EL AMOR SEGÚN HANK MARSHALL

"Ahora sé, después de tantos altibajos, que lo que llamamos amor es sólo un intercambio de energía; es una simple cuestión de mecánica cuántica. Pensad en el agua, por ejemplo. A veces es agua, y a veces es hielo, a veces puede ser humo o vapor, pero siempre es H₂O. Sólo cambian sus propiedades. Vuestra madre es igual: es como el agua... Hace mucho tiempo que tomé la decisión de amar simplemente sus propiedades básicas; no sabía que había habido una fisión nuclear en ese agua. ¿Lo entendéis?... ¿Lo entendéis? Es una metáfora. Lo de fisión nuclear es una metáfora."

Hank Marshall (Tommy Lee Jones),

en "Las cosas que nunca mueren" dirigiéndose a sus dos hijas.

¿Porqué he incluido esta frase de "Las cosas que nunca mueren" en mi blog?, os podéis preguntar.

En "Las cosas que nunca mueren" ("Blue Sky" en la versión original), Hank Marshall (Tommy Lee Jones) es un militar experto en física nuclear y mediciones de radioactividad del ejército de Estados Unidos que ama profundamente a su esposa, Carly (Jessica Lange), una mujer inestable, que sufre de constantes altibajos emocionales, por lo que no siempre es fácil  convivir con ella. Sin embargo, Hank, junto a las dos hijas del matrimonio, es capaz de descubrir hasta donde puede llegar el amor, por encima de las etiquetas sociales con las que es etiquetada su mujer.

Y es que, digan lo que digan, amar puede ser fácil o difícil, pero, desde luego, es algo complejo, y más cuando se habla de una relación donde una de las personas sufre algún desorden de tipo psíquico o mental, como puede ser un trastorno límite de la personalidad, un trastorno bipolar, una fobia extrema (como la agorafobia, por poner un ejemplo), o una disfunción de tipo emocional. No, no siempre es fácil, por mucho que se ame. Porque a veces, una relación, por mucho que se quiera a alguien, es destructiva, dañina y, a la larga, nociva. Y sin embargo, existe gente capaz de vencer esos problemas a fuerza de amor, y con ello demuestran amar más allá de toda medida. Y algo así sucede en esta película.

No diré yo que siempre tenga que ser así, pues a veces dejar, abandonar, una relación donde se ama a alguien así es una simple cuestión de supervivencia. Pero, sin embargo, admiro a esas personas capaces de vencer todos esos obstáculos o que demuestran que son capaces de convivir con ellos, superando una de las mayores pruebas que pueda ponerles la vida.

El amor es como el H₂O: a veces es agua, a veces es hielo, a veces puede ser humo o vapor, pero siempre es H₂O. Sólo cambian sus propiedades. Que aceptemos una cosa u otra, o todo ello en conjunto, depende de cada uno.