Ha sido un año de vivir el presente sin mirar demasiado al pasado ni preocuparse mucho por el futuro; apoyándome, ¡eso sí!, en nuevos proyectos por venir. Un año en que he empezado a compartir mi vida de nuevo a nivel sentimental, aportándome un bienestar que no sentía desde hacía años por haber encontrado a una persona afín a mi modo de ser, amante de la naturaleza, de las cosas tranquilas y los pequeños detalles. Bueno, finaliza un nuevo año, y visto lo visto quiero hacer un breve repaso de lo que ha sido y lo que ha significado para mí este año 2014.
Dicen que bies está lo que bien acaba, y aunque mi año 2013 empezó siendo un desastre, obligándome a evolucionar como nunca antes lo había hecho, terminó del mejor modo posible: con una puerta abierta a un futuro más prometedor. Así empezó mi año 2014, cuando a mediados de enero entrelacé mi camino con la que hoy en día es mi compañera, pareja, amante y amiga. Siendo independiente como soy, ella ha sabido respetar mi modo de ser, y por ello le estoy agradecido.
De la mano de esta relación ha habido una serie de cambios constantes que, sin embargo, no me han impedido realizar algunas de las actividades que más me gustan; al contrario, más bien creo que se han visto potenciadas: mercados medievales, excursiones -repartidas entre la naturaleza, pequeños pueblecitos y abandonos-, el gusto por la observación y la fotografía, el placer de la cocina creativa, y muchas conversaciones, risas y buenos momentos… Algunas de mis actividades favoritas han quedado algo relegadas, sin duda, pero a causa de que este año he potenciado otras mucho más. En todo caso, de lo que quise realizar y lo que he llegado a realizar, dejo constancia en el escrito que hice sobre el tema, Mis nuevos pequeños propósitos (para el 2014).
Éste ha sido también un año de cierta calma, descanso y relajación, de tomarse las cosas tranquilamente, según iban viniendo. No le he dedicado todo el tiempo que hubiese querido a mis amigos o familia, pero me he dedicado mucho tiempo a mí mismo, sobretodo recuperando el gusto por la lectura, la escritura y la creatividad, mi pequeño huerto urbano, y los largos paseos por la naturaleza. Un tiempo de transición…
Sé, por otro lado, que durante este año muchos amigos y conocidos lo han pasado mal: rupturas sentimentales, muertes de familiares, falta de trabajo… Todo ello forma parte de la vida, por eso, lo único que puedo decir es “¡No desesperéis!”. No os dejéis llevar por la desesperación, pues algunos cambios llegan poco a poco, pero siempre hay que ver el futuro como algo esperanzador, aunque ahora no os lo parezca. ¡Ánimos a todos!, y pensad que todo ello forma parte de la vida.
Creo, aunque cada persona es un mundo, que para ser verdaderamente felices hemos de ser seres independientes y, sobretodo, realizar aquellas pequeñas cosas que nos gusten, dedicarnos tiempo a nosotros mismos. Si ahora os sentís solos dentro de vuestro corazón, o congoja y tristeza, no la eludáis, pero tampoco os dejéis vencer por ella. Buscad un espacio para vosotros mismos y las pequeñas cosas que os gusten. A día de hoy, creo que las pequeñas cosas son las que verdaderamente me han llenado.
Mi año 2014 ha girado alrededor de algunos pequeños propósitos: unos se han realizado y otros no. Pero estos pequeños propósitos son los que en cierto modo han dado sentido a mi felicidad. Y el resto llega solo.
