Texto y fotografías:
Joan Ramon Santasusana Gallardo.
Fecha: 13 de marzo de 2016. Lugar: En algún lugar de la comarca del Alt Empordà, provincia de Girona, Cataluña, España.
Total fotografías tomadas: 59. Total fotografías publicadas: 41.
Si quieres saber qué es el urbex: Urbex: exploración urbana.
Si quieres ver otros archivos urbex: Archivos urbex.
Visitando cierto parque natural que atraviesa el Camí de Ronda de la Costa Brava, descubrimos los tres búnkeres que muestro en este pequeño artículo urbex por casualidad. Bien, descubrir es, quizás una palabra un poco fuerte, ya que entiendo que por lo visibles que son, los búnkeres en cuestión deben ser archiconocidísimos por lo visibles que son si una va a pie siguiendo ese camino.
El Camí de Ronda es el nombre por el que era conocido el antiguo trayecto que discurría a lo largo de la abrupta Costa Brava, uniendo las distintas poblaciones de la misma. Sus orígenes se sitúan en el siglo XIX, cuando se habilitó un pequeño sendero a través de los acantilados y costas de esa zona catalana para controlar mejor las poblaciones costeras, pero se volvería especialmente popular en el siglo XX, especialmente durante la postguerra, cuando era utilizado por la Guardia Civil para controlar la frontera marítima española para evitar el estraperlo y contrabando.
Los dos primeros búnkeres, justo frente a la costa, mirando hacia el mar, son conocidos como los búnkeres o baterías de la Clota, eran totalmente accesibles, ya que sus puertas estaban abiertas, razón por la cual, posiblemente, habían sido graffiteados y estaban llenos de basura (especialmente las zonas subterráneas), aunque era evidente que los mismos habían sido reformados recientemente.
Por otro lado, el otro búnker, se hallaba escondido en el interior del parque, algo más alejado de la costa. Este búnker es conocido como la Casa del Capità (la Casa del Capitán), ya que efectivamente era donde vivía el capitán de comandaba los búnkeres de la zona, y servía a su vez como central grafométrica y de comunicaciones. Con un recorrido de unos 80 metros, contiene algunas habitaciones, aunque lamentablemente me fue imposible acceder a su interior, al hallarse su entrada cerrada por una puerta de reja metálica, aunque para el caso, tampoco llevaba una linterna encima, por lo que no sé si podría haber llegado demasiado lejos.
Me consta que hay otros búnkeres por la zona, pero bueno, esa visita fue lo que fue, una simple excursión dominical frente al mar, por lo que simplemente os ofrezco lo que vi ese día mientras paseamos tranquilamente, ya que ese día tampoco se trataba de hacer ninguna visita urbex. No sé, puede que otro día vuelva para explorar la zona más tranquilamente, y descubrir el resto de búnkeres que se hallan en el lugar.
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