A continuación paso a presentar el pequeño micro acuario (carente de filtros, control de temperatura o luz artificial) que he desarrollado dentro de un pequeño jarro de cristal que quería desechar. Empleando algunas algas y plantas acuáticas de mi viejo acuario, así como introduciendo algunos de esos pequeños animales invertebrados habituales que, por norma general, nos pasan desapercibidos en un acuario poblado con peces, y añadiendo un par de elementos decorativos, utilizo este pequeño mundo de agua y cristal como sitio de observación de esa diminuta fauna que a veces utilizo como alimento vivo para los peces, como controladores de algas o como filtradores del agua.
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Este micro acuario en cuestión carece de fondo arenoso y la cladophora aegagrophila que puse como tapizante del fondo reposa directamente sobre el cristal. Sobre ella, los únicos elementos decorativos que he añadido, aparte de las plantas en sí, son una pequeña pipa de piedra tumbada sobre el verde tapiz de la cladophora, y una vieja ramita pulida de curiosa forma que hallé en la orilla de una playa, y que dejé reposar un tiempo en agua dulce para librarla de la sal marina que hubiese absorbido. En este pequeño mundo, vive la diminuta fauna que, en su mayoría, exceptuando los caracoles, debo observar con lupa para disfrutarlos en todo su esplendor.
No cambio el agua, aunque renuevo periódicamente el agua evaporada, y de cuando en cuando echo alguna escamita de comida de pescado, o sopa verde, el caldo verde en el que crío pequeñas algas, rotíferos y otras criaturas microscópicas, que a su vez sirven de alimento a las dafnias, los ostrácodos y los cyclops.
LAS ALGAS
Aunque a menudo nos referimos a las algas como plantas, las algas no son verdaderas plantas, aunque, como éstas, muchas de ellas tengan la capacidad de producir clorofila y oxígeno. Las algas pertenecen a un reino distinto al de las plantas (plantae) como tales, y se encuentran englobadas en otro reino taxonómico. Al contrario que las plantas, las algas pueden aparecer de forma natural en un acuario, especialmente si éste está iluminado excesivamente (y sobretodo si es por luz solar directa), y pueden proliferar abundantemente cuando los nitratos o CO2 es muy abundante. Aunque se puede frenar su proliferación, las algas suelen formar parte integral de ese ecosistema acuático que es un acuario, aunque evidentemente, si éste és controlado y equilibrado, las algas no han de suponer ningún problema real.
ALGA FILAMENTOSA (SPIROGYRA SP.)
Spirogyra es un género de algas verdes filamentosas del orden de las zygnematales, llamada así por la disposición en forma de hélice de los cloroplastos. Se encuentra frecuentemente en el agua dulce, y existen más de 400 especies de spirogyra en el mundo. Las spirogyras tiene aproximadamente entre 10 y 100 μm de ancho (0,01 a 0,1 mm) y pueden llegar a medir varios centímetros de longitud. Aunque estas algas no suelen ser introducidas a posta, no es extraño que aparezcan en los acuarios y otras masas de agua, y en caso de proliferar deben ser extraídas regularmente o ser erradicadas de cuajo, según sea nuestro interés en conservarlas. Para erradicarlas, lo ideal es evitar sus dos principales fuentes de energía, la luz solar directa y la abundancia de nitratos o CO2. El uso de plantas de crecimiento rápido será un buen freno para su crecimiento, y el uso de seres vegetarianos que se alimenten de ellas también ayudará a evitar su proliferación desmesurada.
Estas algas, aunque consideradas para la mayoría de los acuariófilos como una pesadilla, puede ser un buen refugio, sin embargo, para pequeños invertebrados que sirven como alimento vivo para los peces del acuario, así como para los pequeños alevines de peces, que de este modo pueden evitar ser devorados por otros peces.
CLADOPHORA AEGAGROPHILA (CLADOPHORA AEGAGROPHILA)
La cladophora aegagrophila, también conocida como bola de musgo, musgo japonés o marimo, no es una verdadera planta, sino un alga verde de crecimiento lento emparentada con las temidas (en términos de acuariofilia) algas filamentosas. Por norma general suele venderse bajo una forma esférica que no necesita plantación y que puede alcanzar fácilmente una longitud de hasta 11 cm de diámetro. Hay quién las utiliza para tapizar el fondo, abriéndolas, estirándolas y, una vez hecho esto, colocándolas en el lugar deseado. Se desarrolla perfectamente tanto en aguas frías como calientes (entre los 20 ºC hasta los 28 ºC), soportando muy bien la variaciones de la dureza (dH) o acidez (pH) del agua.
La cladophora aegagrophila es una alga muy recomendable para los gambarios o nano cubos, ya que debido a su gran capacidad de oxigenación del agua, su utilidad como refugio de infusorios, así como su capacidad para retener y almacenar una gran cantidad de materia orgánica que queda atrapada entre ella, las convierten en un alga ideal para ser utilizada como “pasto” para las pequeñas gambas, así como otra multitud de pequeños invertebrados (ostrócodos, dafnias o copépodos entre otros), así como un eventual refugio para algunas de estas criaturas. Al ser una alga, la cladophora aegagrophila compite con el resto de algas por los nutrientes, por lo que no vienen del todo mal en los acuarios, siempre y cuando, la iluminación y el abonado con CO2 no sean excesivos, ya que de lo contrario esta alga se extendería peligrosamente tanto sobre las plantas como sobre la decoración, por lo que se recomienda meterla sola en los acuarios si no se quiere correr el riesgo de estropear el rsto de plantado.
LAS PLANTAS
Al contrario que las algas y algunos pequeños animales, es difícil que las plantas lleguen accidentalmente en un acuario, aunque con éstas es muy posible que sí lleguen otros inquilinos, especialmente a través de los huevos que pueden haber depositados sobre ellas. Las plantas son un elemento muy importante en el ecosistema de un acuario en tanto que son oxigenadoras, unas buenas eliminadoras de nitratos y un refugio para los peces y otros pequeños animales. Del mismo modo, algunas de ellas pueden resultar prácticas como bioindicadores de la salud del acuario, y un freno para el crecimiento desmesurado de algas, si es el caso.
LENTEJA DE AGUA (LEMNA MINOR)
La lenteja de agua es una pequeña planta acuática flotante de un vivo color verde cuyas hojas ovaladas miden de 1 a 4 mm de longitud. De la parte inferior de éstas crecen unas raíces (también flotantes) que en condiciones normales suelen medir de 1 a 4 cm, aunque pueden llegar a alargarse hasta los 10 cm. La longitud de estas raíces, así como la misma expansión de esta planta sobre la superficie del agua son unos buenos bioindicadores de la calidad del agua, considerándose que a mayor longitud de la raíz, o mayor velocidad de expansión de la planta, mayor es la cantidad de nitratos disueltos en el agua. Sin embargo, a su vez, estas plantas sirven para controlar esos mismos nitratos, ya que se alimentan de ellos. Las lentejas de agua son muy resistentes y adaptables a las condiciones fisicoquímicas del agua, desarrollándose tanto en aguas frías como calientes (entre los 15 ºC hasta más de 26 ºC), y soportando muy bien la variaciones de la dureza (dH) o acidez (pH) del agua.
La lenteja de agua crece bien en ambientes ricos en sustancias orgánicas como pantanos, arrozales, recodos de los ríos estancados y charcas donde se crían animales. En condiciones naturales y con el ambiente favorable, las lentejas de agua suelen formar alfombras muy densas que pueden cubrir totalmente la superficie del agua, ya que utilizan rápidamente los fosfatos y compuestos nitrados disueltos en el agua, por lo que a veces se emplean como depuradores naturales de ambientes muy nutridos y eutrofizados. Su reproducción suele ser vegetativa, aunque, ocasionalmente, esta planta puede producir una pequeña inflorescencia compuesta por una flor femenina y dos flores masculinas; el fruto de tales flores es de una única semilla.
CERATÓFILO (CERATOPHYLLUM SP.)
El ceratófilo, también conocido popularmente como cola de zorro, mil hojas de agua, bejuquillo o pinito de agua, es una planta cuyo tallo puede alcanzar de 50 a 150 cm de longitud y que se mantiene libre en el agua, ya que no posee verdaderas raíces, aunque ocasionalmente estén ancladas mediante unos brotes especiales denominados rizoides. Sus hojas son de color verde, cilíndricas y encorvadas, compuestas por segmentos lineales de borde dentellado, que crecen alrededor del tallo, que puede ramificarse. La planta obtiene los nutrientes necesarios para su crecimiento directamente desde sus hojas. Suele crecer en aguas mansas o en zonas de corriente débil, como pequeñas charcas y estanques, lagos o ríos de llanura. Se desarrolla tanto en aguas frías como calientes (entre los 15 ºC hasta más de 26 ºC), estando su temperatura alrededor de 20ºC. Se mostrará en todo su esplendor en aguas moderadamente duras a muy duras (dH) y con un pH del agua ligeramente alcalino. En aguas blandas y ácidas la planta sobrevivirá por un tiempo, ero paulatinamente irá perdiendo hojas hasta su desaparición total.
Resulta útil en acuarios y estanques no solo por su valor estético, sino también porque ayudan a controlar la proliferación de algas y mantienen el acuario oxigenado. Si se les proporciona suficiente luz y filtración, pueden desarrollarse perfectamente; no obstante, debe ir podándosela conforme crece, ya que pueden alcanzar una altura promedio de 1,50 m. Los ceratófilos, a su vez, sirven como refugio de numerosos pequeños invertebrados (que pueden servir de alimento vivo para los peces), así como para los alevines de diversas especies de peces pequeños, y es el lugar ideal para que algunos de estos mismos peces depositen sus puestas de huevos. Si la planta se halla en la superficie, en modo flotante, y está excesivamente iluminada, existe el peligro que entre sus hojas se desarrollen algas filamentosas que con el tiempo lleguen a ahogarla.
LOS ANIMALES
Llegados de forma espontánea a través de la atmósfera, del agua, la vegetación o los alimentos vivos que introducimos, en los acuarios suele proliferar una verdadera cantidad de microfauna que ha menudo pasa desapercibida o no nos llama demasiado la atención, a no ser que, por los motivos que sean, algunas de estas especies se conviertan en una “plaga”. Sin embargo, muchos de estos pequeños invertebrados pueden formar parte del ciclo biológico del acuario, y pueden tener un destacable papel en él, ya sea como fuente de alimento vivo de los peces, como limpiadores de algas, como filtradores del agua, o aireadores del sustrato del acuario. Del mismo modo, la superpoblación de algunos de estos animales (lo que llamamos una “plaga”), pueden resultar unos buenos bioindicadores de la salud del acuario, tanto para indicarnos la calidad del agua, tanto para bien como para mal, la sobreabundancia de alimentos o bacterias, o el aumento de nitratos, permitiéndonos actuar a tiempo, llegado el caso, antes de que ocurra algún desastre.
Entre la siguiente lista expondré algunos de los invertebrados que habitan o han habitado el acuario del que hablo en este artículo. Estos animales llegaron de forma espontánea, seguramente a través de la atmósfera, del agua o la decoración (troncos de madera), mientras que otros fueron introducidos como alimento vivo, previa cuarentena, y otros llegaron de forma casual como inquilinos de algunas plantas que compré (como mínimo dos especies de caracoles acuáticos que aún no he averiguado de que especie son). La clasificación de estos animales se hace difícil, por lo que hablaré de ellos de forma genérica, ya que me resultaría difícil determinar una especie concreta, pero esperando que pueda servir de ayuda de algún modo.
NEMÁTODO (NEMATODA SP.)
Los nemátodos son un grupo de gusanos conocidos normalmente como gusanos redondos, de los que existen una gran cantidad de especies, algunas de las cuales forman parte de esa microfauna que puebla el acuario. La mayoría de ellos son gusanos de vida libre, aunque unas pocas especies pueden ser parásitas de plantas y animales, aunque en comparación a la gran cantidad de especies que existen, son pocas. En el acuario, por norma general, los nemátodos que se observan suelen oscilar entre 1-30 mm, y no es extraño ver nadar a los especímenes más grandes por el agua, aunque los peces dan buena cuenta de ellos siempre que sean capaces de tragárselos. Por lo general suelen ser transparentes o de color blanco. Suelen desplazarse arrastrándose (pudiéndoselos observar pegados a los cristales), o bien nadando mediante las ondulaciones de su cuerpo.
Los nemátodos suelen ser devorados por los peces y resultan un buen alimento vivo que, a no ser que el acuario esté superpoblado de peces, suelen formar parte de la microfauna del acuario. Algunas especies pueden ser parásitas, pero no es demasiado frecuente, y la mayoría de nemátodos son de vida libre, alimentándose de bacterias, materia orgánica en descomposición o plancton.
PLANARIA (TURBELLARIA SP.)
Las planarias son platelmintos (gusanos planos) que pueden encontrarse en casi todos los acuarios y, por norma general, forman parte de esa microfauna de la que uno no se percata a no ser que pululen en demasía, a veces convertidos en verdaderas plagas, aunque no pueden considerarse propiamente peligrosas para los peces, al menos directamente, aunque pueden ser indicadoras de que algo no va bien en el acuario. Las planarias que suelen hallarse en un acuario suelen ser pequeñas, oscilando sus medidas entre los 0,2-30 mm, aunque por norma general pocas veces llegan a superar los 10 mm, dependiendo de la especie. Del mismo modo puede variar su color, que puede ir del blanco, al pardo o negro. Cuando las planarias se convierten en una plaga, uno debe preguntarse el porqué de su proliferación, ya que, por norma general, suelen aparecer y abundar cuando se alimenta en exceso a los peces, y el alimento sobrante provoca un gran aumento del número de bacterias, que a su vez estimula el crecimiento de la población de planarias. En este caso, el mejor método para acabar con ellas es controlar la cantidad de materia orgánica que llega al fondo de la pecera, e introducir algunas peces que den cuenta de ellas.
Las planarias pueden ser fuente de alimento de algunos peces. Si éstas se convierten en plaga, lo mejor es introducir peces que sientan debilidad por estos gusanos, actuando rápidamente como eliminadores naturales, aunque difícilmente desaparecerán todas, ya que, como ya hemos dicho, las planarias suelen formar parte de esa microfauna que vive en la pecera. Las planarias acuáticas suelen alimentarse de bacterias, algas y pequeños gusanos y crustáceos microscópicos, aunque en ocasiones pueden atacar a criaturas más grandes, como alevines de peces, aunque tal cosa no es frecuente, a no ser que se hayan convertido en una plaga. A veces se las puede ver recorriendo el ocasional cuerpo muerto de algún pez o crustáceo, pero lo más frecuente es que lo hagan rebuscando las bacterias que se alimentan de esos cuerpos.
CYCLOPS (CYCLOPS SP.)
Los cyclops o copépodos son unos pequeños crustáceos copépodos del que existen diversas especies, aunque algunos de estos animales tienen un tamaño microscópico, otros pueden ser vistos a simple vista, oscilando, generalmente, su longitud entre los 0,5-2 mm, aunque existen algunas especies de cyclops que pueden alcanzar hasta los 5 mm de longitud. Una característica de estos seres es que tienen un solo ojo (en realidad son dos ojos que evolutivamente se han fusionado en uno), hecho por el cual reciben su nombre (cyclops significa cíclope en inglés). Su cuerpo suele ser transparente, aunque a veces puede tener cierta coloración, y ha simple vista pueden verse un par de largas antenas y, en el caso de las hembras, es frecuente ver sus dos sacos de huevos en los costados. Cuando se mueven, suelen nadar en línea recta y a gran velocidad.
Los cyclops no deben preocupar a los acuaristas, ya que pueden ser considerados como una parte de la comida viva que se les puede suministrar a los peces del acuario, ya que en su mayoría son inofensivos, aunque existen unas pocas especies parasitarias, como el ergasilus. Por lo general, los cyclops pueden observarse durante el ciclo de maduración de un acuario, cuando aún no hay peces, y prosperan en acuarios donde los peces son inexistentes o no abundan demasiado, o bien en los acuarios donde tienen suficientes plantas, troncos, rocas o escondrijos donde guarecerse. Es común, así, verlos en gambarios o acuarios de gambas donde carecen de depredadores. Los cyclops se alimentan de fitoplancton y zooplancton, pero también de carroña y materia en descomposición (siempre que ésta no sea muy abundante), y se ha llegado a decir que, en el caso de los especímenes de especies mayores, puede atacar a pequeñas larvas de peces.
DAFNIA (DAPHNIA SP.)
Las dafnia o pulgas de agua son unos pequeños crustáceos que nadan libremente y que pueden florecer en cantidades enormes en los estanques y ríos durante el verano, siendo una de las comidas favoritas de los peces, y el alimento vivo más seguro. Estos animales suelen medir entre 0,5-3 mm y se caracterizan por tener un cuerpo cubierto de un caparazón del que sólo sobresalen la cabeza y un par de antenas, que se han adaptado para nadar, mientras que sus otras patas se han visto reducidas en cantidad y tamaño y difícilmente son visibles. Reciben el nombre de pulgas de agua porque cuando nadan lo hacen a saltos.
Por lo general, si se han introducido en ellos, las dafnias pueden observarse durante el ciclo de maduración de un acuario, cuando aún no hay peces, y prosperan en acuarios donde los peces son inexistentes, no abundan demasiado, o tienen suficientes plantas, troncos, rocas y escondrijos donde guarecerse, de lo contrario, los peces dan buena cuenta de ellas. Prosperarán fácilmente, sin embargo, en gambarios o acuarios de gambas, y pueden crecer en gran numero si tienen la alimentación suficiente, reproduciéndose las hembras, generalmente, por partenogénesis, aunque también pueden unirse sexualmente a los machos, aunque eso suelen suceder sólo en circunstancias especiales. Las dafnias se alimentan de materia orgánica en descomposición, así como de algas microscópicas y bacterias, y son unos excelentes animales filtradores, muy sensibles, eso sí, a la contaminación.
OSTRÁCODO (OSTRACODA SP.)
Los ostrácodos son unos pequeños crustáceos de agua dulce (también los hay marinos) que miden entre 0,1-2 mm, y se caracterizan por poseer un caparazón de dos valvas que al cerrarse cubre a todo el animal, lo que le hace parecer una pequeña almeja. A pesar de este caparazón, son buenos nadadores, utilizando sus pequeñas antenas para tal menester, y en cierto modo recuerdan a las dafnias o pulgas de agua, aunque no se desplazan a saltos, como éstas, sino más bien en movimientos natatorios lentos y sinuosos, a menudo desplazándose por el fondo acuático.
Los ostrácodos serán comidos por muchos peces pequeños, de modo similar a las dafnias, aunque debido a la concha que los recubre, no todos los peces pequeños los aceptan como comida. Aún así, si no tienen refugios evidentes, es probable que acaben desapareciendo del acuario, devorados, más tarde o temprano. Los ostrácodos prosperarán fácilmente, sin embargo, lo mismo que las dafnias, en gambarios o acuarios de gambas, y pueden crecer en gran número si tienen la alimentación suficiente, reproduciéndose, las hembras, por partenogénesis, aunque también pueden reproducirse sexualmente. Existen diversas especies de estos animales, pero, por lo general, la mayoría de ellos son filtradores o se alimentan de detritus o algas, por lo que, en caso de no ser devorados por los peces (cosa poco probable, por otra parte), no deben preocuparnos, ya que cumplen una función útil en el acuario.
PHYSA ACUTA (PHYSELLA ACUTA)
El physa acuta es un caracol acuático de concha cónica que puede medir fácilmente entre 0,5-10 mm, siendo de color oscuro y de concha bastante fina y frágil que en ocasiones posee hermosas manchas de un color ambarino. Suele desplazarse reptando sobre su pie a gran velocidad, y también puede moverse libremente en el agua dejando que su cuerpo flote o se hunda verticalmente. No es extraño verlo flotando y moviéndose sobre la superficie del agua con el cuerpo invertido. Estos caracoles se pueden convertir fácilmente en una plaga, aunque no son dañinos para las plantas sanas. Sus huevos son devorados fácilmente por diversos peces y, llegados el caso, si viven en un acuario, pueden emplearse algunos peces para reducir su población.
El physa acuta respeta las plantas del acuario, alimentándose, básicamente de las algas que crecen sobre éstas, así como en los cristales, rocas y troncos del acuario, y, ocasionalmente, de detritos orgánicos vegetales, así como algún ocasional pez muerto.
TROPIDISCUS PLANORBIS (TROPIDISCUS PLANORBIS)
El tropidiscus planorbis es un caracol acuático que mide aproximadamente 5 mm. Tiene una concha en espiral aplanada por los costados, en la que forma que se denomina como cuerno de carnero, lejos de la formación cónica característica de muchos caracoles acuáticos; el color de ésta suele ser marrón, rojizo o ámbar y, en el caso de los ejemplares jóvenes, se pueden observar vistosas manchitas oscuras que van desapareciendo a medida que la edad del caracol va avanzando. Aunque se podría decir de él que por lo general es un caracol beneficioso para el acuario, por su rápida reproducción pueden tardar muy poco en convertirse en una plaga, especialmente si hay una sobreabundancia de alimentos, que algunos puede gustar y a otros no tanto.
Los tropidiscus suelen alimentarse de las algas que se forman sobre los cristales, piedras, troncos y plantas de acuarios, respetando a éstas últimas, aunque pueden devorar las hojas en mal estado de éstas, así como aquellas que están a punto de descomponerse. Del mismo modo pueden alimentarse con las pastillas para peces de fondo o cualquier otro alimento que caiga sobre el sustrato o grava del acuario, por lo que ayudan de forma activa en la limpieza de éste. Si se desea, también se los puede alimentar con lechuga, calabacín, pepino o zanahoria.