miércoles, 29 de febrero de 2012

VOLVERÉ A SOÑAR CON LAS PLÉYADES


Anoche quise volver a contemplar las estrellas. Bajo los árboles de un bosque sobre el cual ya se había cernido la noche cuando aún no se había puesto el sol del todo, ya vislumbré la luna y el brillo de Marte.

Últimamente siento que de nuevo el universo fluye por mi mente, pero la suya es la corriente de un torrente que es incapaz de arrastrar mis pensamientos y llevárselos al mar del olvido; un mar donde desearía que se ahogasen todos ellos para así renacer de nuevo. Estoy cansado. A veces, las ideas, cuando se acumulan, no hacen otra cosa que estorbar. Necesito que mi cabeza descanse; que cuando cierre los ojos sea para encontrar paz y no unos torbellinos de ideas que hace que los sueños y recuerdos choquen unos con los otros impidiendo a lo nuevo encontrar su lugar. Necesito desatar una tormenta que lo arrase todo y luego se aplaque, para poder renacer de nuevo. Deseo la pequeña muerte que sólo el cansancio más absoluto me puede conseguir. Estoy cansado de hacer cosas para evitar pensar en lo que quiero dejar atrás. Me uno demasiado a los recuerdos del mismo modo que estoy demasiado unido a las personas. Fuente inagotable de reflexiones que no paran de manar. Necesito poner mi cerebro en off. Una pausa...

Caiga la noche sobre mí, pero no la noche que me despeja, sino el pensamiento que me desborda y me adormece de golpe. Mis ritmos circadianos se han convertido en mi condena biológica. Nací para vivir de noche, y sin embargo tengo que vivir de día. No va con mi naturaleza...

Contemplé el cielo nocturno, pero tan cerca de la ciudad donde vivo se me hace difícil ver esas nubes luminescentes formadas por millones y millones de estrellas que sólo se pueden contemplar en los cielos más limpios y oscuros.

Cada vez se me hace más dificil navegar en ese otro mar que es el cielo. Se desdibujan los astros, y sólo veo aguas oscuras en los que cada vez hay más claridad pero menos luces que me señalen el camino.

Estrellas que me dieron la paz que sólo el abrazo de una amante me pudo dar. Cuando sintiéndome enlazado por sus brazos podía abandonarme inmerso perdido sólo en la calidez, el cariño y el amor del momento. Si las luces de la ciudad me roba vuestro brillo, ¿qué me queda ya?

Volveré a soñar con las Pléyades. Porque si vuestra luz no me llega en la ciudad donde vivo, tendré que sobrevivir contemplando la luz de vuestro recuerdo.

1 comentario:

  1. Hace unos días soñé que estaba mirando de muy cerca las Pléyades, (era de noche) y de repente pasó una luz como si fuera un cometa..y poco después mi despertador sonó...y me quedé pensando...que significa soñar con las Pléyades, si no sabía ni que existían hasta que hubo la alineación de planetas con las Pléyades?

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