Desde hace unos años, Dolmen Editorial se ha propuesto rescatar un gran número de cómics clásicos que, después de tantos años permanecían olvidados a pesar de su indudable calidad. De entre todos ellos, quiero destacar Bermudillo (Douwe Dabbert en su idioma original), del cual, en su país de origen, Holanda, se han llegado a editar hasta veintitrés álbumes, de los cuales, hasta ahora, en España, sólo se habían publicado siete de ellos en la década de los ochenta, lanzados por Editorial Bruguera bajo el nombre de Bermudillo, el genio del hatillo.
Con la muerte de su dibujante Piet Wijn, Dolmen Editorial se ha propuesto recuperar la magnífica obra de este personaje al completo, conservando el nombre del personaje que le pusiera Editorial Bruguera en nuestro país, aunque quitándole el calificativo de “genio del hatillo” que pudiera llevar a engaño, ya que el personaje es totalmente humano aunque, ¡eso sí!, poseedor de un prodigioso hatillo mágico que perteneciera a su abuelo, que fue brujo, capaz de proporcionarle todo aquello que pueda necesitar alguien en un momento dado.
A través de sus primeras aventuras, Bermudillo visitará lejanos países y tierras de cuento, desde las misteriosas tierras de Oriente, al Polo Norte, pasando por las tierras del Oeste... y las que aún está por llegar. Y será a través de este extraordinario periplo, que también conoceremos a muchos de sus compañeros de aventuras y viajes, y, ¡como no!, a singulares villanos, monstruos y otras criaturas.
FANTASÍA ATEMPORAL PARA UN CÓMIC EXTRAORDINARIO
Si a día de hoy algo puede fascinarnos del cómic de Bermudillo, es la calidad de sus dibujos, repleto de todo tipo de detalles, y la atemporalidad de sus historias, que quizás precisamente por su carácter atemporal no han perdido ni una pizca de actualidad. Sus ilustraciones son hasta tal punto detallistas, que en su país de origen han sacado incluso ediciones exclusivamente en blanco y negro para que puedan apreciarse los detalles de su dibujo en todo el esplendor.
Efectivamente, los detalles del dibujo de Piet Wijn se extienden a todos los niveles, haciendo que los paisajes, las personas, los animales, las plantas y los monstruos que en el relato aparecen sean cada uno únicos por sí mismos, casi dotándolos de vida propia, pero formando todo ello, a su vez un todo. Sus personajes, cuya caracterización roza entre lo realista y lo caricaturesco, llegan a recordar en algún momento los personajes surgidos de las ilustraciones para cuentos y leyendas de Gustave Doré o Arthur Rackham.
Los guiones de Bermudillo son sencillos, quizás porque en su tiempo fueron pensados para un público infantil, aunque, como los cuentos clásicos, son igualmente aptos para los adultos. A pesar de ser historias totalmente originales, las aventuras de Bermudillo parecen surgir y alimentarse de aquellas cuentos y leyendas maravillosos surgidos de la tradición oral popular.
Podría decirse que las aventuras de Bermudillo transcurren en un mundo muy parecido al nuestro, aunque no exactamente el mismo, ya que en algunos aspectos es totalmente distinto, al igual que sucede en los cuentos. Su trasfondo histórico parece cruzar aspectos de diferentes épocas, yendo de lo medieval a lo renacentista, para acercarnos incluso a épocas de aspecto más tardío. Estos anacronismos, lejos de no encajar, encajan perfectamente en sus relatos, donde se respira una atmósfera de cuento, y donde la magia y superstición también están muy patentes...
A pesar de ello, las aventuras de Bermudillo también tienen un sentido de lo mundano admirable, surgiendo detalles de ello en cada uno de los rincones de sus viñetas, y donde la aparición de cualquier personaje, sus pueblos o sus ciudades ya nos dicen algo de los mismos.
LOS PERSONAJES Y LA NATURALEZA EN EL MUNDO DE BERMUDILLO
Los personajes surgidos de las historias de Bermudillo son carismáticos, entrañables y, hasta cierto punto, cercanos, incluyendo sus villanos; esto es así, posiblemente, porque cada uno de ellos se acopla perfectamente a alguno de los arquetipos de típicos de los cuentos tradicionales, aunque, ¡eso sí!, añadiéndoles ciertos rasgos humanos en su carácter de los que éstos a veces carecen en los cuentos.
Uno queda sorprendido cuando observa, incluso, los personajes totalmente secundarios o de relleno que aparecen en sus historias, independientemente de que éstos sean humanos, monstruos o animales, ya que cada uno de ellos rebosa de vida propia y parece esconder una historia detrás suyo, diferenciándose de los demás, como algo único. Sus rasgos están claramente diferenciados uno de otro, lo mismo que su vestuario, sus expresiones o sus gestos.
Esta humanidad, queda incluso patente en algunos de los animales y seres fantásticos que aparecen a lo largo de las aventuras de Bermudillo, como es el caso de los animales antropomórficos que viven en el Valle de Bam, el monstruo del Lago Nebuloso, el pequeño familiar dragón de la bruja Vredulia o el inolvidable Dodo.
La extraordinaria abundancia de animales que aparecen a lo largo de las aventuras de Bermudillo, ya sea en las zonas más salvajes y apartadas –como es el caso de bosques, montañas, desiertos o, incluso, zonas árticas-, o en las zonas rurales o aldeas poblados por comunidades humanas, donde suelen aparecer animales domésticos de todo tipo –gallinas, patos, gansos, gatos, perros, cabras, cerdos, asnos...- haciendo vida entre los campesinos y ciudadanos, nos hacen entrever una época no tan lejana donde la vida del hombre estaba aún visiblemente unida a su entorno natural. La naturaleza, cobra así, un protagonismo propio en este fantástico mundo, añadiendo un buen tropel de vida a una naturaleza que ya se nos antoja exuberante en su variedad a lo largo de los vagabundeos del viejo Bermudillo.
Difícilmente nos dejarán indiferentes las aventuras y desventuras que corren Bermudillo y sus amigos a lo largo de este periplo de cuento: desde las lecciones de humildad que recibe Paulina, la princesa mimada, pasando por las desdichas que sufren los animales antropomórficos habitantes del Valle de Bam, el reino secreto de los animales, tras la llegada Ludovico de Malaespina y Canuto a sus tierras, o la búsqueda de poder e inmortalidad de la bruja Vredulia, o la tristeza y soledad que puede sentir el valiente Dodo, al ser el último miembro de su propia especie, pasando por la amistad que éste establecerá con el propio Bermudillo.
Hoy por hoy, habiendo publicado ya dos volúmenes de tapa dura (cada uno de ellos recogiendo tres álbumes de la edición original), y a punto de salir ya un tercero, el mundo del cómic español tiene de nuevo la oportunidad de enriquecerse con todo un clásico, para disfrute de grandes y pequeños.
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