Después de un fin de semana intenso repartido entre la Cerimònia del Foc de Girona, la noche del viernes, y la III Fira Steampunk de Barcelona a lo largo del sábado, el domingo 4 de octubre de 2015 le tocaba el turno a la Fira Internacional de la Bruixeria de Sant Joan les Fonts, población que se halla en pleno centro de la mágica comarca catalana de la Garrotxa, tan llena de leyendas sobre follets, dones d’aigua, bruixes y encantades, que este año cumplía su décimo aniversario. Y si bien, ni mi pareja ni yo, nunca hemos sido seguidores de ciencia mágica, esotérica u ocultita alguna, nos sentimos atraídos a visitar esta feria por el hecho de ser amantes de ese modo antiguo de ver la vida, a menudo tan ligado a la naturaleza, de sus tradiciones, mitos y leyendas paganos, y, ¡cómo no!, de esa magia que, aunque no creamos en ella, a menudo nos parece sentirnos rodeados por ella.
Habiéndonos perdido sin duda algunas de las mejores actividades de esta singular feria, muchas de las cuales se realizaron durante el sábado, y especialmente durante la noche de éste (no en vano la noche del sabbat es la noche de la brujería), decidimos visitar esta feria durante la tarde del domingo, atrezzados para la ocasión, esto es, como dos supuestos brujos.
Como cada año a lo largo de estos últimos diez años, la Fira Internacional de la Bruixeria de Sant Joan les Fonts se viene celebrando el primer fin de semana del mes de octubre. En ella pudimos ver un gran número de tenderetes y tiendas que, efectivamente, estaban dispuestos para la ocasión, dedicados sino todos ellos a la brujería clásica –antigua o moderna- o algunas de sus variedades, sí a algún tipo de ciencias alternativas o esotéricas, pudiendo ver una gran cantidad de tiendas que ofrecían naturopatía y otros remedios naturales, ungüentos, amuletos minerales, herboristería, inciensos y aromas naturales, artesanía variada (especialmente en joyería) y algunos practicantes de distintas modalidades de artes adivinatorias, como el tarot o la quiromancia.
Naturalmente, aparte de este mercadillo brujeril o esotérico, también se celebraron otras muchas actividades, la mayoría de ellos en el Clot de l’Infern, donde se habían dispuesto cuatro escenarios, cada uno representativo de uno de los cuatro elementos (agua, aire, fuego o tierra). Así, a lo largo de esos dos días, se celebraron diversos talleres infantiles, se mostraron distintas danzas rituales, y se hicieron algunas pequeñas representaciones teatrales animadas por distintos brujos y brujas.
Por otro lado, en el pequeño castillo de Sant Joan les Fonts se celebraron diversas conferencias de temáticas druídicas, esotéricas, astrológicas u ocultistas.
Más allá de eso, nos entusiasmó ver que diversas calles y algunos de los pequeños centros comerciales del lugar, se habían dedicado a engalanar las calles y algunos escaparates para la ocasión, mostrándonos murciélagos, arañas, fantasmas, brujas y calabazas en uno u otro lado de la pequeña localidad de Sant Joan les Fonts, que en cierto modo ya es mágica por sí misma.
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