jueves, 3 de septiembre de 2015

URBEX: CAN CODOLAR

Texto: Joan Ramon Santasusana Gallardo. Fotografías: Joan Ramon Santasusana Gallardo, Esther Ortega López.
Fecha: 15 de marzo de 2015. Lugar: En algún lugar del Baix Empordà, provincia de Girona, Cataluña, España.
Total fotografías tomadas: 62. Total fotografías publicadas: 46.
Si quieres saber qué es el urbex: Urbex: exploración urbana.
Si quieres ver otros archivos urbex: Archivos urbex.


Can Codolar fue la tercera parada obligada en largo paseo que hicimos durante un domingo del mes de marzo, en el que tuvimos la oportunidad de visitar varios edificios abandonados -Sant Benet del Bosc, Can Rifà, Can Codolar y el conjunto de Sant Baldiri (formado por una ermita y su casa parroquial)- a lo largo de nuestro recorrido por los bosques que atraviesan los montes de Cadiretes-L’Ardenya, justo al lado de la Costa Brava, siendo posible durante el trayecto, observar frecuentemente el mar a lo lejos. En todo caso, en el presente artículo me limitaré a hablar de Can Codolar, pudiendo acceder al resto de ellos a través de los links correspondientes.

Sin duda, de todos los edificios que visitamos ese día, Can Codolar era el que estaba en peor estado, ya que todo el interior de su enorme estructura había sido invadido por una exuberante vegetación, que en algunas partes convertían el paso en algo verdaderamente impracticable, mientras que en otras, estábamos obligados a agacharnos o retorcernos para pasar a través de esa pequeña jungla de árboles, juncos, zarzas y arbustos que lo invadía todo.


Por lo que averigüé después, esta vieja masía aún estaba habitada en el año 1973, aunque no sé a ciencia cierta en que año fue abandonada. Me sorprendió pues, aún más, por este hecho, que algunos árboles ya se hubiesen apoderado plenamente del interior del edificio, no ya de lo que antaño fue su enorme patio, sino de las mismas plantas interiores que una vez conformaron el verdadero hogar de esa enorme masía, atravesando los marcos de sus viejas puertas y ventanas.

Ciertamente, de estar entero todo el edificio, debo reconocer que esta masía se hallaría entre una de las más grandes que he visitado hasta el momento, pero no es el caso, ya que buena parte de la edificación interior se halla derruida, y algunas de las partes que permanecen en pie son inaccesibles debido a la vegetación.


En realidad, si pude sacar algunas fotos fue al hecho que durante el momento de nuestra visita, a la mayoría de árboles de hoja caduca que se hallaban en el interior del patio -¿ailanthus altissima, quizás?-, aún no les habían brotado ni una hoja, de lo contrario creo que únicamente nos hubiésemos topado con una capa de espeso verdor.

Sea como sea, aquí dejo una breve galería fotográfica de aquello que allí pudimos observar.












































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