Texto:
Joan Ramon Santasusana Gallardo. Fotografías:
Joan Ramon Santasusana Gallardo, Esther Ortega López.
Fecha: 22 de marzo de 2015. Lugar: En algún lugar de la comarca de la Selva, provincia de Girona, Cataluña, España.
Total fotografías tomadas: 155. Total fotografías publicadas: 79.
Si quieres saber qué es el urbex: Urbex: exploración urbana.
Si quieres ver otros archivos urbex: Archivos urbex.
Dentro del mundo urbex catalán, hay lugares repletos de historia que son sobradamente conocidos: Can Busquets, la Torre Salvana o les mines d’Osor, entre otros. No creo romper ninguna de las leyes de la exploración urbana al mencionar sus nombres, ya que estos lugares han sido sobreexplotados no sólo por exploradores urbanos, sino por todo tipo de excursionistas, fotógrafos, parapsicólogos y amantes de lo paranormal, o simplemente curiosos. Precisamente por eso, por ser ampliamente conocidos y visitados, estos lugares están totalmente destrozados y deteriorados, convertidos en poca cosa más que ruinas, pero no por ello dejan de carecer de interés.
Debo reconocer que una de las cosas que más me apena no poder hacer cuando escribo o publico algún artículo sobre los lugares abandonados que visito, es, precisamente, explicar la historia de esos lugares, ya que escribir sobre ello quizás sería dar demasiadas pistas e información a posibles saqueadores, vándalos y desaprensivos. Pero lo cierto es que la historia de esos lugares existe, y aunque no siempre he descubierto la historia o parte de la historia de esos lugares, por norma general casi siempre he hallado la información de una u otra fuente, ya sea oral o escrita. Y debo reconocer que en esas pesquisas mi pareja es mucho mejor que yo a la hora de halla información por la red.
Las minas de Osor fueron clausuradas muchos años atrás, concretamente en el mes de octubre de 1979, después de casi 200 años de explotación continuada, trabajando en ellas alrededor de 100 mineros, que extraían blenda, plomo y espato de flúor de sus galerías subterráneas. A partir de ese punto, la mayor parte de sus instalaciones quedaron cerradas y fueron cayendo paulatinamente en la ruina, aunque a día de hoy una parte de sus edificaciones continúan en pie, convertidas en una casa de colonias, y manteniéndose aún algunas casas habitadas.
Parece ser que estas minas, activas desde el siglo XVIII, ya funcionaban alrededor del año 1734. Con el tiempo llegó a tener hasta once plantas, con más de 15 kilómetros de galerías y un pozo de 290 metros de profundidad vertical. Las ruinas que se observan hoy en día de esta industria abandonada pertenecen principalmente a la zona del lavadero, donde se extraía y limpiaba el mineral, y algún que otro tramo de raíl, manteniéndose la antigua colonia en la zona que aún está habitada, justo al otro lado de la carretera que hay frente las viejas instalaciones, y allí también se halla una capilla dedicada a Santa Bárbara, así como una gran chimenea que formó parte de una industria textil que también había habido allí, surgida durante el siglo XX, que también desapareció.
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