viernes, 28 de junio de 2013

ANIMALES PARA LA ESPERANZA

Es curioso como a veces el universo parece conspirar contra ti, como hace que toda una serie de pequeñas coincidencias tengan algo en común y ocurran una detrás de otra, como si quisiera transmitirte un mensaje o advertirte sobre algo...


Todo empezó el pasado 14 de junio, cuando tuve que “rescatar” un par de pequeños murciélagos que se habían colado en un despacho del lugar donde trabajo, al parecer a través de un respiradero del aire; uno a media mañana y el otro al mediodía. El hecho de tener que rescatar a un murciélago, por si solo, ya era algo fuera de lo común. Que fueran dos el mismo día... Bueno, me dio que pensar...

A la semana siguiente, un compañero de trabajo me ofreció un polluelo de urraca que encontró a la salida del párquing del trabajo, por si quería hacerme cargo de él. ¡Era simpático, el pollo, y comía perfectamente de la mano, no lo negaré! Si no hubiese habido otro remedio me lo habría quedado, pero no me hacía mucha gracia tener un animal en casa; ¡demasiada responsabilidad! Finalmente, por suerte, encontró a un criador de pájaros que se hizo cargo de él.

Jueves, 20 de junio, dos de la noche. De regreso a casa me tropecé con un erizo que, al igual que yo, estaba atravesando el Pont de la Barca. ¡Una buena hora para pegarse un paseo nocturno! Lo recogí, porque ahí, en medio de aquella zona, corría el riesgo de ser atropellado. Aunque aquella  sea una zona rodeada de naturaleza (el Parc de la Devesa, las orillas del río Ter y los campos de Fontajau), no deja de estar dentro de la zona urbana. Pues nada, ¡olvídate de la cama e ir a dormir!, me lo llevé a casa, cogí las llaves del coche, y de casa al campo para dejar al erizo en un ambiente más natural. La aventura me supuso acostarme hacia las tres y media de la madrugada.

Jueves, 27 de junio. Durante la media hora libre del desayuno, aproveché para ir a dar la vuelta de rigor alrededor de la Rambla y la calle Santa Clara, que hago a modo de ejercicio. En Santa Clara me encontré con dos polluelos de gorrión, que ante la imposibilidad de devolver a su nido, tuve que recoger y llevármelos para hacerme cargo de ellos, y a los que ahora estoy alimentando hasta que sean capaces de comer, volar y valerse por si solos. Una responsabilidad que no me apetecía, pero que acepto gustoso...

Y con todo esto, ¿qué me estás diciendo, Universo? ¡Me parece que no capto tu mensaje! Y sin embargo, cuando una serie de casualidades o hechos de estas características vienen tan seguidos, siempre tengo la sensación de que quieren transmitirme algo...


Bueno, no importa, de momento me conformaré con luchar para que esos pequeños gorriones sobrevivan. Quizás lo importante no es que el universo quiera decirme algo o no. Quizás, lo único importante era que esos pequeños animales sobrevivieran: los murciélagos, la urraca, el erizo... y ahora es el turno de los gorriones. Quizás, lo único importante es eso, quizás lo único que importa es saber que siempre queda esperanza... Quizás, universo, ese es el mensaje que me querías transmitir.

Anexo del 04 de julio del 2013: Finalmente uno de los gorriones, el más joven, ha muerto hoy, pero he podido dar libertad al mayor, que ha emprendido el vuelo lejos. Creo que ya estaba preparado para valerse por sí solo. ¡Uno muere, otro vive! Quizás ésta sea la lección que me ha dado el universo: no siempre se gana, pero no por ello uno debe dejar de intentarlo, uno no debe dejar de intentar que las cosas sean mejor. Un gorrión ha muerto, pero estoy orgulloso de haber podido salvar al otro. Sé que dos murciélagos, un erizo y un gorrión han salido adelante gracias a mí; antes de eso, su destino era más incierto. Siento en mi corazón que un gorrión haya muerto, pero en mi interior sé que hice lo que pude, y eso me ha de bastar. Uno muere, cuatro viven... Sé que ha valido la pena hacerlo, sé que valió la pena intentarlo.


miércoles, 26 de junio de 2013

ENCONTRAR TU LUGAR

Si quieres dejar de ser tú mismo, intenta complacer a todo el mundo. Si quieres ser como todo el mundo, haz lo que todo el mundo hace. Si quieres encontrar tu lugar, se tú mismo. Es realmente así de sencillo, si quieres ser tú mismo, haz aquello que realmente quieres hacer, lucha por tus propios sueños, crea tu propio camino, no sigas los dictados marcados por alguien que no seas tú. Así encontrarás tu lugar o serás feliz sabiendo que al menos lo estás intentando, feliz porque luchas por tu propio sueño.


¿Quién soy? ¿Qué hago aquí? ¿Qué es lo que quiero? A veces nos cuesta encontrar nuestro lugar. Somos un cúmulo de circunstancias que nos han transformado en algo, nosotros, pero a veces ese algo que somos no es lo que realmente queremos ser, no es lo que somos, no es nuestra verdadera naturaleza, y ser un “nosotros” que no somos nosotros mismos no nos aporta felicidad... Nuestra infelicidad proviene del hecho de esforzarnos en ser alguien más, de intentar seguir el camino marcado por alguien (sea la sociedad o una persona determinada) en vez de seguir nuestra propia senda. Es evidente que en la vida surgen ciertos deberes y obligaciones ineludibles, pero esos deberes y obligaciones no deberían sernos impuestos por otras personas individuales ni por la sociedad, sino por los propios valores morales o éticos de cada uno.

Muchas personas no quieren cambiar porque no quieren ser diferentes, necesitan pertenecer a un grupo. Están más preocupados en que les quieran o que los acepten que en ser lo que realmente quieren ser. Tienen miedo a salirse de lo establecido por miedo a sufrir el rechazo. No aceptan su diferencia, aquello que verdaderamente podría distinguirlos de otros. No hay nada malo en ello, todos somos diferentes, aunque nos esforcemos en ser uno más; la gente, por norma general, quiere ser aceptada. Renuncian al yo más íntimo para obtener seguridad y algo parecido al bienestar o la felicidad. Pero ¿hasta que punto se habla de verdadera felicidad o verdadera libertad cuando se renuncia al yo? Ése es otro punto de vista muy distinto.

¿Qué significa ser diferente?  Ser diferente significa saltarse las normas establecidas, ser curioso, preguntarse el porqué de las cosas, buscar otras alternativas y posibilidades, crear tu propio camino en lugar de seguir el marcado por alguien que no seas tú. Donde la “normalidad” significa estancamiento, ser diferente significa cambio.

No es fácil encontrar el lugar de uno mismo, y más cuando el mundo conspira para convertirte en lo que no eres. ¡Consume, compra, produce, pide una hipoteca, gasta, muere! No, ése no es mi lugar, eso lo tengo claro, ¿y el tuyo?

Somos producto de nuestro mundo, de nuestra sociedad, pero nada nos impide desmarcarnos, eso no significa que no podamos ser nosotros mismos.

Encontrar tu lugar... ¡Nadie dijo que fuera a ser fácil! Pero para los que nos interesa encontrar nuestro sitio, encontrar nuestro sueño, hallar la felicidad que nos hemos determinado encontrar, nunca dejaremos de buscar e intentar, una y otra vez, dar con él. Caeremos, pero para levantarnos de nuevo sabiendo quienes somos y porque luchamos por lo que queremos.

Simplemente, ser felices siendo nosotros mismos y luchando por nuestros sueños.


miércoles, 19 de junio de 2013

SERES FANTÁSTICOS COSTARRICENSES - Algunos de los seres míticos de Costa Rica y sus leyendas.

La Tulevieja, el Micomalo, el espanto azul, el Dueño del Monte, el Cadejos, la carreta sin bueyes, el padre sin cabeza... Éstos, y muchos otros, son algunos de los seres fantásticos propios de Costa Rica, nacidos de la mezcolanza de las antiguas culturas indígenas y los viejos colonos españoles. En esta mitología propia abundan las almas condenadas, los fantasmas y los espíritus, pero también otros seres fantásticos. Como se suele decir, no son todos los que están, pero sí están todos de los que son...


BRUJA

La ciudad de Escazú, ubicada en el Valle Central, es famosa en Costa Rica por ser un pueblo prolífico en la producción de mitos y leyendas, de modo que es conocida como “La Ciudad de las Brujas”. La población existía ya antes de la llegada de los conquistadores españoles con el nombre de “Itzkatzu”, y fue una de las primeras villas en poblarse durante la colonización (alrededor del año 1600). El origen de la leyenda de la existencia de brujas en Escazú es antiguo.


El Acta de la Independencia Centroamericana, aceptada en Costa Rica el 29 de octubre de 1821, estipula que en la autonomía se deben de dar una serie de condiciones, entre ellas, tener como única aceptada en el país la religión cristiana católica. Los judíos escazuceños, entonces, empezaron a reunirse a escondidas en el subsuelo de Escazú, así como en sinagogas ocultas en el interior de edificios. Ya que en esos ritos la mayoría de las invocaciones a Dios y ruegos se dan en idioma hebreo, y como los rabinos vestían de negro, la gente comenzó a creer que eran brujas, realizando hechizos o aquelarres. Otra versión más popular afirma que la leyenda proviene del hecho de que en Escazú existían (y aún existen) gran cantidad de curanderas, a las que a veces se les llamaba brujas.


Entre las leyendas de brujas más conocidas de Escazú están: la leyenda de la Bruja Zárate (ver: Zárate), quien tendría un encanto en la piedra de San Miguel de Escazú en la cual pasaba el invierno (el verano lo pasaba en el encanto de la piedra de Aserrí); la Tulevieja (ver: Tulevieja), a quién la tradición escazuceña sitúa como comadre y compañera de la Bruja Zárate y que vive con ella en la piedra de San Miguel; la leyenda de la bruja doña Fustes (coloquialmente, ña Fustes), quien lanzaba maleficios sobre los retratos de la gente para matarla a alfilerazos poco a poco (similar a algunos rituales vudú), sin que valieran rezos o médicos, y por cuya causa se recomendaba no regalar retratos a nadie; el Negro Zara, un individuo que tenía pacto con el Diablo y que se decía que conversaba con el Micomalo (ver: Micomalo) en un viejo higuerón que existía antes en lo que hoy es la plaza de Escazú; y diversas leyendas de brujas que se quitaban la piel y adquirían formas de animales; la más conocida de éstas, es la de una bruja llamada María La Negra (ver: María la Negra).

CADEJOS

Al contrario que otros países latinoamericanos, donde existen dos cadejos, en Costa Rica sólo existe uno. La tradición habla de un espectro con forma de perro negro grande y encadenado, de ojos rojos encendidos, a menudo con dientes de jaguar y patas de cabra, que se aparece por los caminos a deshora para acompañar a los noctámbulos que andan en malos pasos, generalmente en estado de ebriedad, y advertirles para que cambien su forma de ser. No es de carácter bravo o sanguinario y jamás ataca a ningún hombre. En otras versiones se narra que, cuando los niños se desvelan, puede ser invocado, y al poco tiempo se escucharán las uñas en las baldosas o las paredes de la casa, con su aliento resoplando por una hendija de la ventana, sin marcharse hasta que halla silencio y el niño caiga en profundo sueño. La versión más popular relata que se trata de un hijo menor (un benjamín o, como típicamente se les llama en Costa Rica, “cumiche”) que vivía en un total libertinaje, y sufrió la maldición de su padre; o bien, un sacerdote corrupto que fue castigado por Dios. Otra versión narra que se trataba de un joven hijo de un alcohólico, el cual recibía, junto a su madre, el maltrato por parte de su padre, y que, intentando corregir los malos pasos de éste, se disfrazó de un animal negro y peludo, saliéndole al paso una noche en que el hombre venía totalmente ebrio. Tras el susto, éste se dio cuenta de que era su hijo, por lo que, maldiciéndolo, lo condenó a vagar en forma de perro espectral que sigue, pero no daña, a los bebedores que trasnochan. Se cuenta que, tras cien años de penar, el cadejos se transformó nuevamente en un ser humano, y posteriormente se suicidó arrojándose al cráter del volcán Poás. Pese a esto, no murió, y es él quien provoca los estremecimientos del coloso.


CARRETA SIN BUEYES

Se trata del fantasma de una carreta que deambula por las noches las callejuelas de alguna ciudad, especialmente aquellas dónde viven jóvenes libertinos o matrimonios que pelean constantemente. También se comenta que aparece cerca de la casa de alguna persona que se ha vuelto muy codiciosa o un avaro que acaba de morir. En ambos casos, la presencia del espectro es una advertencia a los pobladores que corrijan su forma de vivir y busquen el buen sendero. Tradicionalmente se asocia con la avaricia y la codicia. La leyenda cuenta que, a deshoras o en pleno día, se oye a una carreta pasar cerca de la vivienda de alguna persona que se está volviendo muy avara, o de un avaro que acaba de morir, advirtiendo que cambien su pensar. Se caracteriza porque, de repente, se oye en algún lugar, luego en otro, ora en uno diferente, ahora en un lugar más apartado, pero en base a un punto de órbita, el lugar del avaro. Es un espectro con el don de la ubicuidad, entonces. Se dice que aparece como una carreta (la costarricense está pintada de múltiples colores) que tiene la yunta (en donde se enganchan los bueyes) alta y vacía. A veces se menciona que quien la ve muere a los ocho días de contemplar la aparición. Sobre el origen de tal fantasma se narra lo siguiente: un labrador codicioso y avaro decidió construir una carreta, pero para no comprar la madera necesaria robó la que estaba consagrada para construir el templo del lugar. Al terminar la carreta, enganchó los bueyes y se subió al vehículo para guiarlos, pero los animales se desengancharon y él cayó muerto. Desde ese día, guía la carreta sin necesidad de tracción animal (una versión de la leyenda escribe “¿Porqué condenar a unos inocentes bueyes?”) y va como advertencia por los caminos y yermos, para aquellos que solamente conocen la palabra riqueza. Los que no hacen caso de su errar, al morir van y se unen al espectral boyero para conducir la carreta maldita por sendas inciertas. Otra versión, recogida por Elías Zeledón en su “Leyendas costarricenses”, indica que el hombre de la carreta era el amante de una bruja, y que al morir pidió que fuera enterrado como cristiano. La bruja intentó entrar con todo y carreta al templo, pero el sacerdote la reprendió por su incredulidad, y desde entonces la carreta va anunciando desgracias, conducida sin bueyes por el Diablo.

CEGUA

La Cegua, Segua o Tzegua es un espectro popular que se aparece a los hombres que viajan en solitario por veredas desiertas, en la forma de una mujer muy bella. Particularmente, el varón debe ir en un medio de transporte (un caballo, comúnmente, aunque en relatos modernos se puede dar también en automóviles). Después de que la víctima acepta llevar a la mujer, la cara se le transforma en una calavera de caballo con la carne podrida, ojos fulgurantes, enormes dientes averiados y aliento con hedor a descomposición. Lo que le ocurre a la víctima varía según las versiones. Se dice, que los mata con un beso, o bien que éstos mueren de puro terror y miedo, o que escapan y quedan raquíticos, o que les muerde la mejilla para marcarlos como adúlteros o lujuriosos. De cualquier manera, en la Costa Rica de antaño se consideraba a la Cegua uno de los espantos más aterradores con el que podían encontrarse los trasnochadores. Sobre el origen del personaje, se creía que la Cegua era una joven libertina que había sido maldecida por su madre cuando la chica había intentado pegarle, al negarle ésta el permiso para ir a un fiesta. Existen, también, un par de versiones del cuento de la Cegua donde éste personaje toma la forma de un niño que llora por las veredas, y que se convierte en el monstruo de cabeza de caballo una vez que los jinetes lo han recogido y subido al caballo.


DIABLO CHINGO

El Diablo Chingo o Chingo Negro, es una leyenda oriunda de Guanacaste, y una de las más conocidas en todo el país. Se trata de un enorme toro negro de rabo chingo, o sea con cola corta o sin ella, y unos ojos ardientes como brasas y una enorme cornamenta, que causa espanto por los potreros de la llanura guanacasteca. Se dice que se trata del mismo Diablo en persona. La leyenda más conocida es aquella donde un capataz (o mandador) que un Viernes Santo intentó lazar al Diablo Chingo, pero el animal, huyendo por la montaña, arrastró al mandador en una terrible persecución, para no volver a ser visto. Desde eso se asegura que los Viernes Santo, en el llano de Mata Redonda, a los pies del volcán Orosí, a las tres de la tarde pasan corriendo dos sombras, una detrás de la otra, que se internan en la montaña, oyéndose el grito de un sabanero que corre ganado y el mugido de un toro. En torno a esta leyenda, existe en Guanacaste una danza folclórica conocida como la Danza del Diablo Chingo. Se dice que corneaba mortalmente a todo aquel que se topase por la calle a altas horas de la noche, y no podía ser lazado ni mucho menos ser montado.  En la provincia de Puntarenas, en especial en la zona de Chomes, existe una variante de esta leyenda, donde el Diablo Chingo no es un toro sino un gran venado astado que pierde a los cazadores en la montaña.


DUENDE

Probablemente derivados de la mezcla de los trasgos españoles con los espíritus guardianes de la tierra indígenas, los duendes folclóricos costarricenses se describen como criaturitas con vestidos de colores, de treinta centímetros de altura, que parecen niños barbados, y sus huellas tienen la forma de las de un ave, un gallo. Traviesos y juguetones, una leyenda indígena dice que en la primera batalla entre el Diablo y Dios, los duendes no siguieron a Dios ni apoyaron al Diablo. Esa apatía da origen a su condición de seres neutros, ni buenos ni malos.


Las creencias folclóricas de los campesinos dan fe de que, en su afán por actividades lúdicas, si se ensañan con una familia ponen de cabeza la casa. Vierten cenizas o heces en los alimentos, dejan caer los comales, rompen platos, vasos, etc. Pero si se encariñan con los habitantes de la casa son excesivamente complacientes: hacen la comida, alimentan a los animales, limpian los utensilios culinarios, desgranan el maíz, hacen los quehaceres domésticos, etc. La más popular de las leyendas sobre duendes en Costa Rica, habla de una familia que decidió mudarse por los continuos asaltos de los duendes a su vivienda. Ya de camino, en la carreta, la esposa sintió deseos de hacer sus necesidades, y descubrió que habían olvidado el bacín de madera, y al comentarle a su marido lo sucedido una vocecilla dijo: “Aquí está”, y se oyó cuando el duende puso el recipiente en el piso de la carreta. Su conducta con los niños varía. En lo común, las leyendas narran que los secuestran, tentándolos con juguetes y confites (dulces), para jugar con ellos y devolverlos, o para hacerles maldades (pellizcos, coscorrones). Pero, siempre según el folclore, cuando nace el hijo o hija de una familia bienamada por ellos, se encariñan con un infante por su inocencia, pasan a ser una especie de segundo ángel de la guarda. Como todo duende legendario, los duendes costarricenses poseen poderes mágicos. Muchas veces los usan para gastar bromas pesadas, como hacer que los viajeros apurados se extravíen o, en un relato, llenar a una mujer de vello.

DUEÑO DEL MONTE

Un fantasma de alta estatura, corpulento, cubierto de pelo largo de la cabeza a los pies; enseña nada más que un ojo, grande, redondo, brillante como el lucero que sale a las tres de la mañana. El Dueño del Monte, también conocido como el Viejo del Monte, es un gigantesco fantasma, muy corpulento, con el cuerpo cubierto completamente de pelo largo, que recorre los bosques y las montañas lanzando grandes alaridos que estremecen a los viajeros. Este personaje es el alma en pena de un cazador a quien nada ni nadie detenía en su pasión desmedida de cavernario criminal, matando cuanto animal encontraba en la montaña por el simple placer de matar. Cuando murió, Dios no podía perdonarle, pero a ruego de San Francisco de Asís, le dio una nueva oportunidad enviándole de nuevo al mundo como un espíritu que defiende a los animales de los excesos desmedidos de los hombres. Tiene el poder de transformar a los animales, por ejemplo, cuando un cazador está a punto de matar a un venerable venado que defiende a sus cervatillos, el Dueño del Monte lo convierte en un tigre que hace temblar y huir al cobarde. En la región de la sabana guanacasteca y el pacífico costarricense, el Viejo del Monte aparece por los potreros en la figura de un sabanero montado a caballo, de barbas largas y enmarañadas, cabello largo hasta el hombro, agitando una larga soga al aire, espantando al ganado con gritos de “¡Hey... arre... hey! ¡Arree... ee... ganado!”. Sobre el origen del fantasma, en la región de Guanacaste se asocia al Viejo del Monte con la leyenda del Sisimico, mientras que en el Valle Central se habla de que el fantasma tendría un origen común con el mito bribri que da lugar a la leyenda de la Tulevieja.

ESPANTO AZUL

Se dice que por el lado de Cartago, en el camino que lleva a Paraíso, se suele aparecer un hombre alto de color azul que arroja fuego por todo lado. Se cuenta que se trataba de un hombre muy malo que le gustaba torturar a las personas, y que cuando murió fue a parar al infierno, pero logró escapar y aún continua ardiendo el fuego del infierno en su interior. Asusta a las personas que hacen mal a otros y tiene la capacidad de quemar los malos espíritus.


FANTASMA DE LA SABANA

Confundido algunas veces con el fantasma de los llanos (ver: Fantasma de los llanos), la leyenda guanacasteca del fantasma de la sabana habla de un espectro que es el alma en pena de un valiente sabanero -aquel que arrea el ganado a caballo, la versión costarricense del vaquero norteamericano o el gaucho argentino- llamado Ramón Luna, que murió tratando de lazar un aguerrido e indomable toro cimarrón, llamado El Escorpión, el cual le embistió, matándolo. Desde entonces, el fantasma de Ramón Luna -conocido como el fantasma de la sabana- se aparece como una sombra en las haciendas, espantando a los toros, que rápidamente buscan el amparo de los corrales.

FANTASMA DE LOS LLANOS

Se trata del alma en pena de un caballero montado a caballo que se aparece en la pampa guanacasteca las noches de luna llena. La leyenda cuenta que se trata del hijo de un administrador de una hacienda de Guanacaste, un muchacho apuesto pero de mal carácter que quería conseguirlo todo a su manera aunque fuera por las malas. Se enamoró de una hermosa joven que era sobrina suya, la cual no correspondía su amor, por el carácter de él y por ser familiares. Además, ella estaba enamorada de un humilde sabanero que trabajaba en aquella hacienda, con quién se veía a escondidas a la sombra de un pequeño árbol de guanacaste. Allí les sorprendió el amante quien, despechado, quiso matar de un tiro a la muchacha, pero interponiéndose el enamorado sabanero, la bala ultimó al vida de ambos. Enterado el padre de la joven de lo sucedido, con el dolor de su alma maldijo al asesino, condenándole a vagar por los llanos sin descanso por todos los siglos de los siglos.

JINETE SIN CABEZA

En el libro “Leyendas ticas”, Elías Zeledón recopila una leyenda escrita por Mario Cañas Ruiz acerca de un jinete sin cabeza que se pasea por la pampa guanacasteca, muy semejante al fantasma de los llanos (ver: Fantasma de los llanos), pero con la particularidad de carecer de cabeza, como su nombre indica.


LLORONA

La leyenda costarricense de la Llorona habla de una muchacha que, en la versión más difundida, era campesina y viajó a la ciudad de San José. Allí, comenzó a imitar las extravagantes maneras de la aristocracia josefina, y al poco tiempo, quedó embarazada. Cerca de nacer el niño (o niña, según algunas versiones) lo abortó y lo lanzó a un río, o bien, fue un parto prematuro con el mismo desenlace. Arrepentida, vagó por todo el cauce del río en busca del niño que había asesinado. Se dice no sabe que ya murió. Va errante y llorando a lo largo de ríos, lagos, lagunas o incluso charcos, por cualquier lugar donde hay agua, persiguiendo al alma de su hijo, pero cuando lo va a rescatar de las aguas, este desaparece.


Existen otras versiones de la leyendas, pero todas coinciden con la causa del lamento de la Llorona. Unas dicen que fue violada, otras no la sitúan en la ciudad, si no en un poblado, y una incluso habla de que fue una mujer indígena de gran belleza, llamada Tulirá, hija de un cacique huetar llamado Quezaro, rey de Pacacua. Con la llegada de Juan Vázquez de Coronado, y estando prometida al cacique Garabito, el más poderoso rey huetar, esta mujer se enamoró de un soldado español de ese gobernador, al que se unió a espaldas de su padre, pero éste, enterándose del idilio, los sorprendió a ambos, entrando en combate a muerte con el español al enterarse que su hija había tenido un niño. Ella, desesperada, habría arrojado el niño a un río, o en otra versión, su padre lo habría lanzado, para luego enloquecer y, tras ser maldecida por su padre, vagar por los ríos como el espíritu en pena de la Llorona. Cabe mencionar también que entre los indígenas bribris existen leyendas previas a la llegada de los españoles, donde se habla de espíritus que habitan en los ríos y cascadas, que emiten grandes lamentos cuando un niño va a morir, y que reciben el nombre de itsas, palabra que en el idioma bribri significa tanto Llorona como Tulevieja.

MARÍA LA NEGRA

María la Negra era una bruja que se podía transformar en un enorme y peligroso cerdo, y que evitaba el paso de las carretas de café por la única vía que durante el siglo XIX comunicaba Escazú con San José. No es la única bruja con este don, aunque sí la más famosa de éstas.


MICOMALO

Se le describe como una bestia infernal de apariencia cambiante. En “Leyendas costarricenses” de Elías Zeledón, se le presenta como un león (puma) con solamente pelo en torno a la cintura, que es guiado por un pájaro demoníaco, la Ju del León. También se le describe como una especie de gorila, con ojos como cerillas y manos candentes que dejan huellas de quemaduras. Igualmente se le describe como un monito pequeño, blanco, con cuernos y cola terminada en punta, que cuando los matrimonios pelean demasiado, se abalanza sobre los cónyuges y los despedaza. En Guanacaste y en la ciudad de Puntarenas, este mismo fantasma recibe el nombre de la Mona, y se trataría de una bruja que tiene la capacidad de transformarse en un mono al expulsar su alma dentro de un guacal. En el Valle Central, sobre todo en los cantones de Escazú y Acosta es popular la leyenda de la Chancha, una bruja que puede transformarse en cerdo o danta.


MONJA DEL VASO

La Monja del vaso o la Monja del San Juan de Dios es un fantasma que, según la leyenda, se aparece en el Hospital San Juan de Dios de la ciudad de San José, uno de los hospitales más antiguos de Costa Rica, que en el pasado era atendido por religiosas pertenecientes a la Orden de las Hermanas de la Caridad. Éstas vestían de blanco y usaban una toca alta con forma de barco de papel. La leyenda narra que una religiosa, bastante malhumorada negaba el agua a todo aquel que se lo pedía o desatendió el último deseo de un moribundo (un vaso de agua) dejando que éste muriera sin haber bebido. La monja, arrepentida, pena ahora por los pasillos del hospital ofreciendo un vaso a los enfermos. Muchos dicen que al beberlo sanan milagrosamente. Existe una segunda versión de la leyenda donde se dice que el fantasma vaga por los pasillos del hospital sin poder descansar hasta que un moribundo le acepte el vaso con agua. Nadie lo hace por el terror que la aparición produce. En versiones más recientes, se narra de la aparición de una monja del vaso también en el Sanatorio Durán.


ORONTES

Ésta es una leyenda natural del cantón de Orotina, que habla de un poderoso rey indígena llamado Orontes, que habitó ese lugar antes de la llegada de los españoles. Orontes era muy rico y además, un gran guerrero y cazador, por lo cual, cuando su primo el rey Garabito le solicitó ayuda contra los españoles, Orontes fue a la guerra, no sin antes ocultar su fabuloso tesoro en el cauce de un río cercano. De vuelta en su pueblo, tras ser herido, murió al poco tiempo, cubierto de gloria. El tesoro nunca fue encontrado y se dice en el pueblo que cerca de la Quebrada Zúñiga se pueden ver luces de colores que flotan en el aire: es el alma de Orontes, que cuida de su tesoro. Se supone que el nombre del cantón surge a partir de este personaje.


PADRE SIN CABEZA

El padre sin cabeza es un personaje perteneciente a una leyenda colonial del folclore latinoamericano, el cual es descrito como el fantasma de un sacerdote sin su cabeza. La leyenda costarricense narra, en una de sus versiones, que el padre sin cabeza fue un sacerdote que emigró al Perú, que fue decapitado por la Inquisición por mujeriego, avaro y descarado, por lo que todavía anda buscando la cabeza. El origen de esta versión estaría en el cantón de Escazú, la llamada “Ciudad de las Brujas”, por la abundancia de mitos y leyendas de fantasmas y seres sobrenaturales que caracterizan esta ciudad costarricense.


Una de las versiones más populares, sin embargo, de la leyenda, dice que el fantasma del padre sin cabeza se aparece en el distrito de Patarrá, en una ermita localizada en una calle conocida como “La Calle del Cura del Cabeza”, donde el espectro se materializa dando misa a los pecadores, pasando todo el rito religioso de espaldas, sin dar la cara, oculto entre las sombras, hasta que a la hora de dar la eucaristía, cuando el testigo se acerca, el cura se da vuelta y la persona nota, horrorizada, que le falta la cabeza. En el cantón de San Ramón, existe otra versión donde el padre sin cabeza sería el espíritu de un sacerdote al que le gustaba mucho el juego, quien habría amasado una gran fortuna y la habría ocultado bajo un frondoso árbol de esta ciudad, luego de lo cual habría hecho un viaje a Nicaragua, siendo decapitado en ese país. Su fantasma se aparecería a los pies del árbol cuidando que nadie le robase su tesoro. En la ciudad de Cartago, capital colonial del país, también corre la leyenda de que el padre sin cabeza se aparecería en las ruinas de la antigua iglesia destruida por los sucesivos terremotos de 1841 y 1910. La causa sería un horrible sacrilegio, cuando un furioso enamorado, por amor a una mujer bellísima, dio muerte, sobre las gradas del altar, al sacerdote en el momento en que éste consagraba la hostia. En otra versión de esta misma leyenda, el cura y el enamorado son hermanos, enamorados de la misma mujer, y sería el cura el que daría muerte a su hermano en el momento de casarlo con su amada, razón por la cual le cortan la cabeza. Esta también sería la razón por la que no se puede reconstruir la antigua catedral de Cartago, destruida varias veces por los terremotos.

PIRATA SIN CABEZA

En Costa Rica, se narra la leyenda del pirata sin cabeza, el cual cuidaría un tesoro producto de la piratería en la playa de Tivives, en el pacífico costarricense.

SISIMIQUI

Conocido en otras regiones de Centroamérica como sisimite, sisimike o sisimico, se trata de una leyenda de origen indígena, difundida en el país principalmente por los maleku, acerca de una criatura (o raza de criaturas) de forma humanoide, de gran tamaño, con cara de hombre y cuerpo de mono cubierto de espeso vello, que habita en las oscuras y profundas cavernas de las montañas, y que se caracteriza por tener solamente cuatro dedos en las extremidades, destacándose que tienen los pies invertidos, por lo que dejan huellas al revés, de modo que nadie pueda seguirlos. Estos seres tendrían particular debilidad por raptar a las mujeres en su noche de bodas y llevárselas a sus cuevas. En la región de Matambú, en Guanacaste, existe la creencia de la existencia de sisimicas, es decir, versiones femeninas de esta criatura, en la forma de mujeres viejas y desgreñadas. También en esta zona se cree que la Sisimica es la esposa del Viejo del Monte (ver: Viejo del Monte), cuya apariencia recuerda mucho al sisimiqui.


TULEVIEJA

Se llama de ese modo a un fantasma femenino que, cubierta por una especie de sombrero llamado tule (con forma de plátano) y con los senos hinchados y erectos (unas veces chorreando leche, según la versión) o que le llegan casi a la cintura, va errante por los diferentes caminos y despoblados. El origen del nombre tiene que ver con la toca: Tulevieja, un tule viejo o una vieja con tule (el significado del nombre varía según la versión de la leyenda).


La Tulevieja fue, según la leyenda, una joven que tuvo un embarazo no deseado y que, una vez hubo parido su hijo, lo mató de hambre negándole el pecho, razón por la cual quedó maldita y se transformó en este monstruo, que anda errante por los caminos buscando amamantar al bebé que perdió, con el pecho rebozando de leche, tanta, que deja un rastro que van siguiendo las hormigas. El folclore no ha podido ponerse de acuerdo a la hora de explicar el porqué de este espectro. Su origen parece estar en la mitología bribri, en unos genios llamados itsas que lloraban en los ríos o cascadas cuando un niño iba a morir (o incluso que robaban y comían niños) y que tenían la forma de una vieja con cuerpo de ave de rapiña. La versión más conocida, empero, la vincula con la leyenda de la Llorona. Dice que ella fue una muchachita que siempre usaba un tule, la cual tuvo un embarazo no deseado. La muchacha huyó a Puntarenas, en la costa pacífica, y después de parir dejó al niño en un río, arrepintiéndose luego, pero ya el bebé se había ido. Desde entonces se dice deambula por los ríos, llorando y buscando a su bebé con la esperanza de algún día encontrarlo. En otras versiones de la historia, se cuenta que simplemente fue una mujer que siempre tenía puesto el tule, hasta para dormir. Un día, el viento le arrancó el sombrero y lo dejó caer en el río. La mujer fue tras él y murió ahogada. Desde ese día, se aparece por la vera de los ríos lanzando un lastimero gemido que dice “¡Tulevieja... Tulevieja...!”. Otra versión dice que fue transformada en un demonio que se le aparece a los hombres lujuriosos con los senos descubiertos, invitándolo a acariciarlos mientras bailan. Pero la fiera tiene un hormiguero entre su pecho, y las zompopos pican al hombre, anestesiándolo. Luego, la Tulevieja alza vuelo con el incauto para devorarlo. También existe otra versión en el cual la Tulevieja cuando no está deambulando en los caminos, viviría en las aldeas disfrazada de una señora de edad avanzada y aspecto aterrador, con un rostro marcado por profundas arrugas y cicatrices, con una mirada fría y penetrante, y siempre vestida de negro; casi siempre acarreando una carga de leña. Se dice que a lo largo de los años, los niños de los poblados desaparecen inexplicablemente después de habérseles visto jugar cerca de la casa de una vieja con sombrero de tule; principalmente cuando la insultan con el apodo de Tulevieja, sin saber que es la verdadera. Posteriormente cuando por diversos motivos desaparece de una aldea para dirigirse a otra, en ocasiones se observaría al verdadero monstruo acarreando una carga de leña hacia su nuevo hogar.

ZÁRATE

Zárate, coloquialmente conocida como Doña Zárate, Ña Zárate, la Vieja Zárate o Mamá Zárate, es una india fea y gorda, pero de gran corazón, pelirroja, el cabello acomodado en dos trenzas, y gran amante del tabaco.


La leyenda cuenta que, donde ahora está el inmenso bloque de piedra conocido como la Piedra de Aserrí, cerca del pueblo de ese mismo nombre, estaba antiguamente emplazado ese poblado. Pero entre los aserriceños vivía Zárate, que se enamoró del gobernador de la ciudad. Como éste no vio más que su condición física, la rechazó, y ella por despecho convirtió la villa en piedra, los habitantes en animales y al gobernador en un pavo real que lleva siempre atado a su lado con una cadena de oro. Con el paso del tiempo comenzaron a circular rumores de cómo Zárate, cuando le pedían ayuda por los problemas económicos, regalaba unas verduras con la instrucción de no mirarlas por el camino. Al llegar a la casa, el beneficiado se encontraba con que eran totalmente de oro. Otras leyendas mencionan que la Bruja Zárate poseía varios encantos, además de la Piedra de Aserrí, donde solía residir o guardar tesoros: la piedra de San Miguel, en Escazú; el cerro del Tablazo o de la Vieja, en Acosta, y el cerro del Espíritu Santo, en Naranjo.


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martes, 18 de junio de 2013

PA’n’TOMAQUET WESTERN - Bales, botifarra, pa amb tomàquet i ratafia... en una Catalunya post post-apocalíptica!



Fa més de 300 anys que la Gran Guerra va assolar el món acabant amb més de les tres quartes parts de la humanitat i va cremar una quarta part del planeta, deixant-ho inhabitable en bona part dels mateixos antics territoris "civilitzats" que van provocar aquesta mateixa guerra! Després, sense cap tipus de control, va arribar la gana i la malatia, que va exterminar novament tres quartes parts de la gent que quedava! Avui, Catalunya no és res més que una terra fragmentada i inhòspita, sense llei, a l’oest de l’Europa, regida per cabdills de la guerra, pistolers, bandolers i mercenaris que sotmeten els pagesos, els remences i els pastors que intenten subsistir en aquestes terres ara salvatges. De la foscor que hi ha al nord, més enllà dels Pirineus, producte de la Gran Guerra, sorgeixen salvatges, devoradors de carn humana, bruixes i bèsties mutants que penetren les variables fronteres del comtats, marques i ducats catalans. Al sud, les taifes súbdites del nou regne d’Al-Andalus, lluiten per extendre els seus dominis intentant atravessar les terres de l’Ebre... Això és un oest com mai havies imaginat... fins ara!

PA'N'TOMÀQUET WESTERN?

Fa temps, parlant amb un grup d’amics sobre cinema i literatura i els seus diferents generes, dèiem que en el fons tot ja està fet i totes les històries ja estan explicades. És difícil crear nous gèneres, encara que amb els subgèneres no està tot dit, ja que aquests apareixen en la mateixa evolució del ésser humà i les seves noves tecnologies o descobriments. Aficionats com molts de nosaltres érem al cine, vàrem posar com exemple el western. Partint del western clàssic, sorgiren altres subgèneres, com l’spaghetti western, el western crepuscular, o fins i tot el marmitaco western, nascut arrel de la pel•lícula “800 balas” dirigida per Àlex de la Iglesia. I en això estàvem, quan se’m va ocórrer la idea... Si hi havia un spaghetti i un marmitaco western, perquè no crear el pa amb tomàquet western (dit, altrament, pa & tomàquet o pa’n’tomàquet western)? La idea va fer certa gràcia entre els concurrents en aquella reunió, però clar, per crear un gènere o subgènere nou, aquest tenia que tenir uns trets característics, que el fessin únic i distintiu, no ni havia prou amb posar un nom. La meva idea d’un pa’n’tomàquet western era ben senzilla, un western situat a Catalunya, amb bandolers i pistolers, però una Catalunya diferent, més primitiva i salvatge, en un món de caire post post-apocalíptic (diguem, uns 300 anys després del gran desastre), on la societat hagués retrocedit varis segles en quan a tecnologia, temes socials i econòmics, fins quedar atrapada en un món situat, socialment parlant, entre el feudalisme i el segle XIX, però amb algun tret futurista que ens indiqués que el món, tot i aquest desastre passat, continua evolucionant. Una època de lluites entre l’ordre i el caos, el món salvatge i el món civilitzat, on uns autoproclamats senyors d’estil feudal (encara que amb armes de foc), senyors de la guerra,  intenten governar i dirigir els seus feus en terres catalanes, alguns d’ ells, fins i tot, intentant crear un nou regne, alhora que lluiten contra els salvatges provinents de les terres del nord, sumides en constants tenebres. I en tot això, més tard, se m’acudiria afegir-hi un toc d’steampunk, el toc retrofuturista just que aquest món salvatge necessitava... el món del pa’n’tomàquet western!


REREFONS

Catalunya. Han passat més de 300 anys des de que la Gran Guerra va devastar el món. Arrel d’aquesta sorgiren tota una sèrie de desastres: la gana, la pesta, la mort... Al nord, més enllà dels Pirineus, la terra és un erm infèrtil, una terra pràcticament cremada i desolada, habitada només per salvatges, devoradors de carn humana i tot tipus de bèsties salvatges i mutants. Una terra buida, morta, fuetejada per constants tempestes elèctriques, vents i una foscor quasi perpètua.

El canvi climàtic resulta patent en diversos llocs del món, els estius són més calorosos i els hiverns més freds. Molts boscos han desaparegut i s’han transformat en deserts, i en canvi, per un altre costat, molts boscos s’han apoderat d’antics pobles i ciutats que rauen abandonats. Pous d’ aigua contaminada i ruïnes per tot arreu, són trampes mortals pels incauts. Diverses espècies animals han recuperat els seus antics llocs en el regne natural, i altres noves espècies, fugides d’antics parcs zoològics, han vingut a ocupar altres llocs buits dins de l’ecologia.


Catalunya és una terra independent, sense govern i sense llei, ni unes fronteres gaire clares o determinades, assetjada per bandits, bandolers, mercenaris, senyors de la guerra o els misteriosos jutges que diuen servir a la llei d’un autoproclamat rei que ningú coneix, fent complir la llei a cops de bala. Arreu d’aquestes terres, els pagesos, agricultors i ramaders viuen oprimits per igual, sovint com remences. Les masies són centres fortificats i armats, i només algunes petites ciutats, poblets o masos es mantenen en peu, incloent algunes comunitats religioses o petites sectes religioses. Els castells tornen a estar a l’ordre del dia, restaurats per millor protecció. Més enllà d’aquestes petites comunitats pràcticament no hi ha lleis establertes, i encara que en la majoria de casos els forasters són tolerats, sempre se’ls mira amb certa sospita, i més si van obertament armats. Cada població, feu o comunitat estableix les seves pròpies lleis, la pena de mort és freqüent pels crims més atroços (el que sovint inclou els robatoris), que se solen fer complir a través de l’agutzil del poble o la comunitat en qüestió. En alguns feus, el dret de cuixa torna a imperar, com en els vells temps. A nivell regional, existeixen petits grups de soldats, milícies o voluntaris, que en casos extrems es reuneixen al toc de sometent, i solen reunir-se i mantenir l’ordre des de les seves fortificacions, tenint que rendir comptes als seus superiors, que poden ser senyors, comptes, ducs, entre molts dels títols que s’autoadjudiquen molts d’aquests senyors de la guerra, autoproclamats defensors de la terra.

BREU HISTÒRIA I GEOGRAFÍA

Ningú explica ben bé que és o va ser la Gran Guerra ni en sap exactament els motius, encara que va involucrar a moltes nacions. Tot va començar amb petites batalles que cada cop van anar a més, fins que finalment tot va acabar amb foc, vent i foscor. Després d’això, moltes més petites guerres, fins que va arribar la gana i la malaltia, que van ser la fi de la Guerra i de la civilització tal i com era coneguda en aquell moment, de la qual només en queden petits vestigis. El món havia canviat, pràcticament havia quedat destruit...


A Catalunya, els territoris estan fragmentats en comarques, però les fronteres d’aquestes ja no tenen res que veure amb les de segles enrere, i fluctuen constantment, segons les conquestes o pèrdues de territori dels diversos senyors de la guerra. Al nord, les terres dels Pirineus estan vigilades i protegides per exèrcits itinerants i forces de sometent, que vigilen perquè “els salvatges provinents de més allà de les muntanyes no propaguin la mort, la gana i la malaltia”, mentre que els remences treballen per diferents senyors que vigilen els seus feus. Els remences només poden deslliurar-se del seu vassallatge mitjançant serveis extraordinaris o servint durant un temps a l’exèrcit o les remences, el que els dona l’estatus de persona lliure. Els boscos i les muntanyes d’arreu d’aquest territori nord estan habitades per caçadors furtius, bandolers, pastors i gent de tota mena. Diverses espècies animals, algunes desconegudes, tornen a ocupar aquestes terres salvatges: llops, óssos, gats cervals, gossos salvatges i fins i tot lleons. A les terres centrals, fins arribar a la costa, a l’antiga ciutat de Barcelona, que ara està destruïda i mig inundada pel mar, convertida en una ciutat moribunda i de llegenda, s´estenen les poblacions més segures, encara que no lliures de conflicte. Al sud, al que eren les antigues terres de l’Ebre i Barcelona, el conflicte és constant. Les terres pràcticament estan desèrtiques, tret de les riberes de l’Ebre, i les zones més segures són aquelles regentades per abadies i monestirs. En aquestes terres, i entrant des dels territoris d’Aragó, sovint penetren petits escamots de bandits i bandolers castellans que busquen aliments i altres possibles riqueses amb les que poder mercadejar en les seves terres o en les taifes d’Al-Andalus.

A molts nivells, el món ha retrocedit. Després de la Gran Guerra, la major part dels governs del món es van ensorrar o sumir en el caos, quan no directament per la guerra, per les causes econòmiques subseqüents, i la gana i les malalties que les seguiren. Pel que se sap, Amèrica del Nord va desaparèixer sota el foc, les cendres i la malaltia, i en ella ja pràcticament no queda vida humana, exceptuant alguns grups aïllats o irrellevants. El mateix ha succeït amb bona part d’ Europa i Àsia, i diversos països islàmics.

A la Península Ibérica, les cultures s’han marcat molt més que mai.

Aragó és una terra desèrtica sense llei. En ella pràcticament no hi ha agricultura ni ramaderia; només és una terra de pas en la que viuen diversos exiliats, foragits i gent que pretén desaparèixer. És una terra tan pobre, que no és cobejada per ningú.

Castella, Extremadura i bona part de Portugal s’ha convertit, pràcticament, en una terra seca d’agricultors i petits ramaders (bàsicament de cabres, ovelles i porcs). Després de la mort de l’últim rei i la caiguda del seu govern, es una terra dominada per “governadors” que són poc més que bandits que es dediquen a explotar el poble i cobrar dret de cuixa, en molts casos pitjors que molts del bandits i malfactors del que hipotèticament defenen al poble.


Al-Andalus, al contrari que la resta de la península, ha mantingut una bona posició i un bon grau de civilització. Encara que bona part de les seves terres es dediquen a l’agricultura, políticament està molt més ben organitzada que la resta de les terres peninsulars. Les terres frontereres de Al-Andalus estan formades per petites taifes que protegeixen les seves fronteres, mentre la part sud d’aquest país està governada per un senat i un congrés sota les ordres d’un califa. Les seves terres es van repoblant a partir de nous colons provinents d’ Àfrica del Nord i Orient Mitjà. Fan servir moneda habitualment. Posseeixen bancs on guarden els tresors legals i un exèrcit a tenir en compte, que protegeixen les seves ciutats més grans, on abunden el comerç i les ciències.

Més enllà de la península, Itàlia és una de les poques terres on la civilització es manté en peu, encara que la regió està novament dividida i fragmentada en petits estats, en la majoria de casos dominades per la Cosa Nostra i grups similars. La ciència ha sofert un greu retràs, també, però en la regió abunden les grans ciutats i el comerç també és freqüent.

CIÈNCIA I TECNOLOGIA

Després de la Gran Guerra, la humanitat va sofrir un retrocés tecnològic brutal, arribant a nivells casi equivalents als de l’Europa medieval, per no dir obertament primitius en algunes zones, a mida que s’anaven acabant els recursos existents. Poc a poc la tecnologia ha anat tornant, però a nivells anacrònics. Abunda la tecnologia antiga, primitiva, però el transport es limita, bàsicament, a animals de muntura, de tir, carros i carruatges, bicicletes i vehicles de pedals, i, de manera excepcional, algunes màquines de vapor o motor. Armes de tall, ballestes, pistoles, escopetes i armes d’estil steampunk són més habituals. A Catalunya hi ha una ruta del carrilet, però aquest sofreix constantment l’atac de bandolers i salvatges.


El comerç només és habitual en les poblacions on hi ha un cert nombre d’habitants, i generalment es fa a partir de petit mercats públics. La resta de les poblacions depenen molt dels quincallaires i mercaders itinerants.

GREENPUNK - Una mirada a un nuevo concepto de ecología y a ciertos retrofuturismos o futuros posibles.

¿Qué es el greenpunk? A medio camino entre la concienciación global y ecológica de las grandes masas, la economía sostenible y del “hazlo tú mismo”, la ciencia y el progreso al servicio de la naturaleza, la ciencia-ficción especulativa y la fantasía, el mismo concepto de greenpunk viene a abrirnos la idea de que un futuro “verde” es posible; un mundo donde la simbiosis entre hombre, la ciencia y el progreso y la naturaleza son compatibles. ¿Puede englobarse el greenpunk dentro de las corrientes generadas por el steampunk o sus derivados? No exactamente, aunque en ciertos aspectos puede hacercársele mucho e incluso ser compatible con sus ideas, pero veamos el porqué de esta respuesta...


EL CONCEPTO

El greenpunk puede entenderse como un movimiento de especulación ficticia que intenta despertar y profundizar la sensibilidad ecológica del individuo para, a través de él, expandirse a la sociedad, colaborando en la creación de una mayor sensibilización cultural y social sobre un problema que ciertamente es real: el del consumismo desenfrenado y la explotación sin control de los recursos naturales y pedecereros del planeta. Esta corriente apoya la evolución y el progreso tecnológico, aunque centrándose en el uso de energías renovables y no contaminantes y, sobretodo, en la idea del “Do it yourself” o “Hazlo tú mismo”, o sea del reciclaje y la reutilización de todo aquello que el mundo consumista actual consideraría obsoleto, desechable e inútil. El greenpunk enfatiza la habilidad individual y la responsabilidad de cada uno para un cambio social y ecológico positivo.


Tomando los elementos básicos de la sociedad y la cultura de masas, del cual se valen las élites actuales para gobernar y controlar a la mayor parte de la población mundial a través del consumismo ciego nacido del capitalismo, el greenpunk pretende dar una vuelta de tuerca a esos mismos elementos para usarlos a favor de la sociedad, intentando resolver los problemas sociales, económicos y ecológicos derivados de éstos. Así, aboga a favor de un mundo verde, sostenible, donde todo es susceptible de ser reaprovechado o de ser modificado para darles otros fines o usos, recreando y educando a la sociedad a través de una convivencia más en consonancia con lo natural, ya no sólo a nivel social, sino individual.


En su premisa, renuncia al romanticismo del steampunk o al nihilismo del cyberpunk, aunque recoge ideas y elementos de ambos conceptos, especialmente en lo que se refiere a la tecnología más accesible y conocible, visionando un mundo donde los deshechos de la cultura consumista propagada por una élite es reutilizada por las masas, persiguiendo la reconstrucción de una ecología y unos ecosistemas prácticamente devastados por el uso inapropiado de los recursos naturales, así como incide en la reconducción de algunas enfermedades sociales, como el consumismo desbocado. Más allá de eso, intenta introducir al hombre en un mundo más acorde con el de la propia naturaleza, intentando lograr cierta simbiosis entre hombre y mundo natural. El greenpunk, al contrario que el steampunk o el cyberpunk y sus derivados, es una corriente que comienza a cobrar fuerza en la realidad, y aunque especulativamente, es una realidad posible.

HAZLO TÚ MISMO

El greenpunk viene representado, en gran medida, por la idea y la filosofía del “Hazlo tú mismo” (“Do it yourself”), el revertir los propios elementos creados por el sistema capitalista actual para traer un nuevo cambio revolucionario reaprovechando todo aquello que no se considera reaprovechable. Viene a ser un movimiento contracultural, anticapitalista y artesanal donde el propio individuo aprende a fabricar y reparar cosas por sí mismo, de modo que ahorra, se entretiene, aprende y a la vez explota su creatividad. Y a través de este concepto, individuo a individuo, cambiar la mentalidad global con tal de lograr un cambio total del sistema, un mundo verde y sostenible.


Este aspecto artesanal y cultural del “Hazlo tú mismo”, vigente también en el steampunk, se amplía en este caso a las energías renovables, el reciclaje y la reutilización de lo que el mundo comercial llama obsoleto o inservible. Un “hazlo tú mismo” que, siendo frecuente en países donde abunda la pobreza, donde tienen que hallarse recursos allí donde no los hay, al contrario que en los países totalmente capitalistas, aboga por la concienciación global y el cambio de mentalidad ecológica mundial, cada vez más necesaria, haciendo comprender que los recursos naturales son limitados y no siempre renovables, y que no tenemos porque seguir el juego a las modas ni a las empresas que nos dicen lo que es útil o no, lo que es obsoleto o desechable, e inútil, para hacernos comprar más y consumir más, colaborando, con ello, a su vez, a crear más pobreza, más basura y más degradación en medio ambiente.


Así, la idea de rescatar objetos antiguos y darles nuevo uso puede tener una aproximación acusada al ecologismo, a la vez que otros productos que son considerados desechables, son reorientados hacia otras utilidades y usos.

EL GREENPUNK COMO RETROFUTURISMO

Aunque no es propiamente un retrofuturismo, ni se considera un futuro de estética retro -el greenpunk fue concebido como un concepto plenamente futurista-, el greenpunk ha sido asimilado rápidamente como una más de las muchas corrientes “punk” retrofuturistas que han nacido a partir del steampunk.


A raíz del steampunk han surgido multitud de retrofuturismos y futuros de estética retro como el dieselpunk, el clockpunk o clockwork punk, el atomic punk, etc. Aunque la premisa de cada uno de ellos es la evolución a partir de una tecnología, adoptando a la vez una estética particular –en el caso del steampunk, el carbón y la energía de vapor; en el dieselpunk, la gasolina; en el clockwork punk los mecanismos de engranajes, etc.-, en la mayoría de casos, la diferenciación entre un género y otro es escasa, y a menudo todos ellos se superponen. Por otro lado, otros “punk”, como el cyberpunk o ciberpunk o el biopunk son plenamente futuristas (y no retrofuturistas) y mucho más distópicos que el resto, aunque el greenpunk ha adoptado algunas ideas de éste último, el biopunk, aunque en un sentido más positivo.


En ese sentido, el greenpunk, visto más como un retrofuturismo que no como un futuro posible, se ha acercado mucho al romanticismo del steampunk y a tecnologías más naturales y sostenibles. Una evolución derivada del steampunk en qué se sustituyen tecnologías del vapor que implican la combustión de combustibles contaminantes (como lo es el carbón), por otros más ecológicos (como la energía solar o eólica), y ciertos toques de biopunk, que van desde animales o plantas alterados genéticamente a ideas de simbiosis entre los humanos y la propia naturaleza.

ESTÉTICA GREENPUNK

Bajo el concepto del greenpunk se ha generado una estética inspiradora, tanto a nivel arquitectónico y urbano, como de vestuario alternativo o a nivel conceptual. En unos casos enfocados como conceptos totalmente futuristas, en otro casos como conceptos retrofuturistas, aunque situándolos dentro de un contexto de un futuro posible con evidentes toques estéticos retros.


A cierto nivel y en ese sentido, podría decirse a modo de broma que el greenpunk aún está “verde”, que no está maduro. Aunque tiene unas bases, detrás suyo no hay toda una logística o una fuerza intelectual o artística que la apoye o que hayan formado el greenpunk en un género sólido por sí mismo. Actualmente más bien bebe de distintas fuentes. El tiempo dirá si el concepto tiene éxito o no, y cala en las mentes de los hombres.


En la actualidad, ciertos elementos greenpunk puede observarse ya en elementos arquitectónicos de algunas ciudades o parques. A nivel arquitectónico urbano el greenpunk se va imponiendo paulatinamente dentro de lo que se ha llamado arquitectura sostenible y arquitectura simbiótica que ya puede observarse en ciertas ciudades, pudiendo incluir aquí, perfectamente, los huertos urbanos y los jardines verticales cada vez más comunes en algunas grandes ciudades. Todo ello, engloba, de algún modo, el concepto de la simbiosis tolerada y respetuosa entre edificios, máquinas y otros productos tecnológicos humanos, con esos pequeños ecosistemas naturales que, a su vez, nos unen y aproximan al resto del mundo natural.


Del mismo modo, se acude a la naturaleza para obtener ciertos recursos y ventajas naturales que de otro modo sólo se consiguen empleando máquinas. No nos engañemos, desde tiempos remotos, el hombre ha sabido hacer ese uso natural de los recursos naturales. Parques repletos de árboles que refrescan en verano, fuentes de agua, huertos que proveen alimentos, etc. Pero el greenpunk pretende dar un paso más allá, en el sentido de que no sea el hombre quién posea y transforme a la naturaleza, sino en lograr una perfecta simbiosis entre la naturaleza y el hombre, y que sea capaz de mantener un equilibrio y respeto con ésta..


A nivel de vestuario, por otro lado, el greenpunk combina estéticas neotribales, neohippies, neovictorianas, gitanas, new age o “eco friendlies”, en el sentido de usar indumentarias básicamente ecológicas, hechas a partir de productos naturales, el reciclaje de ropa vieja o usada, o usando arreglos o parches que permiten que éstas duren más, alargando su vida. Suele darse prevalencia a los tonos y colores naturales, prevaleciendo el verde por encima de todos, aunque esto no es realmente necesario, simplemente una licencia más para acercarnos, visualmente, al mundo natural.


A nivel conceptual, ya han aparecido ciertas obras literarias, enmarcadas básicamente en la ciencia-ficción, así como multitud de ilustraciones y dibujos, donde se refleja un mundo greenpunk donde el respeto hacia el mundo y la naturaleza es posible. Un mundo futurista algo idealizado, aunque ello no significa que no sea posible, donde el hombre ha creado algo semejante a un edén en la tierra, y éste es capaz de compartir el mundo con el resto de los seres vivos, que de otro modo, muchos de ellos, están abocados a la extinción debido a nuestro atroz consumismo.


miércoles, 12 de junio de 2013

SERES FANTÁSTICOS NICARAGÜENSES – Algunos de los seres míticos de Nicaragua y sus leyendas.

La Llorona, los cadejos, los duendes, Chico Largo, la carreta nagua, la Taconuda, la Mocuana, el padre sin cabeza... Éstos, y muchos otros, son algunos de los seres fantásticos propios de Nicaragua, nacidos de la mezcolanza de las antiguas culturas indígenas y los viejos colonos españoles. En esta mitología propia abundan las almas condenadas, los fantasmas y los espíritus, pero también otros seres fantásticos. Como se suele decir, no son todos los que están, pero sí están todos de los que son...


ARRECHAVALA

Arrechavala es una de las muchas almas condenadas nicaragüenses, situándose ésta, más concretamente, en la ciudad de León.


El Coronel Joaquín Arrechavala fue un militar español que sirvió en Nicaragua durante el período colonial. Nació en Madrid, España, en el año 1728 y murió el año 1823, en la ciudad de León (Nicaragua) a los 95 años de edad. El Rey de España, Carlos II de Borbón, lo envió a Nicaragua, para que formara parte de la oligarquía nicaragüense. Esta burocracia española de la época colonial acumuló capitales improductivos conformados de incalculables tesoros en oro, plata, y bienes raíces con el fin de mejorar su posición social. El 14 de febrero de 1791, Joaquín Arrechavala fue ascendido a Coronel. En el periodo de 1811 a 1812 Nicaragua fue marcada por violentas insurrecciones contra la dominación española en busca de la independencia. En este período de agitación, el coronel Arrechavala fue uno de los principales promotores de la adhesión de León al Imperio Mexicano de Iturbide, para asegurar y garantizar la estabilidad de sus intereses. Durante y después de la abdicación del Imperio Mexicano, el Coronel mostró un implacable odio y aversión por los indígenas. Por esa razón paseaba por las calles de la ciudad de noche, montado en su caballo lujosamente adornado, y latigueaba a todo indígena que encontrara. Solía vestir su uniforme militar adornado de charreteras y hebillas doradas. Su caballo era negro o blanco (según el decir de unos u otros), con su freno de metal precioso, y aterraba a los caminantes nocturnos con todo ese ruido, y los indios se espantaban apenas lo percibían a lo lejos o si escuchaban el galopar de su brioso caballo. Así, Arrechavala era identificado como un espíritu nocturno, porque siempre se le veía por las noches, en guardia para asegurar el orden en ese período de sublevaciones contra el gobierno colonial.


En la ciudad de León, en la Calle Real, ahora Rubén Darío, que comienza en la Iglesia El Calvario y finaliza en la Iglesia Sutiaba, hace su aparición el fantasma de Arrechavala, vestido de militar, cabalgando a todo galope sobre su caballo blanco. Dicen que es rubio, bien parecido, de ojos azules, muy español y que sólo se deja ver por las mujeres; si encuentra hombres a su paso, los persigue para darles latigazos. Cuenta la historia que era un hombre muy rico, que tenía grandes tesoros que enterró en diferentes lugares de la ciudad de León y que mataba a los indios que le ayudaban a esconder sus tesoros; por eso cayó sobre él la maldición de los indios Sutiaba, debido a sus abusos y malos tratos, y se convirtió en un espíritu condenado. Según unos espiritistas que cuentan que hablaron con él, su espíritu dejará de molestar si logra conversar con algún familiar para indicarle donde están enterrados los tesoros que había acumulado hasta su muerte, ya que, de otro modo, debe errar eternamente entre los vivos para vigilar aquellos mismos tesoros que enterró en vida. Según la tradición, Joaquín Arrechavala, así como muchos otros oligarcas de esta época, enterraba sus riquezas. Sin embargo, para los indígenas, la acumulación de éstas era inconcebible, ya que las riquezas debían repartirse entre toda la comunidad.

BARCO NEGRO

El Lago Cocibolca o Gran Lago de Nicaragua Tiene una extensión de 8.624 km cuadrados, siendo el mayor lago de América central, y teniendo en su interior más de 400 isletas, tres islas y dos volcanes.


Hace mucho tiempo, la tripulación de un barco que cruzaba este lago rumbo a San Carlos, divisó en una pequeña isla a unos hombres que pedían auxilio. El barco se acercó y atracó en la orilla de la isla; allí vivían dos familias que estaban muriendo envenenadas porque habían comido la carne de una res que había sido picada por una serpiente. Los habitantes de la isla suplicaron al capitán que los llevase a Granada, pero éste se negó porque no podían pagarle el pasaje y llevaba una carga de chanchos (cerdos) a Los Chiles, y si se entretenía allí, se le morirían en la barcaza. “Pero nosotros somos gente”, dijeron los moribundos. “También nosotros, con esto nos ganamos la vida”, dijeron los lancheros. “¡Por Diosito!, ¿no ven que si nos dejan nos dan la muerte?”, grito el más viejo de la isla. “Tenemos compromiso”, dijo el Capitán. Y en el acto, el barco zarpó y dejó a los isleños a su suerte, retorciéndose del dolor, pero no sin que antes, la abuela de una de una de las familias de la isla, levantándose del tapesco donde estaba postrada, les echara una maldición: “¡Malditos, como se les cerró el corazón, así se les cerrará el lago!”. El barcose fue, y cogió altura buscando San Carlos y desde entonces ya no vieron nunca más tierra. Ni los cerros podían ver, y mucho menos las estrellas en el cielo les podían servir de guía, y ya llevan siglos que navegan perdidos. Y del tiempo transcurrido, el barco se ha vuelto negro y tiene las velas podridas. Muchos lancheros en el Lago de Nicaragua aseguran que los han visto navegando en esa aguas, topándose en las aguas con el barco negro, y sus marineros barbudos y andrajosos les gritan: “¿Dónde queda Granada?” Pero entonces el viento se los lleva y no logran ver tierra, porque están malditos.


CADEJO

La leyenda del cadejo, o más bien los cadejos, pues las leyendas refieren la existencia de dos cadejos, uno blanco y otro negro, está ampliamente extendida en Centroamérica, con distintas variantes. Ambos cadejos son unos animales misteriosos que parecen ser unos perros de gran tamaño (aunque al decir de algunos pueden variar su tamaño a voluntad) que permanecen la mayor parte del tiempo con la lengua fuera, muy fuertes y peludos, y poseen unas grandes uñas en las patas traseras que producen un ruido característico al caminar, parecido al de unas pezuñas. Se contaba que el cadejo olía a cabra, que tenía un olor penetrante y característico.


El cadejo blanco es un guía y guardián protector del hombre; es bueno y camina a la par o detrás de la persona para guardarlo de los malos espíritus, y especialmente del cadejo negro, defendiéndolo de cualquier peligro y acompañándolo en todos sus viajes nocturnos hasta el lugar donde el solitario caminante se dirige. No se cansa de caminar y al amanecer desaparece. Algunas tradiciones refieren que el cadejo blanco aparece bajo la forma de un pequeño perrito blanco al trasnochador, y en dependencia de como trate a este pequeño animal, el cadejito lo protegerá o se transformará en el gran animal que es para herirlo. Se dice que cuando el hombre rechaza la compañía del cadejo blanco y trata de hacerle daño, éste se lanza sobre su agresor, lo revuelca, lo muerde y lo deja mortalmente herido.


El cadejo negro es en cambio un espíritu maligno, enemigo declarado del hombre al que trata de dañar o matar en sus andanzas nocturnas; simboliza el mal, por eso es negro, fiero y tiene ojos de fuego. Cuando el cadejo negro aparece o ataca al hombre, el cadejo blanco se interpone y lo distrae para que el hombre pueda huir. Hay ocasiones en que se establece una encarnizada pelea a muerte entre ambos animales; en este caso el caminante defendido por el cadejo blanco debe permanecer en el lugar de la contienda hasta el final de la pelea, de lo contrario su protector morirá al no contar con la ventaja de su presencia. En enfrentamientos en los que se cuenta con la permanencia del defendido, los cadejos nunca llegan a matarse; sólo salen lastimados y el negro vencido.

Estas leyendas pueden que estén relacionadas con una creencia antigua que dice que toda persona tiene un animal de compañía; este animal es su doble. Toda enfermedad, daño o muerte de uno repercute en el otro. Se dice que al mismo tiempo que nace un niño, un animal nace en la montaña y que desde entonces sus destinos están compartidos.

CARRETA NAGUA

La carreta era un medio de transporte traído y usado por los españoles para movilizar a los indígenas encadenados para su venta como esclavos. Esta práctica, que frecuentemente realizaban durante la noche y era muy cruel, posiblemente sea la causa que dio origen a la fabulosa leyenda de la carreta nagua, la cual siempre ha estado relacionada con la muerte.


La carreta nagua (también llamada carreta nahua) se escucha en el silencio de la noche por las calles de las ciudades y poblaciones y los caminos solitarios. Sólo es visible a los recién nacidos, los mudos de nacimiento, y los que están en trance de muerte. Cuentan que cuando otras personas logran verla caen enfermos, presos de fiebres, y a veces enloquecen. Los que han logrado verla dicen que la carreta es vieja, ocupada por esqueletos y almas en pena del purgatorio que llevan en la cabeza capuchas blancas y que portan en sus huesudas manos candelas encendidas. Algunos afirman que en ocasiones los esqueletos entregan a las personas que encuentran en sus caminos las candelas, y cuando la carreta se aleja, se dan cuenta y se llenan de terror al escuchar sus tenebrosos traqueteos y el estruendo de sus ruedas al rodar por el empedrado. Dicen que la carreta pasa por las casas esperando apresar las almas de aquellas personas que llenas de curiosidad salen a verla para después venderlas al Diablo. Los que han logrado verla aseguran que la carreta nagua es fea, floja, destartalada, y sus ruedas con chataduras son conducidas por la muerte pelada envuelta en un sudario blanco. La carreta nagua no puede avanzar por las esquinas que forman una cruz y cuando llegan a un punto así, se queda parada y regresa, o bien desaparece y reaparece más adelante en la próxima calle. Esta historia la contaban las abuelas cuando los niños estaban sentados en la mesa de sus casas. En noches muy oscuras se escucha pasar la carreta por la calle, conducida por un esqueleto humano y tirada por los esqueletos de unos bueyes. Aquello era tan espantoso, que quienes lograban mirarla contaban que toda la carreta truena con el ruido de los huesos que chocan unos contra otros. Algunos creen que pasa recogiendo las almas en pena.


CEGUA

Aseguran los indios del barrio de Monimbó, en la ciudad de Masaya, que hay mujeres que son brujas que tienen la capacidad de transformarse en chanchas (ver: chancha bruja), micas brujas (ver: mica bruja) y ceguas. Todas estas mujeres poseen un guacal (una especie de vasija) grande y blanco; a las once de la noche, hora en que los tunantes salen de una choza a otra, estas mujeres se dan tres volantines (volteretas) para atrás y tres para adelante, y echan el alma por la boca en el guacal grande y blanco al final del tercer salto hacia adelante.


Como ceguas, después de vomitar el alma quedan transformadas en mujeres jóvenes. Sus vestidos son de hojas de guarumo; sus cabelleras, que le llegan hasta la cintura, de cabuya y sus dientes están recubiertos de cáscara de plátano verde, de manera que cuando hablan se les oye la voz cavernosa y hueca. Se las ha visto introducirse en los patios sembrados de jazmines y lirios; debajo de limoneros y naranjos en flor; bajo de los aromos; y colocarse en la cabeza flores de penetrante perfume. Ellas sólo tienen un decidido afán: perseguir a los hombres tunantes y castigarlos. Todas las ceguas son amigas y trabajan en compañía. Se entienden unas a otras por medios de silbidos agudos prolongados, y tienen una agilidad asombrosa en las piernas; las acaban de ver en una esquina y de pronto se les divisa a dos cuadras de distancia. Por eso se asegura que carecen de pies y que vuelan.

Cuentan los ancianos que la cegua es uno de los espantos de mayor tradición. Aparece por las noches en los caminos como una bella mujer, irresistible y sensual. Cuando los hombres la miran quedan hechizados por su belleza y su encanto. Su pelo largo hasta la cintura y sus ojos atraen a hombres y mujeres sin distinción, su cadera y sus piernas enloquecen a todo aquel que las mira. Se dice que el olor que emana la cegua es especial y es lo que atrae a los hombres que vagan en la noche.

Otras historias dicen que la cegua es una mujer que enamora a los hombres, y cuando los va a besar se levanta un hermoso velo blanco que lleva y tras él hay una horrible calavera, se le miran hundidos los ojos y en el pelo anda una corona de chagüite, que al verla los hombres salen espantados y todos “dundos”; por eso el dicho “Jugado de cegua”. Muchos que han sido asustados por estas mujer han sufrido desmayos y fiebres y otros han padecido de una eterna locura.

CHANCHA BRUJA

Aseguran los indios del barrio de Monimbó, en la ciudad de Masaya, que hay mujeres que son brujas que tienen la capacidad de transformarse en chanchas, micas brujas (ver: mica bruja) y ceguas (ver: cegua). Todas estas mujeres poseen un guacal (una especie de vasija) grande y blanco; a las once de la noche, hora en que los tunantes salen de una choza a otra, estas mujeres se dan tres volantines (volteretas) para atrás y tres para adelante, y echan el alma por la boca en el guacal grande y blanco al final del tercer salto hacia adelante.


Como chanchas brujas se transforman en chanchas (cerdas) que andan en las calles y caminos siempre al trote. Son chanchas de tamaño grande, negras y embadurnadas de lodo podrido. Apenas divisan a la persona “señalada”, aligeran el trote y comienzan gruñir fuertemente, con el gruñido con que se caracterizan cuando andan en ciclo o brama. Ya cerca de la persona, la envisten fuertemente y le dan trompadas y mordiscos en las piernas. Ésta trata de correr y si no lo hace a tiempo, la chancha bruja la derriba al suelo y la golpea hasta hacerle perder el conocimiento. Al día siguiente la víctima aparece molida y mordida, y con los bolsillos vacíos.


CHICO LARGO

La leyenda de Chico Largo, de la que existen numerosas variantes, es una de las historias más recurrentes y populares de la isla de Ometepe, en el interior del Gran Lago de Nicaragua. Ometepe, en lengua nahuátl significa “dos montañas” y la isla recibió esta denominación debido a los dos imponentes volcanes que alberga en su interior: El Madera, con 1394 metros de altura y un diámetro máximo de 24 km, y El Concepción, de 1610 metros de altura y un diámetro de 36 km. Ambos tienen también su historia y leyendas, y fueron considerados sagrados por los antiguos pobladores. De hecho, los volcanes de Ometepe eran considerados dioses hechos piedra, por lo que antaño les ofrecían sacrificios a manera de culto y realizaban ritos en su honor. El Madera era llamado Coatlán (“lugar donde vive el sol) y el Concepción era denominado Choncociguatepe (“hermano de la luna”).


Según cuentan algunas historias, Chico Largo era un hombre que vivió cerca de la laguna de Charco Verde, en San José del Sur, otra zona de la isla. Algunos dicen que hizo un pacto con el Diablo vendiéndole su alma a cambio de poder gozar de las riquezas durante un tiempo de su vida, otras versiones cuentan que lo hizo para poder echar a los militares somocistas que se habían instalado allí durante la revolución. Una noche, Chico Largo apareció transformado bajo el aspecto de un fiero toro y así logró espantarlos y recuperó la paz del lugar. Al parecer su nombre real era Francisco Rodríguez y mientras que para algunos fue un hombre común y corriente, para otros fue un poderoso chamán descendiente de brujos indígenas. Muchos creían que tenía poderes sobrenaturales y por eso acudían a él para pedirle salud, poder y prosperidad; pero si no cumplían con su parte del pacto, Chico Largo los llevaba a El Encanto, una ciudad subterránea erigida debajo de la laguna de Charco Verde, y los convertía para siempre en vacas, toros, cerdos, peces o lagartijas. Muchos creían también, que Chico Largo era el intermediador entre el Diablo y los hombres, y por eso le temían y lo respetaban más que a nadie en la isla. La leyenda dice que cuando murió fue puesto en un ataúd en medio de la laguna con piedras encima para que pudiera sumergirse y llegar a El Encanto más rápidamente. La antigua finca de Chico Largo está poseída por el Diablo y a veces, de noche, se ve allí una carreta fantasmal tirada por toros.


Chico Largo, desde entonces parece ser una especie de recadero del Diablo, el enlace entre las personas que venden su alma al Demonio y el Demonio mismo. Según la leyenda de los ancianos, muchos hombre sencillos pactaron con Chico Largo y por eso se volvieron ricos de un día para otro, mientras él se complacía esperando el día en que tocase cobrar el alma comprometida, ya que el contrato procura riquezas a aquel que lo hace, pero sólo por un tiempo, tras el cual tiene que pagar con el precio de su alma, y aún hay quién dice que de su cuerpo y alma. Según se cuenta, llegado ese tiempo, Chico Largo se presenta para cobrar lo pactado, ¡y pobre de aquel que no cumpla!

Chico Largo convertía en ganado a toda la gente que pretendía no cumplir el contrato establecido. Cuentan algunos que todas las vacas que viven en la isla de Ometepe eran hombres que, por no cumplir un trato con Chico Largo, fueron transformados en animales. Se dice que incluso, a veces, aparecen algunas vacas que tienen dientes de oro, antiguos vestigios de cuando aún eran humanos. Chico Largo convierte a la gente en ganado y que ese ganado encantado se vende en algunas ocasiones al matadero público de Moyogalpa o Altagracia. Chico Largo convirtió a mucho hombres en vacas y en peces: los obligaba a sumergirse en la laguna de Charco Verde y cuando salían ya no eran humanos sino animales.


Del mismo modo, se decía que aquel que había pactado con Chico Largo tenía un plazo contado de vida (suele hablarse de un plazo de siete años), y llegado el momento moría. A medianoche, el mismo día de la muerte de dichos individuos, aparecían unos misteriosos jinetes montados en briosos caballos negros, haciendo ladrar a todos los perros de puro espanto, cacarear a las gallinas, relinchar a los caballos y mugir, balar o gruñir a todo el ganado. Después, se apagaban y se encendían unas luces brillantes que alumbraban el cadáver y los jinetes, en medio de un estrépito infernal, recogían el cadáver. Cuando alguien se atrevía a encender la luz porque ya había cesado el ruido, se encontraban que el cadáver había desaparecido. Se decía que se lo había llevado Chico Largo, porque ya se había cumplido su plazo, el plazo del pacto con el Demonio. Sin embargo, a decir de algunos iban al Infierno, y a decir de otros, a la misteriosa ciudad sumergida conocida como El Encanto, donde Chico Largo se lleva sus almas.

También se dice que el individuo que ha pactado con Chico Largo recibe siete negritos (ver: Negrito) que le sirven y están para ayudarle en sus momentos difíciles y sacarle de cualquier apuro. Pero siete años, sólo siete años puede tenerlos, luego debe pasárselos a otra persona, so pena de ser llevado al mundo encantado –se supone que la ya mencionada ciudad de El Encanto- en cuerpo y alma.

CIGUACOATL

Cuenta la leyenda que en un antiguo pueblo aborigen asentado a orillas del Río Viejo, existía una hermosa mujer esposa del cacique principal. Se decía que esta mujer, de proceder extraño y misterioso, acostumbraba ir todos los viernes a un determinado lugar del río, llevando abundantes alimentos, aves ricamente preparadas y sabrosas bebidas.


Uno de los servidores del cacique, extrañado por el comportamiento de la mujer, determinó seguirla a prudente distancia. Lo que vio ese día lo aterró tanto que echando a correr fue a contárselo a su señor. El cacique no dijo nada a su mujer de lo descubierto por su servidor, fingiendo ignorancia. Sin embargo, al siguiente viernes la siguió, confirmando aquello que le dijera su servidor. Vio que su esposa, sentada en una piedra junto al río, golpeaba con su mano el agua y a la señal emergía impetuosamente una inmensa serpiente que tenía su cueva en el mismo río. El terrible reptil, posó su inmensa cabeza en las bellas piernas de la mujer, y una vez alimentada, serpiente y mujer se entregaron al placer sexual. El indignado esposo mató a la infiel mujer. Entonces la enfurecida serpiente agitó las aguas del río y su corriente destruyó el milenario pueblo. Según la leyenda, los sobrevivientes reconstruyeron su pueblo, al cual dieron por llamar Ciguacoatl, que en lengua nahuátl significa “mujer serpiente”, en recuerdo de esta historia, la esposa del cacique y la gigantesca serpiente.


DUENDE

Mucho se oye hablar de los duendes por todas partes, ellos se llevan a los niños sin bautizar en un abrir y cerrar de ojos. Según dice la gente en los pueblos y comarcas, que los duendes son malos espíritus, son unos enanos que tiene la planta del pie al revés, andan vestidos de rojo y caminan en fila india, siempre en grupos de cinco. Viven en los montes. La hora de salida es entre las ocho y nueve de la mañana cualquier día. Se dice que los duendes son invisibles para los ojos de los adultos, sólo los niños pequeños y los mudos los ven y del miedo se ponen a llorar. Por eso dicen que nunca hay que dejar a un niño solo porque los duendes se lo roban y se lo llevan a la montaña y lo convierten en duende si no ha sido bautizado, aunque también se dice que los duendes se llevan a los niños ya bautizados para perderlos en las montañas. Los duendes son como niños de cinco años pero con cara de viejos. Son morenos, aindiados, de pelo corto, liso. A ellos también les gustan las muchachas jóvenes sin casarse. Las invitan a que se queden a vivir con ellos.


En el municipio de Santa Lucía, perteneciente al departamento de Boaco, se habla de unos duendes pequeñitos, como niños con cara de viejecillos de aspecto hambriento, de cotoncita y gorrita roja, que viven en las cuevas del lugar. Son muy traviesos, entran dentro de las casas vecinas a molestar, arrojan agua a la cara de sus habitantes, tiran piedras a la gente o contra los tejados de las casas en los que vive alguna chica joven, de las que son enamorados. A veces son mañosos y algo ladronzuelos, pero sólo roban cosas pequeñas. Si encuentran algo de comida en las cocinas, se la comen o se la llevan. Sin embargo, por ejemplo, no robarán un chancho (un cerdo) ya que es un animal demasiado pesado para ellos, pero sí robarán gallinas, huevos y otros alimentos. Cuando penetran en las cocinas, dejan las huellas de sus pequeños pies pintados en la ceniza. Se decía que eran enamorados de las chicas jóvenes, pero eran muy celosos; cuando ellas se ponían a jalar con alguien -en el sentido de mantener relaciones sexuales-, se iban y no volvían. Para echarlos de las casas, se toca música con violín; al parecer su sonido los molesta. Se dice que en la actualidad han desaparecido, que simplemente se han ido a otro lugar.

Otra historia hace referencia a los duendes. En el valle de Cuapa hay una gran piedra que dicen cayó del cielo y a una legua de ella se encontraba la hacienda La Flor. Allí vivía un matrimonio que tenia una hija muy hermosa, de la cual se habían enamorado los duendes que habitaban en la casa. Todas las noches llegaban y le ponían flores en la cama y cuando iba a traer agua, le enfloraban el camino. Los duendes no querían a la madre de la muchacha y en lugar de flores le ponían espinas; si iba a lavar, le escondían el jabón; si iba a zurcir, le escondían el hilo y en fin, que ya nadie los aguantaba. La muchacha estaba asustada y tenía miedo de salir sola porque los duendes las seguían a todas partes. El padre de la joven tenía un burro que jalaba agua y cargaba zacate y un día de tantos no lo encontró, se puso furioso y comenzó a buscar el burro acompañado por los vecinos. Después de varios días, lo encontró arriba de la piedra rebuznando afligido porque no podía bajarse. Comprendiendo que era una zanganada de los duendes, el señor le ordenó a su hija que les fingiera cariño, correspondiendo con palabras amorosas a los regalos que le hacían. Lo que el señor quería era que los duendes dejaran al burro. La joven hizo caso y temblando de miedo les pidió que le bajaran el burro a su papa. Por quedar bien con ella, los duendes bajaron el burro y lo llevaron a la caballeriza. Durante algunos días no aparecieron y el señor creyó que ya no iban a seguir molestando pero se equivocó. Su esposa tenía dos tazas y ellos le quebraron una porque sabían lo mucho que le dolería aquella maldad. A mediodía, cuando ella estaba tomado sopa, exclamo “Qué lastima que se quebró mi taza, tan bonita la pareja”; diciendo esto le dejaron caer real y medio en la sopa, entonces ella dijo: “Con esto se paga la taza”. Cuando se levantó para contar el dinero que tenía guardado en un cofre, vio que le hacían falta real y medio, murmuró: “De mis mismos reales me están pagando; que malos que son esos duendes, y le jalaron el cabello”. Como ya no los soportaban, decidieron hacerles la guerra. Después de inventar miles de cosas, los dueños de la hacienda y los vecinos, se pusieron a tocar música de cuerda. Esto desagrada a los duendes porque les producía dolor de cabeza. Día y noche pasaron los señores tocando hasta que los traviesos no tuvieron más remedio que abandonar la casa. Dicen que los chontaleños cuando ven una persona sobre la piedra gritan: “Allá está el burro de Cuapa” y el que está arriba, en venganza contesta: “Allá están los duendes”.

DUHINDU

Entre los misquito se habla de los duhindu. Hace muchos años, cuando en Kambla todavía no vivía mucha gente y todavía no sabían nada de plantas medicinales y no existían curanderos y sukias, vivían allí, en los montes, apartados de las casas, muchos duhindu (una especie de duendes). Sólo salían de noche, haciendo entonces mucha bulla y silbando para llamar a la gente. Cuando brillaba la luna, se les podía ver entre los árboles, y eran como hombrecitos pequeños. De vez en cuando agarraban un caballo para montarlo, y no lo dejaban descansar ni un minuto, de modo que al día siguiente el animal era hallado muerto.


Un día desapareció un joven de la comunidad. Su madre lo buscó por todos lados pero no pudo encontrarlo. Lloró, preguntó a todos si no lo habían visto, pero nadie sabía algo del joven. Después de 15 días apareció milagrosamente de nuevo pero había cambiado bastante: estaba delgado y pálido, no quería ni hablar ni comer, estaba como enfermo. No existían todavía los curanderos, así que no sabían qué remedio darle para curarlo. Con el tiempo se dieron cuenta que los duhindu tenían algo que ver en ese asunto. Uno de ellos llegó una noche y silbando llamó al joven. Sólo empleando la fuerza lograron retener al joven para que no saliera de la casa para que el duhindu no se lo pudiera llevar de nuevo.

Pasaron los años y la gente de las comunidades aprendió a utilizar el poder de las plantas, a curar enfermos y hacer remedios. Así lograron liberar al joven del poder del duhindu. Con el apoyo de los curanderos y con rituales limpiaron toda la comunidad de Kambla y finalmente todos los duhindu se fueron del lugar. Hoy en día casi ya no hay duhindu en Kambla. Solamente se escuchan a veces los silbidos de un duhindu que todavía queda por allí.

LAGARTO DE ORO

En el cerro Hato Grande, en el departamento nicaragüense de Chontales, existía una laguna habitada un lagarto de oro que muchos querían atrapar por el valor del oro, pero nadie podía capturarlo. Un día de tantos, un avispado campesino que quería cazarlo pensó que ofreciéndole algo a la Virgen de la Asunción tal vez podría conseguirlo, y así lo hizo. Una mañana salió al cerro y se dirigió a la laguna. Cuando estaba a en la orilla del agua, miró al lagarto de oro y fue entonces cuando ofreció a la Virgen de la Asunción una corona de oro y un altar si le hacía el milagro de capturar al arisco lagarto. El milagro no se hizo esperar y al poco rato ya tenía cogido de la cola al animal, listo para sacarlo del agua. En ese momento la codicia le nubló la mente y se le ocurrió decir “ahora que se friegue la virgencita” y, como por arte de magia, el lagarto se le zafó de las manos, yéndose a las profundidades de la laguna para nunca más volver.


LIWA

Entre los misquito, los liwa son una especie espíritus acuáticos, los dueños del agua, de los que existen muchos tipos. Se dice que vuelcan los barcos y son la causa de que la gente se ahogue. Algunas descripciones dicen que son unos gusanos gigantes de color blanco que habitan en el fondo de los lagos. También se dice que poseen naves propias para moverse bajo el agua.

LIWA MAIRIN

Entre los misquito, Liwa Mairin es la señora de las aguas, una mujer que sale del mar, a veces buena, a veces mala, equiparable a la sirena. Cuando un buzo enferma después de bucear o una mujer se baña en un río durante su período menstrual y sufre después un desequilibrio o mal, puede que la Liwa Mairin, tenga algo que ver.


LLORONA

La Llorona es una figura popular común en todos los países latinoamericanos, llegando a ser conocida también en varias zonas de Estados Unidos. Sin embargo, aunque común en todos esos territorios, cada país adorna la leyenda a su modo particular.


En Nicaragua se dice que se oyen los lamentos de la Llorona transportados vertiginosamente por los caprichosos vientos que provienen de las cuatro esquinas del mundo. Hasta donde cuenta la gente, la Llorona se manifiesta a través de un quejido largo y lastimero, seguido del llanto desgarrador de una mujer cuyo rostro nadie ha visto. En el barrio del Calvario de León, se sabía que cerca del río, allá detrás del Zanjón, pasaba el llanto de la Llorona. Las lavanderas del río contaban que apenas sentían caer el sereno de la noche, debían recoger la ropa aún húmeda y en un solo montón se la llevaban, de lo contrario, la Llorona se las echaba al río. Según el comentario de las lavanderas, la Llorona es el espíritu en pena de una mujer que había botado a su hijo en el río. Sobre esta leyenda se oyen muchas versiones, pero algunas explican que ese llanto misterioso es el profundo dolor de una madre que perdió a un hijo ahogado en el pozo mientras lavaba la ropa en el río. Otra, dice que era una joven india que tuvo un hijo con un blanco, y lo abandonó porque según su familia, sus sangres no debían mezclarse con la de sus verdugos (los colonizadores españoles). Tras abandonarlo, se arrepintió y quiso recobrarlo, pero la corriente se lo llevó y ella lloró y lloró desconsolada, hasta morir enloquecida, y luego su espíritu continúo haciéndolo. La Llorona es uno de esos personajes espectrales que aterran a las comunidades campesinas. Se dice que sus lamentos se escuchan en medio del coro nocturno de voces de animales y del ritmo monótono de aguas de quebradas y ríos. Ese concierto lúgubre es el mismo que ha interrumpido el sueño de generaciones enteras en los pueblos diseminados en los misteriosos espacios vírgenes de Latinoamérica.


MICA BRUJA

Aseguran los indios del barrio de Monimbó, en la ciudad de Masaya, que hay mujeres que son brujas que tienen la capacidad de transformarse en chanchas (ver: chancha bruja), micas brujas y ceguas (ver: cegua). Todas estas mujeres poseen un guacal (una especie de vasija) grande y blanco; a las once de la noche, hora en que los tunantes salen de una choza a otra, estas mujeres se dan tres volantines (volteretas) para atrás y tres para adelante, y echan el alma por la boca en el guacal grande y blanco al final del tercer salto hacia adelante.


Como micas brujas, también llamadas monas brujas, estas mujeres se transforman en una especie de micas (monas) y se dedican a efectuar robos y raterías. Trepan a los árboles, cortan las frutas y las lanzan contra la familia víctima de sus tropelías, suben a los techos de las casas, saltan de un lugar a otro, bajan al patio o a la calle y arrojan piedras contra las puertas. Se introducen en la cocina y quiebran lo que encuentran; se agazapan tras el tinajón o tras la leña, y después corren rápidamente a colgarse de las ramas de algún árbol cercano, a balancearse burlonamente. Mientras el mico se halla en plena acción, la familia víctima –auxiliada de los vecinos- lo persigue con palos y garrotes, tratando de agarrarlo y matarlo, pero el esfuerzo siempre será en vano. Cuando ya están cerca y creen tenerlo acorralado, el mico se les esfuma y aparece al otro extremo de donde creían estaba agazapado.


MOCUANA

Hace muchos años, en los primeros días de la colonización, muchos españoles llegaron hasta el centro de Matagalpa porque se decía que en ella había oro. El cacique indio que mandaba en esas tierras, en el valle de Sébaco, los recibió muy bien y les regaló tamarindos de oro para que los enviasen al Rey de España. Después del regalo, el cacique les pidió que se alejaran y no volvieran. Los españoles aparentaron irse, pero al poco tiempo regresaron con la intención de dominar al jefe indio. Cuando éste lo supo, escondió sus tesoros y sólo su hija supo del escondite. Los españoles derrotados se marcharon del lugar. Al tiempo llegó el hijo de uno de los españoles que había sido vencido, y éste se enamoró perdidamente de la hija del cacique, que era una mujer muy bella. Ella también se enamoró del español, pero como sabía que su padre se iba a oponer al matrimonio, huyó con él. Generosamente ella le dio todas las riquezas que poseía y el español, que con eso se sentía satisfecho, no quiso más de la pobre india, encerrándola en la cueva de un cerro, a la que le tapó la salida. Pero ella conocía bien el lugar y se escapó por un boquete. Después de esta decepción, la india se volvió loca y se convirtió en la Mocuana, buscando venganza. Dicen que desde entonces se aparece en los caminos e invita a los transeúntes a seguirla hasta la cueva, atacando a los hombres, sobre todo a los jóvenes y de aspecto extranjero. A la Mocuana nadie ha podido verle la cara, que al decir de unos es una horrible calavera. Solamente se ha logrado apreciar su larga, cimbreante y bella figura y su preciosa cabellera de pelo negro, liso y largo, que le tapa toda la cara.


Otra leyenda nos habla de la Mocuana de Estelí, que fue una bella mujer que se enamoró de un joven muy rico de otro pueblo. El hombre la quería a ella, pero ella tenía un hijo, y el hombre le dijo que lo dejara o lo regalara, y que si se oponía los mataría a ambos. Ella entonces, muy triste, fue a esconderse a un cerro con su hijo, en la cueva conocida como la Mocuana, en La Trinidad, camino a la ciudad de Esteli. La joven caminó y caminó dentro de la cueva hasta que se perdió y murió, convirtiéndose en un alma en pena. Desde entonces aparece y se lleva a los niños que encuentra pensando que son su hijo. La leyenda cuenta que la Mocuana sale todas las noches después de las doce de la noche, vestida de seda blanca y si algún niño está despierto o llorando ella llega y se lo lleva, como ya se ha dicho, pensando que es su hijo. La gente de La Trinidad dice que algunos la han visto por la carretera panamericana; otros dicen que ya han intentado introducirse en lo profundo de la cueva pero se han visto imposibilitados de seguir ante la presencia de miles de murciélagos que viven allí.

NEGRITO

Los negritos, que al parecer siempre vienen en el número de siete, son unos pequeños hombrecillos negros –una especie de espíritus familiares- que aparecen en algunas historias relacionadas con el Diablo o Chico Largo (ver: Chico Largo), para servir a aquellos que han pactado con ellos.


PADRE SIN CABEZA

Cuenta la leyenda que en el año 1549, en la ciudad que hoy se llama León Viejo, alentados por su madre doña María de Peñalosa, los hermanos Hernando y Pedro, hijos del segundo gobernador de Nicaragua don Rodrigo de Contreras, planearon la muerte del primer Obispo en tierra firme, fray Antonio de Valdivieso, defensor de los indios y mediador de las ambiciones de los funcionarios y el clero. Fue asesinado a puñaladas a mano del fiero capitán Juan Bermejo. Con la muerte de este religioso, el primero cometido en América, los asesinos se repartieron la provincia, su población, los objetos de valor y las joyas episcopales del Obispo.


Después de este crimen, que llenó de indignación y de malos presagios a todos los creyentes, apareció una leyenda que refería que durante los primeros años de la existencia de la ciudad de León Viejo (actual León), el padre de su iglesia fue decapitado de un solo machetazo en el atrio de su mismo templo, por dos poderosos hermanos, y que su cabeza había rodado hasta la orilla del lago Xolotlán, donde se sumergió dando origen a una inmensa ola que se levantó sobre la superficie y avanzó hacia la ciudad, cada vez más grande y fuerte, llegando a romper donde había sido asesinado el religioso y sepultando a la ciudad. Pasado este hecho devastador, los indígenas empezaron a ver en los atrios de las iglesias y en las calles solitarias de los pueblos, un bulto negro que se protegía bajo el peso de la lúgubre oscuridad. Con el paso del tiempo algunos moradores se dieron cuenta que la aterradora y sombría aparición era nada menos que un padre religioso sin cabeza. Los que lo han logrado ver cuentan que el padre sin cabeza lleva sotana y zapatos negros, en la cintura prende un cordón del que cuelga una pequeña campana, la que hace sonar mientras avanza y lleva un rosario en lo que le queda de cuello. Refiere la leyenda que el padre sin cabeza camina penando por el mundo, visitando los templos de las diferentes ciudades, rezando las letanías o el rosario, buscando su iglesia y su cabeza. Algunos refieren que el padre aparece solo el Jueves y el Viernes Santo, para visitar las iglesias y que cuando se encuentra frente a cualquiera de ellas hace reverencia en la puerta del perdón.


PUNCHE DE ORO

El punche de oro es un cangrejo gigante que brilla como el oro y posee unos ojos que son como diamantes de fuego. Parece ser que este punche es el espíritu de un inmenso tesoro enterrado propiedad de la comunidad indígena, que deambula como alma en pena en las oscuras noches, emergiendo del oleaje del Océano Pacífico envuelto en una aureola cegadora, e iniciando su recorrido desde las playas de Poneloya hasta la Iglesia de Sutiaba donde se detiene para hacerle una reverencia al sol. A decir de otros, este punche sólo sale del mar dos veces al año, a mitad de la Semana Santa o antes y en la mitad del invierno (aunque se dice que en agosto sale también). Los antepasados dicen que en León, en el barrio Sutiaba, hay un inmenso tesoro enterrado. Según se cuenta, el punche de oro cuida del tesoro de la comunidad indígena y sale por las noches desde el día en que murió su último cacique, Adiac. El día que alguien atrape al punche de oro, se desencantará al difunto cacique Adiac, que fue ahorcado en el Tamarindón de Sutiaba. Este punche es el espíritu precioso de los Sutiaba que los guía en sus desesperadas luchas por no sucumbir bajo la pesada cruz que les impusieron los colonizadores.


SERPIENTE DE LOS TRES PELOS

Se dice que hace muchos años, cuando se estaba formando la ciudad de Matagalpa y aún se estaban ubicando sus primeros habitantes, hubo una discusión de la que no se sabe el motivo, y de resultas de ésta apalearon a un sacerdote. El sacerdote agarró su mula y se fue, pero antes de irse lanzó una maldición contra los pobladores de la ciudad. Con el tiempo, los habitantes de Matagalpa buscaron al sacerdote para saber cuál era esa maldición, y él les comunicó que existía una culebra gigante que cubría toda la ciudad y que estaba amarrada por tres pelos: la cabeza de esta culebra reposa en la Catedral de Matagalpa y la cola en el cerro de Apante, y los tres pelos están amarrados en la quebrada del Yaguare, ubicada en el barrio de Palo Alto. Según la historia, ya se han roto dos pelos, y sólo queda uno. Cuando estos tres pelos hayan roto, se derrumbará el cerro de Apante y reventarán unas fuentes grandísimas de agua que atraviesan esa zona, y entonces Matagalpa se inundará.


SISIMICÓN

Enorme animal con cara de hombre, ojos rojos como las llamas y una cola muy larga, que siempre aparece junto al Sisimique, compartiendo sus mismas costumbres (ver: Sisimique).

SISIMIQUE

En laz regiones de Matagalpa y Jinotega se contaba que siempre que comenzaba a oscurecer aparecían dos enormes animales con cara de hombre, el Sisimique y el Sisimicón (ver: Sisimicón). Estas criaturas tenían los ojos rojos como llamas y una cola muy larga con la que podían enrollaban a las muchachas solteras a las que se aparecían si éstas les gustaban. Aparecían en el río, y seguían el camino hacia la casa de cada una de las chicas solteras en las que estaban interesados; en el camino iban llamando a las muchachas a las que les gustaba hacer ojitos a los hombres, y se oían unos gritos y gruñidos que nadie podía imitar. Decían que para que el Sisimique y el Sisimicón no entraran a las casas había que evitar hacer ruido, y muchos menos reírse, ya que las risas de las mujeres era lo que más les gustaba a estos seres. Habían, de este modo, raptado a varias muchachas que coqueteaban con los hombres. De lo que hacían con ellas, no hay demasiados detalles.


TACONUDA

La Taconuda es el espectro alto y delgado de una joven mujer que mide unos 7 pies de altura (unos 2,10 m). Lleva un pelo tan largo que le llega hasta la pantorrilla y calza unos zapatos de tacón altos y curvos, del cual le proviene el nombre. Su cara es seca, sus ojos hondos, los labios pronunciados, pintados y risueños. Viste una chalina negra, de busto respingado, y lleva un vestido blanco con un fajín de plata con una gran hebilla cuadrada y un cintillo dorado en el pelo. Esta hermosa joven era hija de un cacique que era el dueño de todas las haciendas que habían desde la línea de mar hasta llegar a Masaya; su padre le heredó todas sus riquezas por ser la única hija que tenía, de apellido Sánchez. Dicen que la Taconuda sale en los cafetales, cerca de las haciendas que llevan por nombre Corinto y Las Mercedes. Agarra a los hombres y los vuelve locos, apareciéndose a los capataces y llevándoselos a las curvas de los caminos, donde los deja adormecidos y desnudos hasta que sus familiares los encuentran. Cuando la Taconuda pasa, deja un gran aroma de perfume y por se identifica su paso, aunque no se lleva con ella a todos los hombres que se cruzan en su camino. Los que la han visto, dicen que le gusta que la llamen Taconuda.


TOMA-TU-TETA

La Toma-Tu-Teta o Tomatuteta es como una parodia de La Llorona que a veces se utilizaba para espantar a los niños. Cuentan había una mujer en Los Cedros (en la Carretera Vieja a León) a la que le robaron a su hijo recién nacido. La mujer se volvió loca a causa de la desesperación de no poder encontrar y recuperar a su hijo, y a causa del insoportable dolor de sus pechos, que se le agrandaron al producir la leche materna que no podía dar a su desaparecido hijo. A partir de ese punto, enloquecida, la mujer, cada vez que miraba un niño, pensaba que era el suyo y andaba por la carretera llamando a las chavales y diciéndoles: “¡Toma tu teta...! ¡Toma tu teta...! ¡Toma tu teta...!”, con los grandes pechos colgándoles fuera y obligándoles a tomar la leche de sus senos. De ahí que fuese conocida como la Toma-Tu-Teta, y fuese temida por los niños.


VIEJA DEL MOMBACHO

La leyenda de la vieja del volcán es uno de los mitos del Mombacho, un volcán de Nicaragua cerca de la ciudad de Granada que tiene 1345 m. de altura, que contiene una de las últimas zonas de selva tropical del país. Se dice que allí habita una anciana, protectora del bosque, que aparece en medio de la bruma con un largo vestido blanco y se desvanece tan pronto como uno se acerca. Muchos han visto a la viejecita perderse en la neblina; otros dicen que por las noches se convierte en una perra, vagando en busca de un río del cual beber.


ZIPE

Los zipes son unas extrañas criaturas nicaragüenses descritas como pequeños hombrecillos colorados que visten pantaloncillos verdes y que caminan hacia atrás o tienen los pies vueltos al revés. Extravían a los niños traviesos regalándoles frutas que no son propias de la región. Son una especie de duendes (ver: Duende).



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