martes, 15 de febrero de 2011

¡ÁTAME!


Átame, y hazme sentir tu tacto.

Con los ojos vendados, soy tu presa y tu víctima.

Sentir. Sentir el roce de tus largos dedos por mi cuerpo. Sentir su recorrer.

Átame, espósame, y con el mordisco de tus dientes y el roce de tus labios, recuérdame que soy sólo tuyo.

Gírame. Apoya tu cuerpo en el mío. Ponte y descansa encima de mí.

Rodéame ahora con tu calidez y que tus besos inesperados quemen y marquen mi piel.

Utilízame. Enséñame quién manda en este juego del placer. Hazme gemir.

¡Sorpréndeme! Muéstrame tu poder.

Y cuando me liberes y te vayas, lloraré muriendo en tu recuerdo, sin saber quién eres realmente... ni si te volveré  ver.

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