, ella que era la primera en
su corazón. No lo tuvo fácil Raquel con su hermana Lía. Los celos le
complicaron mucho las cosas. El corazón de Jacob estaba por Raquel y el de
Raquel por Jacob. Para colmo resultó que tuvo que llorar su esterilidad durante
varios años, hasta que Dios se apiadó de ella y tuvo un hijo, al que llamó
José, diciendo: "Añádame Yahvé otro hijo". Cuando quiso irse Jacob a
su tierra, aún se empeñó Labán en retenerlo otros seis años a cambio de partir
con él los rebaños. Vueltos por fin a Palestina, yendo Jacob a ver a su padre
Isaac, Raquel, que estaba de nuevo embarazada, sintió por el camino los dolores
del parto. Al dar a luz, viendo que se moría, le puso al niño el nombre de
Benoni, que significa "hijo de mi dolor". Pero Jacob se lo cambió por
el de Benjamín, que significa "hijo de mi diestra" (ya que su diestra era
Raquel). José y Benjamín fueron los preferidos de Jacob. Eso hizo que se levantara
la envidia de sus hermanos. Lloró Jacob amargamente a Raquel cuando murió y la
enterró cerca de Belén, y le construyó una tumba que todavía hoy se mantiene en
pie en memoria de su gran amor. Celebran su onomástica las Raquel el 2 de
septiembre, en que se conmemora una santa matrona de este nombre, o el 2 de
mayo, en que se conmemora santa Raquel, monja.
Un nombre muy hermoso, el de Raquel, que
halaga los oídos y llega al corazón. Tras él hay una recia historia de amor y
de vida. La primera historia de amor de nuestra cultura. Es también nombre de
flor, conocida por otro nombre como azucena de Güernesey, de un color rojo
cereza, que al sol produce la ilusión de presentar puntos dorados. Es delicada,
necesita calor en invierno y sólo florece la planta cada tres años. Toda una
alegoría del amor verdadero, que no es ni tan fácil ni tan frecuente como nos
gustaría. ¡Felicidades, Raquel, por tan bello nombre!
Y un enorme beso... porque
os lo merecéis.
Me ha gustaod mucho tu homenaje a las Raqueles.Además tu blog es muy interesante, sobretodo la parte Urbex.Te invito a que visites el mio: cajadelasretinas.blogpsot.com.
ResponderEliminar¡Saludos!