EL PORQUÉ DE UNA ROSA...

Bueno, un año más llega Sant Jordi y toca el momento simbólico de entregar una rosa; y digo simbólico porque, en realidad, el momento de entregar una rosa debería marcarlo nuestro corazón y no la sociedad, aunque entiendo que, como seres sociales que somos, nos dejemos influir por ese devenir del momento en que todos, o casi todos, parecen ponerse de acuerdo y decidir que hoy es el día en que se entrega una rosa o un libro a la persona amada, o a la que se quiere, se valora o se aprecia.

El porqué de una rosa...

¿Tiene que haber un motivo?

Puede haberlo o puede que no, puede ser algo meditado o simplemente puede que obedezca a un impulso de esos a los que soy tan dado. Pero espero que esta rosa virtual que entrego no carezca de significado.

Porque no se trata sólo de cumplir con algo que parece estipulado por la sociedad y pactado. Es algo que siento con el corazón, y el día de hoy sólo me lo ha recordado.

Porque cada persona a la que envíe este escrito sabe que ha significado algo, significa o me gustaría que significase algo para mí, y espero que yo para ella.

Y con todo sé que, como siempre, me olvidaré de alguna persona apreciada. Puede que no envíe esto a alguien que quizás lo espere y lo merece, y que lo envíe a quién tanto le da recibirlo como que no. Pero así es la vida, no siempre justa, aunque intentaré poner remedio a ello, llegado el caso.

A quién se la envíe, que sepa que por algún motivo fue, es o será.

Algo me une a esa persona, sea conocida o desconocida, y tiene un porqué.

El porqué de una rosa...