Algo que escribí hace poco más de un año. Ahora, puedo decir que las cosas han cambiado...
¿Como explicar la tempestad que siento que constantemente bulle en mi alma? Tengo claro que a ellas ya las he olvidado. No su recuerdo, ni lo que les debo, ni todo lo que aprendí o viví junto a ellas. Ni sus miradas, caricias o besos, o todos aquellos momentos compartidos. Ni cuando las apoyé en sus peores momentos o ellas me apoyaron en los míos. Ni los paseos cogidos de la mano o las discusiones por tonterías. Ni nuestros últimos días consumidos en la tristeza. Ni aquellos encuentros ocasionales que luego tuvimos. No, todo eso no lo he olvidado. Pero lo principal, el amor que sentía, sin dejar de quererlas, ya ha desaparecido, olvidado en alguna parte del camino. Así, me pregunto de nuevo, ¿de donde surge la tempestad que asola mi alma?
Es el recuerdo de tiempos pasados. Recordar que entonces fuí más feliz que ahora, y en este ahora no saber retomar ni escoger mi camino. Perdido a momentos. Avanzando a ciegas.
Una nueva esperanza apareció pero su luz ya se esfumó hace días.
La esperanza es lo único que me mantiene en pie, pero a la vez es mi peor enemiga. Es la que me hace creer, imaginar e ilusionar, para permitir que luego la dura realidad me golpee como un puño a mi conciencia.
Quisiera no tener ya esperanza, porque como decía aquel mítico cómic de “Daredevil: Born Again”: “Un hombre sin esperanza es un hombre sin miedo”. Y cuando ya no nos queda nada por perder, sabemos que las cosas ya solo pueden mejorar. ¿Quiero perder más para comenzar de nuevo? He andado un largo trecho solo y avanzado una gran distancia en el camino. Y ya no tengo miedo, pero siento una soledad que me oprime, y no entiendo que pasó con aquella soledad que antes no era mi enemiga, sino mi compañera y amiga.
¿Qué es esta tempestad? Una lucha entre dos nubes, el enfrentamiento del pasado con el futuro, y yo, el presente, atrapado en medio de esa furia. ¿Es este mi destino?
Lucha, la tempestad es lucha.
Lucha por sobrevivir.
Lucha por vivir de nuevo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario