A inicios de este año decidimos instalar un pequeño comedero para pájaros frente a la ventana de nuestra cocina, en medio del modesto huerto urbano que tenemos repartido entre el par de balcones de que dispone nuestro piso.
Si bien la visión de diversas aves desde las ventanas y los balcones de nuestra casa es habitual -tal y como ya describí en el artículo que titulé Pájaros desde mi balcón...- debido a la proximidad de la pequeña zona natural de Fontajau, el Parc de la Devesa y el río Ter, el hecho de que vengan directamente a nuestro balcón, y en alguna ocasión, incluso se hayan atrevido a penetrar al interior de nuestra casa, aunque normal, ya no es tan frecuente como simplemente verlos volando por las zonas vecinas. En todo caso, las visitas a nuestro balcón siempre vienen siendo realizadas simplemente por pequeños pájaros y alguna que otra urraca o paloma, en el mayor de los casos.
A pesar de todo, aparte de sus apariciones casuales, estos pajarillos también vienen atraídos por parte de los productos que sembramos, los insectos que se crían entre ellos, y la pequeña charca protegida por un árbol que dispusimos en una de las esquinas de uno de los balcones, frecuentemente visitada en los días calurosos de verano. Pero ha sido ahora, con la construcción de un modesto comedor para pájaros, cuando las visitas de carboneros, gorriones y algún que otro herrerillo se han venido repitiendo a diario, pudiéndolos observar desde apenas unos pasos distancia. ¡El experimento ha resultado ser un éxito inesperado!
CONSTRUYENDO UN PEQUEÑO COMEDERO PARA PÁJAROS
Aunque existen un montón de variedades de comederos para pájaros, nosotros nos limitamos a construir uno simplemente con los materiales que teníamos en nuestras manos. Esto es, un pequeña bandeja de madera para frutos secos obtenida durante las fiestas navideñas, una rama gruesa de encina de aproximadamente 1,50 metros de largo y unos 5 centímetros de diámetro de grosor en su base, cuyo extremo superior estaba ahorquillado o se dividía en dos pequeñas ramas, un tornillo y algo de cola blanca para madera.
En nuestro caso, la construcción de un pequeño comedero para pájaros fue muy sencilla. Dispusimos la pequeña bandeja de madera sobre el extremo ahorquillado de la rama de encina que ya he comentado, atornillándola en uno de los extremos, y añadiéndole algo de cola blanca al otro, y luego simplemente clavamos el extremo inferior del mismo en uno de los tiestos llenos de tierra de los que disponemos en nuestro balcón, en cuya base hay plantadas, también, unas freseras.
Y ya está, ¡el comedero estaba listo!
ES LA HORA DEL DESAYUNO (PREPARANDO LA COMIDA)
Naturalmente, para atraer a los pájaros, aparte de un comedero, hace falta añadir la comida que va en él. Aunque inicialmente nos limitamos a poner migas de pan, algún que otro trozo de galleta o pastel y otras pequeñas sobras, pronto nos decidimos por añadir algunos productos más nutritivos y sanos para los pajarillos, comprando algunas semillas variadas para aves, y, sobretodo, añadiendo algunos frutos secos a los que les quitamos la cáscara y que, generalmente, troceamos o machacamos para facilitarles el trabajo a estos pajarillos. ¡Hay que decir que así descubrimos que los cacahuetes, las avellanas o las nueces les chiflan!
Otros productos con los que hemos probado, y que también han resultado ser un éxito, han sido los granos de arroz hervido y pequeños trozos de lechuga fresca. Más adelante, continuaremos experimentando con otros productos, como la yema de huevo duro, por poner algún ejemplo, o pasta alimenticia hecha a base de diversos alimentos.
LOS VISITANTES HABITUALES
Hasta el momento, los visitantes habituales de nuestro pequeño comedor, y con ello me refiero a diario y durante diferentes momentos del día, han sido los carboneros comunes (parus major), que no dudan en encaramarse a él, aún estando nosotros a apenas unos pasos (siempre que nos quedemos quietos cuando lo hacen). A ellos debemos sumar los gorriones comunes (passer domesticus) y los gorriones molineros (passer montanus), que al contrario que los carboneros, parecen entretenerse más recogiendo las sobras que caen directamente del suelo o las macetas...
También ha aparecido algún que otro herrerillo común (cyanistes caeruleus), que tampoco ha dudado en visitar el comedero, y algún que otro colirrojo tizón (phoenicuris ochruros), aunque en el caso de éste último no podemos confirmar si ha llegado a comer de algunos de los productos que hemos dispuesto sobre el comedero.
No dudamos que con el tiempo, otros visitantes se irán añadiendo a la lista.
FOTOGRAFIANDO PÁJAROS
Como ya he comentado antes, este pequeño comedero nos ha permitido atraer a nuestro balcón pequeños pájaros, como carboneros, currucas, gorriones, herrerillos, lúganos, urracas y tórtolas turcas, permitiéndonos fotografiar a algunos de ellos desde escasa distancia, a apenas unos pasos, tras la ventana de nuestra cocina, siempre que nos mantengamos relativamente quietos y en silencio. Aunque no dudamos que nos ven cuando andamos cerca, lo cierto es que si nos mantenemos quietos no parecen temernos demasiado, y toleran nuestra presencia. En todo caso, dejo aquí algunas de las pocas fotografías que hemos obtenido hasta el momento.
Carbonero común (Parus major). |
Carbonero común (Parus major). |
Carbonero común (Parus major). |
Carbonero común (Parus major). |
Gorrión común (Passer domesticus). |
Gorrión común (Passer domesticus). |
Gorrión común (Passer domesticus). |
Herrerillo común (Cyanistes caeruleus). |
Lúgano (Spinus spinus). |
Tórtola turca (Streptopelia decaocto). |
Urraca europea (Pica pica). |