martes, 26 de marzo de 2013

LA CARRERA



Correr, correr, correr... Caminar... Correr... Caminar... Escapar... Huir del dolor, amortiguar las heridas.

En estos días, correr se ha convertido en mi principal medicina, mi medio de escape, mi droga salvadora. Sé que aún necesitaré de ello por un tiempo, sé que no puedo dejarlo ahora, sé que no puedo parar. ¡Dar un paso tras otro para no pensar! Moverse deprisa entre la paz de la naturaleza, contemplar esos campos, huertos, ríos, bosques, valles y montañas que atravieso. Correr... Frenar... Caminar... Quizás descanasar...

Es una carrera sin meta, una carrera para salvar mi espíritu quebrado, una carrera contrarreloj contra la tristeza y la soledad. Una carrera que no se puede perder ni ganar.

Hoy me siento más ligero, más flexible, mi mente más despierta, mis sentidos más aguzados, mis costumbres han cambiado... Correr... Caminar... Y volver a correr...

Ésta es una carrera para salvarme, una carrera para recuperar mi yo, una carrera para encontrar de nuevo mi lugar. Es el amparo de mi vida, la esponja que seca mis lágrimas, que me hace sudar el dolor que guardo en mi corazón...

Correr, correr, correr... Caminar... Correr... Caminar... Escapar... Y puede que al final de todo, encuentre mi libertad.

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