A veces me imagino que hablo contigo... ¡tú, sombra imaginaria!
A veces eres mi abuelo, el ángel desorientado, la chica de las cortezas, el amigo que perdí, el profesor que me enseñó... Eres ellos y muchos más. El pasado... Sombras del pasado con las que aún puedo hablar.
A veces eres la dama del mar, la señora de la luna, la niña que me hace dudar, el dibujante que se destruye, el compañero acusador... Eres ellos y muchos más. El presente... Sombras del presente a las que digo lo que siento.
A veces eres un padre que que ha partido, la compañera que no he encontrado, el hijo que no he tenido, el dios que no existe, la muerte que viene... Eres ellos y muchos más. El futuro... Sombras del futuro con las que me puedo imaginar.
Y
escribo esto y pienso en lo que escribo: así son a veces las cosas en la vida. Estoy solo y hablo con ideas y reflejos que guardo en
mi mente, manteniendo extraños diálogos donde expreso mis sentimientos y
todo aquello que siento y pienso pero que ha menudo me callo. A veces conservo retazos de esos
recuerdos en mi memoria y, si estoy de humor, puede que algunos los escriba y desarrolle. En otras
ocasiones, como en los sueños, se desvanecen pronto las palabras que
pronuncié imaginariamente a los pocos segundos de haberlas pronunciado.
Puedo hablar de amor, de ira, de asuntos no resueltos, de conflictos y
deseos, de llantos, bromas y rabia, de filosofía, ciencia o religión. De
juegos y trampas, sombras y luces, y manchas en la oscuridad. Figuras imaginadas con las que hablo para, que con mis propios pensamientos, me responden a su vez, haciendo que busque nuevas palabras para contestar a sus preguntas o debatir sus afirmaciones. Y me pregunto si todos los hombres harán o habrán hecho lo
mismo en alguna ocasión; si tendrán o habrán tenido sus propias sombras o
espejismos de figuras imaginarias con las que hablan; iconos de la mente que representan
aquellas figuras que alguna vez fueron, son o pueden llegar a
ser, aunque no sean jamás. Figuras creadas con recuerdos, arquetipos reales o imaginarios
con los que puedes entablar una conversación y decir todo aquello que
te guardas y callas por miedo, respeto... o porque no te queda más
remedio, pues la persona a la que quisieras hablar ya no existe. A veces son palabras que debieron ser dichas en su
momento, pero jamás se pronunciaron. ¿Como hablar a alguien que ya ha
desaparecido, se ha ido o ha muerto? ¿Como expresar tu amor o ira a
alguien que ya has perdido? ¿Como reconocer ante alguien tus sueños
rotos, las penas que te aquejan, el amor que sientes o aquello que no
dices por temor a perderlo todo? ¿Como decir lo imposible o hablar con
quién sabes que de intentarlo en la realidad no te escuchará?
A veces me imagino que hablo contigo, tú que me lees, aunque es muy posible que jamás te haya conocido ni que te conozca jamás. A
veces me imagino que hablo contigo... pero sólo lo hago con una sombra
imaginaria, al igual que hizo Hamlet con la calavera del bufón que en su
infancia lo hizo reír.
Precioso, no tengo más palabras. Te había dicho alguna vez que me encanta cómo escribes y la manera en que plasmas lo que sientes? ;)
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