Siente el recuerdo de aquel leve roce de mis dedos en tu mejilla.
Siente el aire frío y el silencio de aquella alta montaña donde desplegué los brazos.
Siente la luz de las estrellas que con su brillo me dan esperanza.
Mi corazón siente...
Siente las tristezas y pesares de un pasado jamás olvidado del todo.
Siente la fuerza de un futuro incierto que está por llegar trayendo nuevos retos.
Siente el presente que es la lucha de estos dos mundos entre los que se halla atrapado.
Mi corazón siente...
Siente cada mañana la mirada de los pájaros cuando medio adormilado me dirijo al trabajo.
Siente la corteza de los árboles atrapados entre cemento y baldosas de acera.
Siente los años de sabiduría que acompañan a un viejo ignorado en un parque.
Mi corazón siente...
Siente la perdida del hermano de su amiga.
Siente la melodía de este camino que es la muerte y la vida.
Siente el llanto que todo lo cura.
Mi corazón siente...
Siente a veces que se queda vacío.
Siente la eternidad que lo llena.
Siente la existencia que fluye.
Siente... mi corazón siente... Siente a cada latido.
Y, con corazón, sienten otros mil millones, seis mil millones y muchos más. Corazones que sienten...
cada uno latiendo al ritmo que les marca la vida.
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