500 DÍAS JUNTO A TI...

Al principio, algunas personas no apostaban ni un céntimo por nosotros. Sé que pensaban así, básicamente, a causa del tema de nuestra diferencia de edad. En cierto modo es lógico.

No suele ser frecuente encontrar una pareja que se lleva tantos años de diferencia de edad, pero tampoco es tan extraño como algunos pueden suponer. “¡Esta relación no durará demasiado!”, me dijeron unos. “¡Esto no durará, no vale la pena continuar!”, dijeron otros. Puedo entender perfectamente que mucha gente pensara así. Pero a día de hoy, cuando averiguan que continuamos juntos, muchos de ellos se muestran sorprendidos, y admitiendo su error, se alegran por nuestra relación.

Unas semanas, un mes, un par de meses a lo sumo; eso es lo que la mayoría de ellos esperaban que pudiésemos durar. Eso pensaban, y eso me decían algunos, pero se equivocaron, ¡ya ves! Y ahora ya no saben exactamente que pensar. Puede que lo nuestro dure, puede que no... pero lo que está claro es que cuando estamos juntos, las cosas nos van bien, estupendamente bien. Hablo por mí, es mi percepción, pero esto es algo sobre lo que ya hemos dialogado los dos, y sé que tú también piensas así.

Hoy es la fecha en que se cumplieron quinientos días junto a ti, quinientos días desde que nos conocimos en persona. Y así fue, nos conocimos, conectamos, nos sentimos bien el uno junto el otro y decidimos quedar otra vez. En ese camino inicial los dos tuvimos nuestros miedos y dudas -¡Eso es algo natural!-. Pero perseveramos sobre todo ello, y allí donde los miedos o dudas afloraban, nuestros sentimientos triunfaron por encima de todo. Nunca debemos dejarnos abrumar por lo negativo, y mucho menos cuando hay tanto que ganar, tanto que descubrir y tanto que compartir.

Y en un punto, entre el entonces y el ahora, sin saber como, simplemente me enamoré de ti, y aquí estamos. En fin, sobre todo eso ya hemos hablado innumerables veces. Quinientos días junto a ti, y todos esos días han sido estupendos. Fue difícil, muy difícil dar contigo, pero finalmente te encontré... ¡Y sí!, es cierto que al principio nos dimos un tiempo, que necesitaste unos días para pensar sobre aquella oleada de sentimientos y sensaciones que te llegaron de golpe y te sentías abrumada. Pero yo te di ese tiempo y a decir verdad no necesitaste demasiado para decidirte. “Poc a poc!”, como diríamos. ¡Poco a poco! A partir de ese punto todo avanzó de un modo natural, y nosotros fluimos juntos. ¡Imparables!

Y así hemos llegado a hoy. Hemos compartido muy buenos momentos –y alguno de malo-, y hemos sido capaces de imaginar, soñar y fantasear juntos, como uno, y a la vez ser independientes el uno de otro. Haber sido capaces de haberlo hecho, y continuar haciéndolo. Un amor maduro, sensato, de cabeza y corazón: un punto de equilibrio, nuestro amor por la naturaleza y mucho de improvisación.

Es bueno ser uno mismo cuando estás con otra persona y que ésta te acepte tal cual, como eres, sin pretender cambiarte. Me enriqueces, me amplias en muchos sentidos, me mejoras, me has convertido en más de lo que soy sin pretender cambiarme en el proceso. Es bueno que sea así, mi loba roja.

Eres lo mejor que me ha ocurrido.