"Pa'n'tomaquet western" |
EL SUEÑO (19 de julio del 2013)
Últimamente han vuelto los sueños a mi vida, con fuerza y vigor, de esos en los que intervienen los cinco sentidos (vista, oído, tacto, olfato, gusto...). Anteayer tuve un sueño de estilo post-apocalíptico al más puro estilo Mad Max; ayer, un sueño de corte medieval-fantástico. Hoy le ha tocado el turno a un western (weird western, debería decir) muy especial, un sueño donde se mezclaban géneros tan dispares como el western, lo medieval y lo fantástico.
El sueño ocurría en una Europa futurista al más puro salvaje oeste. Pistolas, sombreros, ponchos, cinturones cargados de balas y cartuchos, caballos y otras bestias de carga más extrañas que ellos, pañuelos en el cuello, desiertos... Europa parecía justo salir de una guerra civil de la que aún quedaban pequeños reductos de batalla en una y otras zonas todavía sumidas en el caos. Se suponía que en un pasado anterior (apenas unos dos o tres siglos antes) una gran guerra había devastado el mundo después de que la caída de un gran cometa sobre la Tierra hubiese acabado con la mayor parte de recursos alimentarios del planeta. Tras eso, el hambre y la guerra.
El mundo había quedado incomunicado y Europa, en esos tiempos oscuros, se había unido formando una especie de frente común ante el desastre, pero de algún modo, con los años, se había creado una élite corrupta y privilegiada que explotaba a la mayoría, lo que había acabado desencadenando la guerra civil que comentaba al principio.
Pasados algunos siglos, y ya en lo que era el momento presente del sueño en sí, tras recuperar algunos grados de civilización, Alemania venía a ser algo parecido al Este del Salvaje Oeste típico de los westerns, y el resto de Europa era algo similar al salvaje oeste, entre tierras desérticas, semidesérticas y pequeños bosques y oasis. Una tierra habitada por nuevas especies animales y mutantes, entre las que recuerdo una especie de arañas gigantes acorazadas semejantes a los cangrejos gigantes japoneses procedentes del mar de China.
Varias luchas internas en Europa, luchas políticas, y escaramuzas de bandidos, luchadores por la independencia de nuevos estados, y viejos soldados del bando que había perdido la guerra recorrían esas tierras de un lado a otro, cuando llegados del lejano oeste, más allá del océano Atlántico, llegaba una nueva amenaza.
Efectivamente, en todo esto, procedente de la vieja Norteamérica, sobre sus drakkars con cabeza de dragón y viejos zeppelines hechos de piel y cuero, llegaba una oleada vikinga compuesta de miles y miles de bárbaros rubios y barbudos, musculados, al más puro “Tecno Viking” de Youtube, armados de hachas y viejas armas de fuego de uno o dos disparos, dispuesta a descubrir y conquistar nuevas tierras. Llegando en gran número, como una salvaje horda empujada fuera de sus tierras. Y entre todo ello, extrañas criaturas mutantes de dudoso origen (no me quedaba muy claro en el sueño).
EL ANÁLISIS
En fin, el sueño se acababa aquí, cuando desde el estado de Alemania se pretendía dar un indulto a villanos, forajidos y desertores para que se unieran contra este enemigo común. En Europa se disponía de mejores armas, pero el número de supervivientes era escaso, frente a la gran cantidad de miles y miles de individuos invasores, físicamente más desarrollados, aunque equipados por armas mucho más primitivas, exceptuando sus grandes zeppelines voladores, de los que los europeos carecían, olvidadas ya las leyes de la aeronáutica tiempo atrás. Sin embargo, ha sido un sueño prometedor; uno de esos sueños de los cuales desearía una continuidad...
Y sin embargo, ante esta fantasía delirante salida de mi propia cabeza, ¿cuanto hay de mí y cuanto de mis recuerdos?
"Stone Torpedo", de Michi Joel. |
Sé que la mayoría de mis sueños recogen siempre recuerdos del día anterior, pero también de mis vivencias generales, de mis aficiones y sueños. Éste sueño, el de hoy, sin duda ha venido propiciado por varias ideas fugaces sobre lo que llamo mi pa’n’tomaquet western, sobre el que ya escribí hace días, pero también sobre otros temas recientes, entre ellos mis últimos sueños de atmósfera post-apocalíptica, aunque diferente al de hoy.
Sin embargo, como digo, este sueño de hoy estaba lleno de pequeños detalles del día anterior. Por un lado la imagen de una raza extraterrestre llamado “ursa” proveniente de la película “After Earth” que me enseñó mi sobrino vía Google por la tarde, cuando los fui a visitar en casa de mis padres. Por otro lado, la impresionante foto que vi cuando llegué a mi casa, realizada por un conocido, Michi Joel, en la que aparece una piedra y su reflejo dentro del agua, formando el dibujo de lo que parece ser un extraño zeppelín, dirigible o nave voladora de diseño steampunk con toques decadentes. Y tras esto, las dos conversaciones que tuve justo antes de acostarme, relativas también al mundo steampunk y la Eurosteancon de Barcelona, junto al hecho de estar preparándome de nuevo para asistir este domingo que viene a un nuevo encuentro de lucha medieval y una nueva sesión fotográfica improvisada en la que pienso llevar distintos atrezzos para ver que sale. ¡Una mezcla explosiva, como veis, que, en mi cerebro, ha acabado originando este sueño!
Por como lo explicas, eras espectador de tu película onírica. Eso es algo que siempre me ha resultado curioso, las diferentes perspectivas que puedes tener dentro de un sueño: protagonista, espectador, actor secundario, ente omnipresente, etc. A mí, los sueños como el tuyo, los que tienen un trasfondo elaborado y complejo, son los que más me gustan! Y siempre te dejan con gusto a poco! :P
ResponderEliminarComo encontrar algo que soñaste. No sabes que es ni como se llama pero sabes que es real?
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