¡VERÓNICA!... ¡VERÓNICA!... ¡VERÓNICA!...

Dedicado a Veronika López

No sé si habrás oído alguna vez hablar de ese espíritu femenino que dicen que anda por ahí, atrapada a medio camino del mundo de los vivos y el mundo de los muertos. Se llama Verónica. Yo oí su nombre por primera vez cuando tenía 13 años. ¡Un buen número, considerando el tipo de historia que te voy a contar! Ese día decidimos hacer espiritismo con el método del péndulo. Fue la primera vez que hice espiritismo, y no sería la última. Después de aquella primera sesión, que no fue mal del todo, empezamos a explicarnos historias de fantasmas, espíritus y almas en pena. Esa fue la primera vez que oí el nombre de Verónica. Pero no sería la última.

Me contaron entonces que Verónica era el espíritu de una joven que había muerto en extrañas circunstancias. Parece ser que ella y una amiga suya habían hecho espiritismo usando el método del libro y la tijera. Este método consiste en atar una tijera a un libro con una cinta roja, pasando la cinta por los agujeros de la tijera y atando el libro en el otro extremo, de tal forma que al sujetar la tijera con dos dedos, éste se puede mover hacia la derecha o hacia la izquierda (a la derecha para indicar sí y a la izquierda para indicar no), Así, se colocan dos personas, una enfrente de otra, y apoyando cada una con un dedo las partes de la tijera por donde se mete el dedo, pueden realizar las preguntas y obtener respuestas. El caso es que Verónica y su amiga realizaron una sesión de este tipo, y al terminar, su amiga le dijo a Verónica que bajo ninguna circustancia hiciera espiritismo, jamás, estando ella sola, y que nunca empleara la Biblia si utilizaba ese método que habían empleado. Verónica le juró que así sería.

Sin embargo, deseando saber el nombre de su primer amor o el día de su muerte (en eso difieren las versiones), Verónica decidió invocar un espíritu, y no encontrando otro libro, empleó una Biblia que había en su casa. Al día siguiente, cuando su madre fue a despertarla, halló la puerta cerrada y por más que empujó, no pudo abrirla. Tuvieron que forzar la puerta. Cuando entraron, descubrieron el cadáver de Verónica tendido sobre la cama, ensangrentado, con la tijera clavadas en su cuello (o en el corazón) y la Biblia abierta en el suelo. No recuerdo exactamente bien esta parte, pero sé que la Biblia se hallaba abierta por alguna página que hacía referencia al Diablo.

No acaba aquí la leyenda de Verónica.

Me explicaron que si una chica joven se ponía desnuda frente a un espejo a las doce de la noche, con una vela en la mano, y pronunciaba tres veces su nombre (¡Verónica!... ¡Verónica!... ¡Verónica!...), veía como enfrente suyo, en el espejo, se formaba la imagen de Verónica. No recuerdo si un requisito era que la chica fuera virgen, pero creo recordar que así debía ser. En todo caso debía ser una adolescente.

Según me contaron, en esas condiciones, se le podía hacer una pregunta a Verónica, y que el resultado era especialmente efectivo cuando se le preguntaba sobre cual sería el nombre o aspecto del primer amor de la chica en cuestión que hacía la pregunta, o cual sería el día que moriría. El espíritu escuchaba, y entonces se lo decía o mostraba. Sin embargo, llamar a Verónica acarreaba una maldición sobre la chica, que más tarde o temprano acababa muriendo, ya fuera inmediatamente tras conocer a su amor, que aparecía a los pocos días de haber sido hecha la invocación, o bien llegando la muerte a de la joven a los pocos días de serle notificada por el fantasma.

Otras variantes de la leyenda muestran, sin embargo a Verónica como un espíritu vengativo y sediento de sangre. Verónica mata a quién se ha atrevido a invocarla a solas usando el método del libro y las tijeras, utilizando, normalmente, un arma blanca que se encuentre en las cercanías, ya sea un cuchillo de cocina, una navaja o una tijera... Este arma suele salir disparada para clavarse en el corazón o el cuello de su víctima, la persona que se atrevió a invocar a Verónica en solitario, aunque su muerte puede ser presenciada por otras personas, frecuentemente un familiar o una amiga, ya que no ocurre necesariamente inmediatamente después de haber sido realizada la invocación o llamada del espectro.

Esta leyenda es conocida en muchas otras partes y tiene una innumerable cantidad de variantes, y en el mundo anglosajón, Verónica es conocida simplemente, como Bloody Mary.

Y ahora decidme... ¿quién tiene valor de ponerse desnuda frente el espejo, con una vela y las luces apagadas, y pronunciar tres veces el nombre de Verónica?