lunes, 21 de octubre de 2013

COMO CREAR O FABRICAR NUESTRO PROPIO JACK-O’-LANTERN O CALABAZA DE HALLOWEEN

Porque ya existen numerosos escritos sobre el tema, pero quería permitirme el lujo de escribir un artículo sobre ello, basándome en mi propia experiencia y mostrando mis propias calabazas...

Aunque el origen del el Jack-o’-Lantern o calabaza de Halloween se remonta a la vieja Europa (para su origen, ver: El origen y la leyenda de Jack-o’-Lantern), su uso se ha popularizado a nivel internacional gracias a la cultura popular norteamericana, y especialmente a través de su cine, donde la aparición de la celebración de Halloween, con sus inevitables calabazas o la popular costumbre de “Truco a trato” (“Trick or treat”), en la que los niños, disfrazados de monstruos y otras criaturas sobrenaturales, van pasando por las casas recogiendo golosinas y otros regalos, es frecuente. Sea como fuere, esta costumbre ha ido arraigando poco a poco en otros lugares del mundo, y cada vez es más frecuente que llegada la Noche de Todos los Santos, venga precedida de la aparición de este icono cultural, vestigio de antiguas costumbres anteriores al cristianismo, junto a las, también, cada vez más frecuentes fiestas de disfraces de carácter terrorífico que hacen alusión al mundo de los muertos (para más información, ver: Algunas tradiciones sobre el mundo de los muertos: Shamain, Noche de Difuntos y Halloween).


Actualmente, ya se venden toda una serie de calabazas artificiales para la ocasión, hechas a base de cerámica, yeso, plásticos o resinas resistentes al fuego, entre otros materiales, ninguna de ellas logran tener la presencia imponente que tiene una auténtica calabaza de Halloween. Y es que, aparte de lo ya comentado, una calabaza de Halloween hecha por uno mismo reporta mayor creatividad, cuesta menos dinero, y si se elige bien la calabaza, nos aporta una buena cantidad de comida, ya que podemos aprovechar tanto su pulpa como sus semillas para consumo propio.

Para los que se sientan más inquietos y creativos, voy a pasar a explicar los pasos para crear nuestra propia calabaza de Halloween, nuestro propio Jack-o’-Lantern, aunque teniendo en cuenta que es un fruto, y como tal, es un elemento orgánico que, si la calabaza no está seca, no está hecho para durar.

Pero vamos por pasos…

ELECCIÓN DE LA CALABAZA

A la hora de crear una calabaza de Halloween es muy importante escoger una calabaza adecuada. Lo mejor, para ahorrarnos trabajo y esfuerzos, es escoger una calabaza de buen tamaño y, a ser posible, que ya esté algo madura, ya que la pulpa de la calabaza es bastante dura, especialmente si la calabaza aún está verde, aunque naturalmente, si está verde, nos durará más tiempo que no si está madura.

En este punto quiero hacer también un inciso… En sus inicios u orígenes, los Jack-o’-Lanterns no se hacían a partir de calabazas, sino de nabos o remolachas que eran ahuecados del mismo modo que se hace actualmente con las calabazas, para ser usados a modos de fanal, poniendo brasas en su interior. Por supuesto no tenían un rostro dibujado, eso fue un añadido posterior, surgido a raíz de la leyenda de Jack-o’-Lantern (de nuevo me remito a: El origen y la leyenda de Jack-o’-Lantern). Pero volvamos al asunto de este artículo…

El tamaño de la calabaza, para poder trabajar bien en su interior, debería ser lo bastante grande para que podamos meter bien la mano en el hueco creado, o de lo contrario sufriremos lo suyo. Personalmente recomiendo comprar las calabazas en un mercadillo o mercado público, por dos buenos motivos. El primero es porque allí pueden conseguirse calabazas de buen tamaño y a buen precio. El segundo, y no menos importante, es que esas calabazas suelen ser totalmente comestibles, al contrario que algunas calabazas que se venden en los supermercados en estas fechas, pensadas sólo para ser trabajadas y convertidas en Jack-o’-Lanterns. No es que éstas últimas sean venenosas o tóxicas, pero su consumo como producto alimentario no es demasiado aconsejable, ya que no están pensadas para ello, y su pulpa no suele ser tan sabrosa ni de tan fácil digestión como la calabaza común, pudiendo llegar a resultar indigesta lo mismo que si de una calabaza verde se tratase.


LAS HERRAMIENTAS

Para trabajar bien en el vaciado de una calabaza, existe todo un conjunto de herramientas profesionales que nos permitirán trabajar las calabazas de manera estupenda y muy profesional. Sin embargo, si no queremos gastar más dinero de la cuenta y apoyarnos sólo en las herramientas clásicas, nos bastará con un cuchillo y una buena cuchara. Pero en este apartado haré también mención de algunas herramientas que nos pueden ayudar y que es posible que tengamos en casa, y para que nos pueden servir.

  • Cuchillo: El cuchillo es básico para cortar la calabaza, tanto para crear su tapa superior (o lateral), como para tallar su rostro. Un cuchillo cualquiera puede servir, pero yo aconsejo hacer uso de dos cuchillos, un cuchillo de filo y un cuchillo de sierra. Los cuchillos de filo permiten mejor perforación, pero menor dominio de lo que se corta. Los cuchillos de sierra permiten menor perforación, pero mayor dominio a la hora de cortar. Lo ideal es ir intercalando el uso de ambos tipos de cuchillos según convenga. El uso de cúter o herramientas cortantes para trabajar madera blanda o linóleo, por ejemplo, también pueden ayudarnos a ello.
  • Cuchara: La cuchara nos ha de servir para sacar las pipas de la calabaza que no hayamos podido extraer directamente con las manos, y para ahuecar la calabaza siempre que ésta no esté demasiado dura. Si la calabaza está dura, puede resultar harto más complicado, a no ser que la cuchara esté afilada.
  • Funderelele: El funderelele o cuchara de helado nos resultará mucho más práctico que una cuchara común a la hora de ahuecar la calabaza, tanto por su forma, como por el hecho de que en ella es más fácil aplicar la fuerza.
  • Cuchara parisien: La cuchara parisien, sacabolas o cuchara para melón es una pequeña cuchara con un pequeño agujero en su centro para evitar que se cree el vacío, que sirve para cortar y hacer pequeñas bolas de melón u otros frutos, por lo que también es muy útil para lograr el vaciado de una calabaza.

Del mismo modo, si uno lo desea, para dar forma a nuestro Jack-o’-Lantern, tal y como ya se ha comentado más arriba, podemos usar otras herramientas, tales como diferentes tipos de cúter o cuchillas o diferentes herramientas de tallado o grabado.

Naturalmente, si trabajamos con una calabaza normal, tanto la pulpa como sus semillas que son comestibles, o sea que pueden aprovecharse para usos culinarios, aunque eso ya requeriría todo un apartado aparte.

EL VACIADO DE LA CALABAZA

A la hora de vaciar la calabaza podemos proceder de dos modos. El primero, y más tradicional, es creando una tapa por la parte superior del fruto, aunque se puede crear un hueco lateral, por la parte trasera del fruto, si se desea. Lo ideal sería crear una tapa lo suficientemente grande para que podamos meter el puño por el agujero resultante y poder trabajar con comodidad. Para ello meteremos el cuchillo en un ángulo de 45º, yendo de la parte exterior apuntando a la parte interior de la calabaza, ya que si lo metiéramos dentro, una vez vaciada la calabaza, la tapa caería en su interior.

Una vez hecho esto, llegaremos al interior de la calabaza, que suele estar hueco y lleno de pepitas (esto puede no ser así en las calabazas más jóvenes o pequeñas, o en algunas de las calabazas pequeñas que se venden sólo como piezas ornamentales). Procederemos a sacar las pepitas ya sean con la mano o con una cuchara (aquí, en caso de tenerlo, el funderelele o cuchara para helado trabaja prodigiosamente). Hacerlo con la mano puede ser algo complicado, porque aunque con la mano podremos sacar una buena cantidad de semillas, muchas se resistirán a salir, firmemente agarradas a los hilos de calabaza que hay en el interior del fruto.

Una vez vaciada de semillas, deberemos pasar a extraer la pulpa. Este trabajo será más o menos fácil dependiendo del grado de maduración de la calabaza. A más madurez, más fácil, a menos, más difícil, pues la pulpa puede estar bastante dura. En esta ocasión emplearemos la cuchara, el funderelele, o una cuchara parisien o para melón si disponemos de ella, lo que nos facilitará mucho el trabajo.

Según el caso, es aconsejable no vaciar demasiado la calabaza hasta no haber creado antes su rostro, pues si la ahuecamos demasiado podría ser susceptible de romperse con más facilidad cuando perforemos y creemos sus ojos, boca o nariz.


CREANDO UN ROSTRO

El primer gran consejo a la hora de crear un buen rostro de calabaza de Halloween es, ante todo, tener una idea clara de que es lo que se quiere crear o dibujar, no improvisando directamente en el fruto. Lo ideal consistiría en dibujar antes sobre papel, la serie de rostros que nos gustaría obtener o crear, y a partir de ahí proceder a trabajar sobre lo dibujado en la calabaza.

Si tenemos la mano algo insegura, o nos cuesta visualizar el dibujo sobre la calabaza, podemos dibujar con un rotulador las líneas sobre la misma calabaza, y recortaremos los ojos nariz y boca de manera que cuando lo hagamos nos llevemos las líneas marcadas con rotulador con ellos. Es aconsejable, en este punto, no haber vaciado demasiado la calabaza. Lo ideal es dejar un grueso de 2 centímetros, que se podrá reducir o no según la dureza del fruto. Más tarde, si hace falta, procederemos a vaciarla con más calma. Una vez vaciada, ya podremos iluminar su interior, ya sea mediante una vela (que sería lo suyo), unas brasas o una luz eléctrica.

Los rasgos de la calabaza puede variar para que ésta resulte más simpática o más siniestra, según los gustos de cada uno. Aunque el vaciado de los agujeros para la boca, ojos y nariz puede ser total, puede dejarse una capa de pulpa, trabajando con ello la profundidad para conseguir mayor o menor luminosidad una vez el Jack-o’-Lantern esté encendido. De hecho, hay verdaderas obras de arte que se basan en ello, en el trabajo directo sobre la pulpa, una vez quitada la corteza del fruto.

Prueba de ser original. No dudes de añadirle algunos complementos a la calabaza si lo consideras necesario, asegurándote, eso sí, de que no sea algo inflamable. Un buen ejemplo de lo que comento podría ser, como buen aficionado al steampunk que soy, los diseños que creé de este modo: Steampumpkin: Steampunk Jack-o'-Lanterns and pumpkins with hats (o, Steampumpkin: Jack-o’-Lanterns steampunk y calabazas con sombrero).

CONSERVACIÓN

Como ya se ha dicho, la calabaza es un fruto orgánico, y como tal, se deteriora más o menos rápidamente según la madurez del fruto y el calor al que se halla expuesto, a no ser que dicho fruto esté ya seco, lo cual ya es todo un proceso en sí, ya que casi el 90% del contenido de la calabaza es agua. Ésa es la misma razón por la que la calabaza es muy diurética, depurativa y digestiva. Además, como contiene mucílagos, pocas calorías y casi nada de grasa, es un alimento ideal para las dietas de adelgazamiento.

Si se quiere hacer una calabaza de Halloween y que ésta se conserve perfectamente hasta llegado su momento, esto es la noche del 31 de octubre, lo mejor es fabricarla ese mismo día por la mañana o la tarde, de modo que tendremos la seguridad que está no se pudrirá si el fruto estaba sano hasta ese momento.

Sin embargo, el Jack-o’-Lantern puede ser fabricado perfectamente unos días antes siempre que después lo guardemos dentro del frigorífico, donde se conservará mejor, o incluso puede ser congelado, aunque si se congelan hay peligro de que estas se hablanden una vez descongeladas. En todo caso, una vez los saquemos de allí, es aconsejable secarlos si se forma agua sobre el fruto a causa de la condensación, al menos si queremos que duren un tiempo (en el caso de estar congeladas, una vez descongeladas, durarán poco).

Un vez hecho esto, podremos proceder del modo habitual, iluminando su interior.


¡Feliz Noche de Todos los Santos!
¡Feliz Noche de Halloween!


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