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Texto escrito y recogido por: Joan Ramon Santasusana Gallardo.
Antes de empezar este artículo, quiero hacer constar que éste, de hecho, no está completo, o no está de lejos tan completo como lo podría estar. Hay referencias muy interesantes-como la historia del Gos Nonell (Perro Nonell), también llamado Nonell de les Neus (Nonell de las Nieves), o la rabosa de la calça (la zorra de la calza), entre otros- que no comento aquí. Esto es así porque, de hecho, este artículo es sólo una pequeña parte de un escrito mucho mayor, forma parte de un libro que gira en torno a todos los seres fantásticos de los Países Catalanes que he podido recopilar, que ya superan en mucho el número de trescientos. En todo caso, si este artículo os gusta, espero que lo disfrutéis y os sirva de aperitivo, porque como digo, en nuestro imaginario popular hay más, mucho más...
HOME LLOP (HOMBRE LOBO)
En todas las tierras catalanas, y fuera de ellas, han leyendas e historias que nos hablan de hombres capaces de convertirse en lobos y otras fieras. Estas transformaciones bien pueden ser voluntarias, e ir ligadas, generalmente, a las bruixes (brujas) y bruixots (brujos), como pueden ser producto de una maldición que condena al sujeto a transformarse en un animal y permanecer en el mundo con tal forma de bestia. A menudo, en la actualidad, llamados también licántropos, hay que distinguir éstos de los hombres lobos o "hombres bestia" del folclore tradicional. La licantropía es una enfermedad de origen mental o nervioso que explica el comportamiento anormal de un individuo que se ve o se cree transformado en un animal (generalmente un lobo), pero no va acompañado de ningún cambio físico que lo transforme en tal. Por lo contrario, el hombre lobo o "hombre bestia" (no confundir con los llamados hombres salvajes) si que goza de este don del cambio físico. Transformación que más de una vez, según el folclore, ha sido observada directamente por un testigo, aunque a menudo se descubre al presunto "hombre bestia" (o mujer) por alguna herida infligida cuando estaba bajo su forma animal, que le perdura cuando más tarde se transforma en humano de nuevo.
Claves: Bruixa, Bruixot, Cadell, Damnat, Donamula, Espantainfants, Gos Nonell, Home bèstia, Home isard, Home llop, Home ós, Home salvatge, Home senglar, Joan de l’Ós, Licàntrop, Llobater, Lupromonaro, Mare de guilles, Menador de bèsties, Nyerro, Pare Llop, Peix Nicolau, Rabosa de la calça.
DESCRIPCIÓN
Un hombre lobo no es muy diferente a un hombre, cuando tiene el aspecto de hombre, o de un lobo cuando tiene el aspecto de lobo, pero no suele gozar de ninguna forma intermedia entre hombre y lobo, aunque ya comentaremos algunas excepciones, como es el caso de los nyerros (cochinillos) y los cadells (cachorros). En todo caso, un hombre lobo es bestia, o es hombre. De la mismo modo sucede en la mayoría de casos en que el hombre o la mujer adopta la forma de algún otro animal, ya sea una zorra, una urraca o cualquier otro bicho. Ya veremos, en este sentido, que el abanico es amplio.
Así, dentro de esta descripción no sólo incluimos aquellos seres humanos que tienen la capacidad de transformarse en lobo u otra bestia voluntariamente-tal es el caso de muchas bruixes y bruixots-, sino, también, todos aquellos que han sido transformados en animal a causa de alguna maldición, seres condenados a ser una bestia determinada por causa de sus pecados.
Hay que dejar claro que, en la cultura catalana, las transformaciones que dan paso de hombre a animal, son debido a una transformación voluntaria, ya sea mediante el ungüento de bruja o siguiendo algún otro tipo de rito ancestral, o puede ser debida a una maldición, que tanto puede venir en nombre del Cielo como causa de que la criatura recibe una maldición de la propia madre o de alguna otra persona que ha recibido un perjuicio. En cambio, en nuestras tierras se desconoce el paso de licantropía por contagio -como podría ser por una mordedura de otro hombre lobo-, por herencia, o por posesión de espíritus.
En este sentido, en otras partes de este libro hablamos de algunos de estos seres condenados que destacan por tener características muy propias y marcadas, como es el caso del Gos Nonell, la Rabosa de la calça, el Peix Nicolau o la Donamula. Llegado el momento, ya los comentaremos.
Como curiosidad, comentar que en el Alguer, en la isla de Cerdeña, está el lupromonaro, que más que los rasgos de un hombre lobo, tiene las características de un licántropo, o sea, un hombre que a pesar de no transformarse en animal, actúa como tal, y actúa como una criatura usada para espantar a los niños. Este personaje está descrito mejor en su propia entrada.
Por otro lado, cabe destacar que hay ciertos personajes, como es el caso del Pare Llop (Padre Lobo), los llobaters (lobateros), la mare de guilles (madre de zorras) y otros menadors de bèsties (gobernadores de bestias), que a pesar de tener la virtud de dominar a las bestias que representan con su nombre, y compartir ciertas características con las bestias que representan, no tienen la capacidad de convertirse en una de ellas.
Y más allá de eso, tenemos algún caso, como el de Joan de l’Ós (Juan del Oso), que es producto de la relación carnal directa entre una mujer y una bestia. Un oso, tal y como dice el nombre del personaje. Pero en este sentido, no hablamos de un licántropo, y entraríamos a hablar más de las características de un hombre salvaje u hombre bestia.
Cabe mencionar que aunque la cultura popular actual ha terminado convirtiendo al hombre lobo en una criatura prácticamente invulnerable a todo mal, excepto en la plata, en algunas materias vegetales oa objetos mágicos o bendecidos por la gracia divina, según el caso, no ocurre así en la tradición de nuestras tierras. Ciertamente, a veces estas criaturas parecen ser inmunes a los ataques de los perros guardianes de los rebaños, a las armas comunes, ya sean de corte o de fuego, y al mismo paso del tiempo -lo que las convierte casi en inmortales-, pero esto sólo suele ocurrir así en el caso de las criaturas condenadas, no en el caso de los hombres bestia que se transforman por producto de brujería. Pero hay que tener presente, que tanto los unos como los otros son terriblemente peligrosos, cuando es el caso, pues siempre unen las mejores virtudes de sus dos partes, la del hombre y la de la fiera en que se pueden transformar, y por norma general tienen un ingenio y una inteligencia muy superior a la media, tanto de una como de otra especie.
HÁBITAT
De leyendas de hombres que se transforman en animales hay por toda Cataluña, tal como historias de bruixes y bruixots. Lo único que las suele distinguir, en la mayoría de historias, es que el ambiente donde viven suele ser un ambiente rural o totalmente silvestre de los mismos animales que toman forma, aunque hay alguna excepción, tal como los tabernarios la calle de Carretes, en Barcelona, los cuales, en una Fiesta de Corpus en la iglesia de Sant Pau del Camp no se enviaron a la Sagrada Forma de la hostia que representa a Cristo, y trataban de tragársela con un buen montón de vino, sin mostrar ningún respeto. Al intentarlo, y a causa de su sacrilegio, se vieron convertidos en lobos.
COSTUMBRES
Entre las brujas y los brujos, la facultad de transformarse en un animal es bastante conocida: gatos, perdices, zorros, mulas, gallinas, moscas, lobos... Sólo una cosa suele pedirse para este rito, aunque no siempre se menciona: la persona debe desnudarse y, para poder volverse a transformar en mujer u hombre, debe recuperar las prendas de vestir que llevara puestas encima cuando se desnudó. Si no lo pueden hacer, permanecerán convertidos en bestias. Así, había bruixots que gozaban de la facultad de volverse en rebecos, jabalíes, osos, y aún otras bestias grandes del bosque o de la montaña, al igual que otros lo hacían en lobos, o las bruixes se podían transformar en gatos , zorros, mulas, perdices, urracas y otros pájaros totalmente desconocidos, e, incluso, en moscas. De esta manera, tal como hablamos de homes llops, podríamos hablar de homes isard (hombres rebeco), homes ós (hombres oso), homes senglar (hombres jabalí), dones guilla (mujeres zorro), dones garsa (mujer urraca), dones serp (mujeres serpiente), dones mosca (mujeres mosca), y así ir diciendo hasta tener toda la fauna en que pueden transformarse, recogida.
Según los pastores del Prat del Lluçanès, hay bruixots que tienen la facultad de transformarse en lobo y que, si quieren, pueden ser un día hombre y el otro lobo, o bien persona de día y bestia de noche. Para saber si un lobo es hombre o no, hay darle un bastonazo entre los dos ojos, especificando, en ocasiones, que debe ser con un bastón de laurel bendito; si no es lobo, al momento se volverá hombre. Los perros mastines que guardaban antiguamente los rebaños, así que se abalanza al lobo, lo primero que hacían era atacarlo entre los dos ojos, y más de una vez había pasado que inmediatamente la fiera se convertía en hombre.
LOS PASTORES DEL
CANIGÓ
Se decía que los pastores del Canigó, montaña mágica catalana por excelencia, a pesar de encontrarse en el sur de Francia, en la comarca del Rosellón, la noche de San Juan, para iniciarse en el arte de conducir lobos, se desnudaban al pie del Estany Negre, y colgaban la ropa en las ramas de un árbol inmediato, y en el mismo punto de las doce de la noche se echaban en el estanque bien desnudos, y al salir por la otra orilla, quedaban transformados en lobos. Allí encontraban una gran manada que los esperaba y los recibía con muestras de mucha felicidad y alegría. Así, estos hombres, durante siete años eran lobos como los otros, aprendían su vida y costumbres, y se ganaban su amistad y confianza. Después de siete años, el mismo día y a la misma hora, se volvían a tirar al agua del estanque donde habían sido recibidos por los lobos, y al salir por el mismo lugar donde habían entrado siete años atrás, se encontraban todavía la ropa colgada. Así como se la ponían, quedaban convertidos en pastores como antes, con los mismos años que tenían cuando comenzaron su transformación en lobos, y, por tanto, era como si por ellos el tiempo no hubiera pasado. Los lobos, como los entendían, los querían y los obedecían, y como los pastores sabían las costumbres y su manera de vivir, les podían hacer de mestres de llops (maestros de lobos) o menador de bèsties (gobernadores de bestias). Tal, dicen, es el origen de algunos de estos hombres que tienen la capacidad natural de controlar estos animales.
EL LLOP DE MORA (EL LOBO DE MORA)
Años atrás, cuando el cruel señor del castillo de Mora (Mora d'Ebre, en la comarca de la Ribera d'Ebre) murió, se transformó en un enorme lobazo terrible, conocido como el Llop de Mora (Lobo de Mora). Parece que este lobo era el alma inmortal de este noble, que campaba por aquellas tierras que habían sido suyas, sembrando el terror y haciendo fechorías tal como había hecho como hombre cuando estaba vivo. Y tan fuerte era esta bestia, que era capaz de atravesar, de un salto, el mismo río Ebro. Aunque hace años que ya no se sabe nada de él, tampoco se sabe que haya dejado de correr por aquellas tierras o en algún otro rincón del mundo, aunque existe la creencia de que la aparición de un ser extraño o de un fraile le asustó y lo hizo desaparecer para siempre.
SI LOS HOMBRES
SON LOBOS, LAS MUJERES SON ZORRAS
Son varias las brujas que pueden convertirse en una zorra, o incluso existe el caso de alguna chica que por una maldición sufre la condición de convertirse en zorro, como puede ser el caso de la rabosa de les calces (zorra de las calzas), que ya comentaremos más adelante. Un hecho importante y a destacar, en el caso de las bruixes, es que para transformarse en zorras, deben desnudarse y permanecer bien desnudas. Generalmente esconden la ropa en algún rincón del campo o del bosque, pero si tienen la desgracia de que alguien les quite la ropa o se las cambie de lugar y no se pueden vestir, permanecen convertidas en zorras para siempre. Es así, como algún sabelotodo que se ha encontrado las ropas de estas brujas, ha conseguido descubrirlas y obtener favores, consiguiendo las confesiones de los males que han causado, o simplemente les han dado un buen varapalo.
EL PRIMER OSO
Dicen que hace mucho tiempo vivía en la entrada de un pueblo de los Pirineos un herrero de muy mal carácter, fuerte, grande, corpulento y peludo como una bestia, que no paraba de echar improperios. La gente del pueblo, conociendo su mal genio, le evitaba, pero claro, en aquellos tiempos, todo el mundo, más tarde o más temprano tenía que acudir a él, si no querían que sus animales de pie redondo fuesen malheridos. Tal era su genio, que entonces, incluso los animales, mientras los herraba, no osaban moverse ni un pelo, y hay quien dice que hasta, incluso cuando cogía un mazo, el hierro ya temblaba.
Un día, llegó un mendigo de aspecto salvaje a aquel pueblo: apenas llevaba una ropa decente, iba sucio, sin afeitar y descalzo como un menador de bèsties (gobernador de bestias) o un llobater (lobatero), y dirigiéndose a la herrería, pidió una limosna al herrero en el nombre de Dios.
El herrero, que en ese momento estaba manchando el fuego donde tenía una herradura al rojo, lo miró de arriba abajo, y viéndolo descalzo le echó la herradura al rojo vivo a los pies, diciéndole:
- ¡Ten, calzado! ¡Y luego, vete a pacer, bestia!
El mendigo, que al decir de algunos en realidad era Nuestro Señor, airado por aquel insulto, lo miró fijamente y le lanzó esta maldición:
- ¡Oso eres y oso serás! A todo árbol subirás, sino al espino que te pincharás y al abeto que resbalarás.
Y en el mismo momento el herrero quedó convertido en un oso, que se marchó corriendo hacia el bosque.
Dicen que todos los osos son parientes de aquel herrero, o al menos lo eran los que habitaban los Pirineos. Y es por esta razón que estos animales pueden caminar derechos como personas, y se suben a todos los árboles, excepto el espino y el abeto.
EL ORIGEN DE LOS NYERROS Y LOS CADELLS
Antiguamente, los nyerros y los cadells eran dos de los bandos de bandoleros más populares de Cataluña. Más que bandoleros, eran una fuerza movida por la política, donde podríamos decir que los bandoleros eran el brazo armado. Según dice una historia, el origen de los nombres de estos bandos viene dado por el hecho que explicaremos a continuación.
Parece que había dos damas que eran hermanas, y una vivía en el castillo de Nyer, el Conflent, y la otra, en la Torre del Cadell o Arànser, entre Bor y Bellver de la Cerdanya. No parece cosa de coincidencia, que las dos hermanas, cuando estaban embarazadas, el mismo día y a la misma hora, recibieron a dos hermanas que eran pobres y que también estaban en estado, cada una por un lado. Estas chicas pidieron limosna a las damas, y en ambos casos la respuesta que recibieron fue la misma: las damas, no sólo les negaron la limosna, sino que aún osaron insultar a las mujeres diciéndoles que si apenas no tenían ni donde caerse muertas, como se atrevían llevar una nueva vida en su vientre. Así fue dicho, que, maldiciendo a la dama del castillo de Nyer, la mendicante que allí había implorado limosna, le dijo que daría a luz siete lechones, mientras que la otra, maldiciendo a la dama de la Torre del Cadell, le dijo que daría a luz a siete cachorros. Aún así, las damas riendo, las hicieron sacar a empujones y carcajadas, haciéndolas retirar de su vista. Pero el caso es que al cabo de poco tiempo, cada una dio a luz siete niños, condenados a ser medio hombres y medio lechones, unos, y medio hombres y medio cachorros, los otros. Y, a partir de ese momento, siempre habría mal ambiente entre estos primos, lo que acabaría conduciendo a las famosas peleas entre los nyerros y los cadells que nos cuentan las crónicas de la época.
guail.blogspot.com
ResponderEliminarComo se llama el libro???
ResponderEliminarSugiero buscar los trabajos del finado Prof. Ricardo Pons Bertran del Departamento de Psiquiatría del Hospital Clinic y Provincial de la Barcelona, sobre una epidemia en Europa de Licantropia a principios del siglo XX.
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