EL CONCEPTO
El greenpunk puede entenderse como un movimiento de especulación ficticia que intenta despertar y profundizar la sensibilidad ecológica del individuo para, a través de él, expandirse a la sociedad, colaborando en la creación de una mayor sensibilización cultural y social sobre un problema que ciertamente es real: el del consumismo desenfrenado y la explotación sin control de los recursos naturales y pedecereros del planeta. Esta corriente apoya la evolución y el progreso tecnológico, aunque centrándose en el uso de energías renovables y no contaminantes y, sobretodo, en la idea del “Do it yourself” o “Hazlo tú mismo”, o sea del reciclaje y la reutilización de todo aquello que el mundo consumista actual consideraría obsoleto, desechable e inútil. El greenpunk enfatiza la habilidad individual y la responsabilidad de cada uno para un cambio social y ecológico positivo.
Tomando los elementos básicos de la sociedad y la cultura de masas, del cual se valen las élites actuales para gobernar y controlar a la mayor parte de la población mundial a través del consumismo ciego nacido del capitalismo, el greenpunk pretende dar una vuelta de tuerca a esos mismos elementos para usarlos a favor de la sociedad, intentando resolver los problemas sociales, económicos y ecológicos derivados de éstos. Así, aboga a favor de un mundo verde, sostenible, donde todo es susceptible de ser reaprovechado o de ser modificado para darles otros fines o usos, recreando y educando a la sociedad a través de una convivencia más en consonancia con lo natural, ya no sólo a nivel social, sino individual.
En su premisa, renuncia al romanticismo del steampunk o al nihilismo del cyberpunk, aunque recoge ideas y elementos de ambos conceptos, especialmente en lo que se refiere a la tecnología más accesible y conocible, visionando un mundo donde los deshechos de la cultura consumista propagada por una élite es reutilizada por las masas, persiguiendo la reconstrucción de una ecología y unos ecosistemas prácticamente devastados por el uso inapropiado de los recursos naturales, así como incide en la reconducción de algunas enfermedades sociales, como el consumismo desbocado. Más allá de eso, intenta introducir al hombre en un mundo más acorde con el de la propia naturaleza, intentando lograr cierta simbiosis entre hombre y mundo natural. El greenpunk, al contrario que el steampunk o el cyberpunk y sus derivados, es una corriente que comienza a cobrar fuerza en la realidad, y aunque especulativamente, es una realidad posible.
HAZLO TÚ MISMO
El greenpunk viene representado, en gran medida, por la idea y la filosofía del “Hazlo tú mismo” (“Do it yourself”), el revertir los propios elementos creados por el sistema capitalista actual para traer un nuevo cambio revolucionario reaprovechando todo aquello que no se considera reaprovechable. Viene a ser un movimiento contracultural, anticapitalista y artesanal donde el propio individuo aprende a fabricar y reparar cosas por sí mismo, de modo que ahorra, se entretiene, aprende y a la vez explota su creatividad. Y a través de este concepto, individuo a individuo, cambiar la mentalidad global con tal de lograr un cambio total del sistema, un mundo verde y sostenible.
Este aspecto artesanal y cultural del “Hazlo tú mismo”, vigente también en el steampunk, se amplía en este caso a las energías renovables, el reciclaje y la reutilización de lo que el mundo comercial llama obsoleto o inservible. Un “hazlo tú mismo” que, siendo frecuente en países donde abunda la pobreza, donde tienen que hallarse recursos allí donde no los hay, al contrario que en los países totalmente capitalistas, aboga por la concienciación global y el cambio de mentalidad ecológica mundial, cada vez más necesaria, haciendo comprender que los recursos naturales son limitados y no siempre renovables, y que no tenemos porque seguir el juego a las modas ni a las empresas que nos dicen lo que es útil o no, lo que es obsoleto o desechable, e inútil, para hacernos comprar más y consumir más, colaborando, con ello, a su vez, a crear más pobreza, más basura y más degradación en medio ambiente.
Así, la idea de rescatar objetos antiguos y darles nuevo uso puede tener una aproximación acusada al ecologismo, a la vez que otros productos que son considerados desechables, son reorientados hacia otras utilidades y usos.
EL GREENPUNK COMO RETROFUTURISMO
Aunque no es propiamente un retrofuturismo, ni se considera un futuro de estética retro -el greenpunk fue concebido como un concepto plenamente futurista-, el greenpunk ha sido asimilado rápidamente como una más de las muchas corrientes “punk” retrofuturistas que han nacido a partir del steampunk.
A raíz del steampunk han surgido multitud de retrofuturismos y futuros de estética retro como el dieselpunk, el clockpunk o clockwork punk, el atomic punk, etc. Aunque la premisa de cada uno de ellos es la evolución a partir de una tecnología, adoptando a la vez una estética particular –en el caso del steampunk, el carbón y la energía de vapor; en el dieselpunk, la gasolina; en el clockwork punk los mecanismos de engranajes, etc.-, en la mayoría de casos, la diferenciación entre un género y otro es escasa, y a menudo todos ellos se superponen. Por otro lado, otros “punk”, como el cyberpunk o ciberpunk o el biopunk son plenamente futuristas (y no retrofuturistas) y mucho más distópicos que el resto, aunque el greenpunk ha adoptado algunas ideas de éste último, el biopunk, aunque en un sentido más positivo.
En ese sentido, el greenpunk, visto más como un retrofuturismo que no como un futuro posible, se ha acercado mucho al romanticismo del steampunk y a tecnologías más naturales y sostenibles. Una evolución derivada del steampunk en qué se sustituyen tecnologías del vapor que implican la combustión de combustibles contaminantes (como lo es el carbón), por otros más ecológicos (como la energía solar o eólica), y ciertos toques de biopunk, que van desde animales o plantas alterados genéticamente a ideas de simbiosis entre los humanos y la propia naturaleza.
ESTÉTICA GREENPUNK
Bajo el concepto del greenpunk se ha generado una estética inspiradora, tanto a nivel arquitectónico y urbano, como de vestuario alternativo o a nivel conceptual. En unos casos enfocados como conceptos totalmente futuristas, en otro casos como conceptos retrofuturistas, aunque situándolos dentro de un contexto de un futuro posible con evidentes toques estéticos retros.
A cierto nivel y en ese sentido, podría decirse a modo de broma que el greenpunk aún está “verde”, que no está maduro. Aunque tiene unas bases, detrás suyo no hay toda una logística o una fuerza intelectual o artística que la apoye o que hayan formado el greenpunk en un género sólido por sí mismo. Actualmente más bien bebe de distintas fuentes. El tiempo dirá si el concepto tiene éxito o no, y cala en las mentes de los hombres.
En la actualidad, ciertos elementos greenpunk puede observarse ya en elementos arquitectónicos de algunas ciudades o parques. A nivel arquitectónico urbano el greenpunk se va imponiendo paulatinamente dentro de lo que se ha llamado arquitectura sostenible y arquitectura simbiótica que ya puede observarse en ciertas ciudades, pudiendo incluir aquí, perfectamente, los huertos urbanos y los jardines verticales cada vez más comunes en algunas grandes ciudades. Todo ello, engloba, de algún modo, el concepto de la simbiosis tolerada y respetuosa entre edificios, máquinas y otros productos tecnológicos humanos, con esos pequeños ecosistemas naturales que, a su vez, nos unen y aproximan al resto del mundo natural.
Del mismo modo, se acude a la naturaleza para obtener ciertos recursos y ventajas naturales que de otro modo sólo se consiguen empleando máquinas. No nos engañemos, desde tiempos remotos, el hombre ha sabido hacer ese uso natural de los recursos naturales. Parques repletos de árboles que refrescan en verano, fuentes de agua, huertos que proveen alimentos, etc. Pero el greenpunk pretende dar un paso más allá, en el sentido de que no sea el hombre quién posea y transforme a la naturaleza, sino en lograr una perfecta simbiosis entre la naturaleza y el hombre, y que sea capaz de mantener un equilibrio y respeto con ésta..
A nivel de vestuario, por otro lado, el greenpunk combina estéticas neotribales, neohippies, neovictorianas, gitanas, new age o “eco friendlies”, en el sentido de usar indumentarias básicamente ecológicas, hechas a partir de productos naturales, el reciclaje de ropa vieja o usada, o usando arreglos o parches que permiten que éstas duren más, alargando su vida. Suele darse prevalencia a los tonos y colores naturales, prevaleciendo el verde por encima de todos, aunque esto no es realmente necesario, simplemente una licencia más para acercarnos, visualmente, al mundo natural.
A nivel conceptual, ya han aparecido ciertas obras literarias, enmarcadas básicamente en la ciencia-ficción, así como multitud de ilustraciones y dibujos, donde se refleja un mundo greenpunk donde el respeto hacia el mundo y la naturaleza es posible. Un mundo futurista algo idealizado, aunque ello no significa que no sea posible, donde el hombre ha creado algo semejante a un edén en la tierra, y éste es capaz de compartir el mundo con el resto de los seres vivos, que de otro modo, muchos de ellos, están abocados a la extinción debido a nuestro atroz consumismo.
Me ha encantado!
ResponderEliminarTodo esto y una serie de variantes que creo muy válidas es lo que intento dar a conocer a través de un foro de recentísima creación. Agradecería que cualquiera enterado o interesado en este "Greenpunk" aportase sus ideas en los espacios que facilita mi proyecto.
ResponderEliminarLa dirección a seguir es:
http://greenpunk.esforos.com/
Artículos así de completos es lo que necesita.