Texto y fotografías:
Joan Ramon Santasusana Gallardo, Esther Ortega López.
Fecha: 10 de mayo de 2015. Lugar: En algún lugar de l'Alt Empordà, provincia de Girona, Cataluña, España.
Total fotografías tomadas: 107. Total fotografías publicadas: 62.
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Recuerdo años atrás, cuando visité por primera vez Sant Llorenç del Mont, una vieja abadía que se encuentra en el Pla de Sous (855 m) a media falda de la montaña del Mont, ésta era tan solo un conjunto de ruinas abandonadas al lado de un largo y estrecho camino de tierra que conducía hasta la cima de la misma montaña, donde se encuentra el Santuario de la Mare de Déu del Mont (1224 m), uno de los miradores naturales más espectaculares de Cataluña, que realmente recomiendo visitar. Desde este lugar privilegiado uno puede contemplar las comarcas de la Garrotxa, l'Alt Empordà, el Pla de l'Estany y el Gironès en todo su esplendor salvaje, y en un día claro la visión puede extenderse más lejos, hasta alcanzar a ver las Guilleries, el Montseny, el Pirineo oriental, y alcanzar el macizo del Canigó, al sur de Francia. Una visión espectacular que vale la pena ver, resultando especialmente mágica si se contempla durante el amanecer o al atardecer. Pero bueno, el caso es que no pretendo hablaros aquí del Santuario de la Mare de Déu del Mont, sino, como ya decía en la entrada, de la abadía de Sant Llorenç del Mont.
Las primeras noticias de la existencia de esta vieja abadía benedictina ya datan del siglo IX, con su construcción inicial que iría ampliándose progresivamente, conociendo tiempos más prósperos, hasta que, a partir del siglo XV, iniciaría una lenta decadencia con pequeños altibajos. Sería a partir del siglo XVIII cuando la abadía quedaría totalmente abandonada, fundándose entonces la vieja iglesia de Sant Llorenç de Sous, anexionada al lado mismo del viejo edificio de la abadía, precisamente construyéndose a partir de lo que había sido la vieja sala capitular del monasterio.
A partir del siglo XIX los restos de la abadía acabarían sirviendo como establos para animales domésticos y almacén de herramientas agrícolas, hasta que con la desaparición de la población de Sous, formada por un conjunto de masías diseminadas cuyo centro neurálgico era, precisamente, la vieja iglesia de Sant Llorenç de Sous, todo el conjunto arquitectónico monumental quedó abandonado, y ya en pleno siglo XX era poco más que una zona de pastos y refugio ocasional del ganado vacuno que se encuentra a veces diseminado por la zona. Fue precisamente en ese punto, hacía finales del siglo pasado, cuando descubrí este lugar que me dejó fascinado.
Efectivamente, poco a poco, Sant Llorenç del Mont, a lo largo de los siglos, había ido quedando relegado al paulatino abandono, convertido poco a poco en ruinas, aunque nunca cayó en el olvido, recordado siempre por los habitantes de la zona.
Finalmente, sin embargo, al contrario de lo que sucede con muchos edificios abandonados de indudable valor histórico, el destino le reservó una última baza a esta abadía cuando se decidió potenciar turísticamente el Santuario de la Mare de Déu del Mont, asfaltando el viejo y estrecho camino que conducía a la cima de la montaña.
Así, lo que antes era un camino largo y estrecho de difícil acceso para vehículos turísticos, de repente se convirtió en un camino de circulación mucho más cómoda, aunque no por ello haya dejado de ser el camino ascendente lento y estrecho que es, lleno de curvas cerradas que obligan a conducir con cierta precaución y cuidado. Y en medio de ese trayecto, como ya he mencionado, se encuentra la abadía de Sant Llorenç del Mont, que no permanecería olvidada.
Así, a partir del año 1983, la abadía de Sant Llorenç del Mont fue declarada un Bé Cultural d'Interès Nacional (Bien Cultural de Interés Nacional, en castellano), y al año siguiente se emprendieron las primeras campañas de limpieza, excavación y consolidación del conjunto monumental del conjunto arquitectónico a cargo del Departament de Cultura de la Generalitat de Catalunya. Pero no sería hasta más tarde, en el año 2008, cuando se aprobara un proyecto de restauración impulsado por el ayuntamiento de Albanyà y la Diputació Provincial de Girona, cuando esta abadía por fin recibiría el trato y la suerte que merecía, recuperando de nuevo parte de su valor histórico, en una restauración que por un lado recuperaría totalmente la iglesia de Sant Llorenç de Sous, permitiendo su uso esporádico en ciertas celebraciones, y sería recuperado buena parte del conjunto arquitectónico de las ruinas de la vieja abadía, consolidándose de tal modo que nos permiten entrever su gloria pasada, apoyados por la información de ocasionales carteles informativos en varios idiomas a lo largo de un recorrido gratuito.
Aquí os dejo algunas de las fotos que saqué de esté bello lugar, y si alguna vez os animáis a visitarlo, no olvidéis llegar hasta la cima del Mont para contemplar uno de los mejores miradores naturales de Cataluña. Vale la pena, os lo aseguro.
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