Fecha: 21 de agosto de 2013. Lugar: En algún lugar de la comarca del Gironès, provincia de Girona, Cataluña, España.
Total fotografías tomadas: 185. Total fotografías publicadas: 153 (+7 fotografías de David White).
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El problema de publicar algunos artículos sobre exploración urbana con retraso supone que, a veces, cuando publico un artículo, ese lugar ya ha desaparecido, o bien ha sido transformado radicalmente de un modo u otro. Este es el caso del presente artículo, ya que cuando aún no han pasado dos años desde aquella visita que hiciera junto al inefable David White, de la fábrica de la plaga ya sólo quedan algunos restos, aunque la mayor parte de las construcciones metálicas y buena parte de la nave principal que pueden observarse en las fotografías de este artículo, ya han desaparecido.
La fábrica de la plaga no recibe este nombre al azar, puesto que aquella terrible visita que hicimos aquel 21 de agosto del 2013 pasará al recuerdo como uno de las exploraciones urbanas más horribles que hicimos. Ese día, sobre nosotros se desató una de las más horribles de las plagas, la de los insectos.
Efectivamente, en la fábrica abundaban todo tipo de insectos y arácnidos (sólo hay que ver la de telarañas que habían en el interior del edificio principal), y sufrimos un número incontable de picaduras de mosquitos y hasta el ataque de una abeja suicida, lo que acabaría dejándonos fuera de combate durante unos días a causa de malestar y fiebres. Sea como sea, visto el resultado, valió la pena, aunque si el edificio se mantuviese aún de pie, no se me ocurriría volver a visitarlo en verano debido, precisamente, a los malditos artrópodos asesinos.
Esta fábrica fue una antigua manufactura de piensos para ganado, pero también de productos médicos de veterinaria para todo tipo de ganado y aves de corral. Los restos de piensos que quedaban en la nave principal, diseminados por el suelo, aún en forma de pastilla, o bien desmenuzados como si de harina se tratase, parecía tener vida: sobre ellos reptaban y caminaban todo tipo de coleópteros y sus larvas, algunas de ellas bastante inquietantes. De haber llevado una buena cámara, podría haber sacado algunas fotos bastante inquietantes…
Sea como sea, aquí dejo este artículo para el recuerdo, el día en que David White y yo visitamos la fábrica de la plaga.
Hermoso como siempre. Uno de mis preferidos, sobretodo la foto de la pesa/válvula y la siguiente de las escaleras.
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