Texto y fotografías: Joan Ramon Santasusana Gallardo.
Fecha: 01 de febrero, 02 de abril, 20 de marzo y 01 junio de 2014. Lugar: Girona ciudad, provincia de Girona, Cataluña, España.
Total fotografías tomadas: 67. Total fotografías publicadas: 61.
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En plena calle, a pocos metros del lugar donde vivo, al lado justo de una relativamente concurrida vía pública, un viejo edificio permanece inadvertido para la mayoría de la gente que pasa por ahí, sin llamar demasiado la atención. Resguardado por muros, vallas metálicas, enormes carteles publicitarios, y detrás de sus propios muros, se esconden los secretos de esta antaño antigua fábrica de embutidos fundada en la década de los años 30, a principios del siglo XX.
Desde que me mudé al que hoy es mi hogar, unos años atrás, siempre observé esta edificación que llamaba mi atención, derruyéndose y deteriodándose poco a poco a la vista de todos, pero resguardada de las miradas poco observadoras o inquisitivas. Un viejo edificio convertido en un refugio de gatos, gaviotas, urracas y palomas, entre otros animales.
Aunque buena parte de este viejo edificio prácticamente está abandonado y semiderruido, hasta hace relativamente poco en él aún habían unas viejas oficinas de esta próspera fábrica de embutidos que recientemente se ha trasladado en una zona más amplia, y en ella aún trabajaban unos pocos empleados que servían a las furgonetas y camiones que venían a buscar aquí sus productos cárnicos. Sin embargo, actualmente todo indica que el edificio, exceptuando un viejo edificio en parte habitado, permanece cerrado y abandonado, y sus naves sólo son utilizadas ocasionalmente como parking de unos pocos vehículos, pese al peligro de desplome de partes de su techo, que en algunas zonas ya ha caído.
Todo permanece cerrado. Y sin embargo, desde algunos puntos de la calle, a través de los agujeros de una vieja y oxidada valla metálica, desde las grietas que hay entre los maderos de su vieja pueeta de madera, o las aberturas que quedan entre algunos espacios semicerrados, se pueden obtener breves visiones del lugar, en algunas partes ya invadidos por la naturaleza. Allí donde no llega el cuerpo ni el ojo humano, puede llegar el objetivo de una cámara. Aquí dejo constancia de algunas de esas imágenes.
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