Que curiosa es la vida. Escribí el siguiente texto en el Facebook el 4 de octubre de 2011, y nunca llegué a tener el tiempo necesario para tomarme el respiro del que hablaba en ese escrito. Hoy, 18 de febrero de 2013, lo leo, y tengo que replantearme muchas cosas de nuevo, porque muchas cosas han cambiado desde entonces, excepto la necesidad de haberme tomado ese tiempo que jamás me tome y que tanto, creo yo, me hubiese ayudado. Han pasado casi dos años y medio, buena parte de los cuales hice hincapié a esta necesidad, y ahora que estoy solo y bien pudiera tomarme ese tiempo, me encuentro que emocionalmente he desandado muchos pasos atrás en el propósito de seguir el camino que había estado dispuesto a seguir en ese momento. Un camino sobre el que retrocedí, pero que jamás he olvidado...
"Hoy es el día en que mi libertad empieza de nuevo.
Ya
se han acabado todos los proyectos vivos en los que andaba metido y
llega el momento de plantearme una vez más, como hago periódicamente
(cosa que nunca viene mal), que hago con mi vida.
Han
sido muchos fines de semanas ocupados, ¡demasiados! Festicurts, Avalon
II, “El Monje”, “El Pacto”, algunos spots, ferias medievales, partidas
de rol en vivo, soft-combat, historias familiares... Me involucré en
todos los proyectos y eventos que pude intentando escapar de los
recuerdos de mi pasado, y lo cierto es que funcionó, pero al precio de
mi libertad.
Era libre cuando asumí cada uno de los
proyectos en los que me metí, y todos ellos comportaban algo positivo,
pues me metí en cosas que me gustaban, y me gustan aún. Pero ocupar cada
fin de semana con todas esas actividades no me permitió gozar de mi propio tiempo libre
para poder hacer nada más: descansar, leer, escribir, quedar con gente
conocida o gente por conocer, visitar un poco más a mi familia... y como digo
siempre, aburrirme. Me faltó tiempo para aburrirme... Y digo esto porque es cuando precisamente cuando me aburro cuando suelo dedicarme el tiempo para mí. Quizás a veces cometo el error de pensar entonces en el
pasado, pero también es cuando pienso en el presente y en lo que quiero para mi futuro, cuando nacen nuevos proyectos e ideas en mi cabeza, cuando decido visitar a mis amigos o hacer un largo paseo por el campo
(uno de mis sitios de meditación preferidos). Necesito tiempo para mí...
Hoy mi libertad empieza de nuevo, y yo voy a empezar de nuevo...
Ha
llegado el día de que decida que nuevos proyectos emprender, personales
o ajenos, en los que colaborar, y permitirme un pequeño espacio libre en que me sobre tiempo para
improvisar y poder dedicar a otras personas con las que quiero quedar: familia, viejos amigos de toda la vida, compañeros, conocidos y personas pendientes de
conocer.
Me voy a tomar este mes de octubre como un
tiempo de reflexión dentro de la medida de lo posible. Me hubiera podido
tomar unos días libres, de vacaciones, pero tal cosa ahora ya no me está
permitido. Aún así, disponiendo de unos cuantos fines de semana
limpios, sin compromisos, sabré aprovechar ese tiempo. Los
proyectos en los que me voy a meter ya están decididos, tengo muy
claras las ideas dentro de mi cabeza respecto a eso, dos proyectos
personales y dos colaboraciones. Esta vez no intentaré abarcar más. Pero
necesito el mes de octubre para centrarme y estudiar como administrar
mi tiempo, para poder dedicarlo no sólo a esos proyectos que menciono,
sino a otras cosas y, especialmente, a los demás.
¡A
todos aquellos que han tenido la paciencia de esperar durante todo este
tiempo, gracias! A los que no han tenido la paciencia de esperar,
decirles que lo comprendo.
Ahora es el momento de
retomar mi vida y hacer las cosas de un modo diferente, pero sin cambiar
por ello mi modo de ser. Hacer cosas nuevas y retomar las viejas que
estaban abandonadas para darles un empujón y permitirles que avancen.
Y
ya hace un par de meses que dije que los cambios empezarían a partir
del 3 de octubre, cuando se cerrara el Festicurts. ¡Bien!. De momento ya
la he empezado haciendo algo diferente: ¡Comiendo por primera vez en mi
vida medusa! ¡Deliciosa, por cierto! Y recibiendo un guiño en mi
corazón. ;-)
Si el azar o el destino no lo tuerce con
una muerte o accidente inesperado, las cosas van a cambiar. Existe la
voluntad y existe la manera. Existen muchos caminos.
Y a
partir de ahora los proyectos de libros, cuentos, guiones, dibujos,
fotos, quedadas con los amigos y con gente nueva, y demás, van a empezar
a tomar forma.
Hoy empieza una nueva etapa de mi vida, y octubre va a ser el prólogo."
Bien, ése era todo el texto. ¡Cosas del destino!, al día siguiente, inesperadamente, empecé una hermosa relación que duró algo más de dos años, hasta el pasado mes de enero, en que todo terminó, excepto en el recuerdo imborrable que guardo en mi corazón. Durante ese período jamás pude tomarme ese tiempo, y ahora que por fin dispongo de él, no me siento física ni emocionalmente preparado para retomar parte de esos proyectos en los que me quería involucrar, los dos proyectos más personales, ni seguir ese camino que me había propuesto, porque para llegar al punto en que estaba en ese momento, tengo que volver a caminar por lo desandado. Pero como dice el dicho, hay que sacar fuerzas de flaqueza, y sacar de flaqueza, corazón. Porque la vida continúa, la vida no se acaba, y la persecución y consecución de nuestros propios sueños, es uno de los mejores baremos para medir la calidad de vida que hemos vivido
O sea que hoy es 18 de febrero de 2013, y me veo obligado a repetir esa frase que dije ya tantos días atrás: "Hoy es el día en que mi libertad empieza de nuevo".
De repente encuentro que me falta todo, mis viejos proyectos apartados u olvidados, mis ilusiones desvanecidas y un enorme vacío en mi corazón. Pero me recuerdo que no me puedo rendir, que toda experiencia vivida debería servir para continuar hacia adelante y que el mejor modo de hacerlo es retomar viejos sueños, o bien buscar nuevos sueños que tomar.
Hoy es el día en que mi libertad empieza de nuevo...
Ahora sólo me queda empezar a avanzar.
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