lunes, 9 de julio de 2012

ERNEST BORGNINE, EL HOMBRE RUDO CON UN CORAZÓN DE ORO


Ayer, 08 de julio de 2012, falleció Ermes Effron Borgnino -Ernest Borgnine- a los 95 años de edad. Borgnine fue una de esas viejas estrellas de aquel Hollywood dorado en que la industria cinematográfica no se alimentaba sólo de remakes, efectos especiales o éxitos comerciales seguros, sino de buenas interpretaciones; de aquella época en el que el cine de Hollywood aún podía ser llamado Arte -así, en mayúsculas- y no era únicamente un simple negocio que apostaba sobre seguro.


Actor sumamente conocido, Borgnine siempre será recordado, especialmente, por sus papeles de actor secundario, en los que por norma general interpretaba a tipos de carácter rudo, duro y desagradable. A pesar de ello, sería gracias a "Marty" (1955), que ganaría el Óscar al mejor actor. Marty, un joven y sencillo carnicero de gran corazón, resultó ser uno de los personajes más humanos y entrañables de toda la historia del cine. Como Marty, Ernest Borgnine, resultó ser un hombre sencillo y de gran corazón; cuando no estaba trabajando en alguna película, Borgnine siempre se mantuvo sumamente activo realizando y colaborando en obras de caridad u organizando actos de beneficencia alrededor de todo Estados Unidos. Y es por ello, por ambos hechos -ser un buen actor y ser una buena persona, a pesar de su fiero aspecto-, que Ernest Borgnine será recordado por aquellos que amamos el cine y a las buenas personas. Ernest, desde aquí, quiero enviarte mi más sentido homenaje.


Como colofón, quisiera recordar aquí unos pocos títulos de la mucho más amplia filmografía de Ernest Borgnine. Son películas que he visto en los que Borgnine tenía un papel destacable, secundario o meramente anecdótico. En realidad no importa, porque cada una de estas pequeñas joyas que aquí menciono me marcó a su modo, y en cada una de ellas aparecía Borgnine. Por ello, quiero dejar constancia de parte de su legado: sus interpretaciones,

  • De aquí a la eternidad (From Here to Eternity) (1953), de Fred Zinnemann.
  • Johnny Guitar (Johnny Guitar) (1954), de Nicholas Ray.
  • Demetrio y los gladiadores (Demetrius and the Gladiators) (1954), de Delmer Daves.
  • Vera Cruz (Veracruz) (1954), de Robert Aldrich.
  • Marty (Marty) (1955), de Delbert Mann.
  • Los vikingos (The Vikings) (1958), de Richard Fleischer.
  • Barrabás (Barabbas) (1962), de Richard Fleischer.
  • El vuelo del Fénix (The Flight of the Phoenix) (1965), de Robert Aldrich.
  • Doce del patíbulo (The Dirty Dozen) (1967), de Robert Aldrich.
  • Grupo salvaje (Wild Bunch) (1969), de Sam Peckinpah.
  • La aventura del Poseidón (The Poseidon Adventure) (1972), de Ronald Neame.
  • El emperador del norte (1973), de Robert Aldrich.
  • Odisea bajo el mar (The Neptune Factor) (1973), de Daniel Petrie.
  • Jesús de Nazaret (Jesus of Nazareth) (1977), de Franco Zeffirelli.
  • El príncipe y el mendigo (Crossed Swords) (1978), de Richard Fleischer.
  • Sin novedad en el frente (All Quiet on the Western Front) (1979), de Delbert Mann.
  • 1997, Rescate en Nueva York (Escape from New York) (1981), de John Carpenter.
  • Comando Patos Salvajes (Code Name: Wild Geese) (1984), de Antonio Margheriti.
  • Gattaca (Gattaca) (1997), de Andrew Niccol.

De todas ellas, sin embargo, si tuviese que recomendar alguno de esos films, elegiría "Marty", no ya porque Borgnine interprete magistralmente su papel como actor principal, sino porque la película, en sí misma, pese a su aparente sencillez, es todo un alegato de humanidad.


A pesar de todo, fuera como actor principal o secundario, es evidente que Borgnine sabía dejar su propia marca, no sólo por su imponente físico de hombre rudo, sino por sus propias interpretaciones, y las películas en las que aparece difícilmente hubiesen sido las mismas sin él. Con su muerte, la luz de una nueva vida se ha apagado, pero como la luz de las estrellas ya tiempo muertas que brillan en el cielo, la luz de Borgnine continuará brillando en las películas donde él apareció.

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